Este documento describe el proceso de patronaje, que consiste en desglosar una prenda de vestir en piezas separadas que se adaptan a distintas áreas del cuerpo. A lo largo de la historia ha habido dos métodos principales de construir prendas: envolver el cuerpo con el material o cortar telas para que se ajusten al cuerpo. El primer libro sobre patronaje data de 1580 y proponía un método para cortar patrones y ahorrar tela. En los siglos XVII y XVIII, los patrones eran valiosos secretos familiares.
1. El patronaje es el sistema de organización de la
construcción de una prenda de vestir,
consistente en desglosar por piezas separadas
las diferentes áreas del cuerpo humano a vestir,
de forma y manera que cada pieza de tela se
adapte a ese área y que la unión de todas las
piezas en un orden predeterminado produzca
como resultado un modelo de prenda que se
corresponda con el diseño del modelo
propuesto.
2. A lo largo de la historia, podríamos diferenciar dos
modos principales de construir las prendas.
1) El primero consistiría en “envolver” el cuerpo con el
material. Ya sea pieles de animales
en los orígenes, como telas tejidas en telares.
2) El segundo, a partir de telas a las que hacía falta
“cortar” para que se adaptase al cuerpo.
El hecho de que egipcios, asirios, y babilonios vistieran
túnicas con mangas, señala en esta dirección.
Para hacer las mangas de una prenda, se necesitaba
algún tipo de patrón con el que poder repetir la forma
de un brazo para que fuera igual al otro. Por tanto, los
primeros patrones eran patrones de mangas. Co ellos
podían cortarse piezas repetidas.
3. El patronaje se cuela en los libros.
El primer libro sobre patronaje del que se tiene registro es el “Libro de geometría, práctica y traça”.
Fue escrito por Juan de Álcega en 1580. Este documento propone un método para cortar patrones
y obtener el mayor ahorro de tejido. Tener en cuenta que en esas épocas, las sedas y los paños
eran excesivamente caros.
Y el patronaje se vuelve popular.
A finales del siglo XVII y durante todo el XVIII, los patrones que se realizaban eran tan valiosos, que
su elaboración se mantenía en secreto. Formaban parte de la herencia familiar.
Predominaron dos métodos para crear patrones:
1) La escala proporcional: Se basaba en el concepto de que todos los cuerpos tenían formas
relacionadas y proporcionadas.
2) La medición directa: Se basaba en la construcción de patrones a partir de todas las medidas de
una persona, para lograr una prenda exacta.
En el primero, a partir de una medida (como el contorno de pecho) podían obtenerse todas las
demás.
En los sistemas de medición directa, en cambio, un sastre medía a su cliente con una cinta larga
de papel. Grababa en ella las dimensiones del cuerpo por medio de cortes o piquetes.
Parecerá curioso. Pero los sastres solían marcar las distancias espacialmente, y no en medidas
concretas. Pensemos que la cinta métrica no apareció hasta el siglo XIX y la mayor parte de la
población era analfabeta.
La mayoría de los sastres utilizaban los dos métodos. Pero el primero cayó en desuso cuando se
aceptó la idea de que no todos los cuerpos eran iguales. Y al corroborar que la anchura de una
persona no tenía por qué estar relacionada con el resto de medidas.