La fantasía literaria se diferencia de la ficción realista en que contiene elementos sobrenaturales que no podrían existir en el mundo real, como personajes con habilidades mágicas o escenarios imposibles. Para disfrutar de la fantasía, los lectores deben suspender su incredulidad. Las mejores historias de este género cautivan con tramas y personajes bien desarrollados, además de tener un tema identificable. La serie Harry Potter es un ejemplo conocido por presentar personajes mágicos que habitan mundos imposibles.