1. Magdalena Bonino 1°C
Lenguajes Artísticos
Prof. María Isabel Sotelo
TAREA 4
Historia personal para Stop-motion
En un escenario permanentemente en blanco y negro, un niño pateaba varias veces al
arco en el fondo de su casa, entrenando para la práctica de futbol. No importaba cuantas veces
él le pagara, de qué manera o con que fuerza lo hiciera, la pelota siempre tenía el mismo destino,
fuera del arco. El niño frustrado, pero nunca resignado, parte hacia la práctica con sus botines
relucientes y la emoción intacta, pero esta emoción no le duraría mucho. La práctica resultó ser
aún más frustrante, que patear la pelota en el fondo de su casa. A pesar de todo esto, sus
compañeros y el entrenador le dan palabras de aliento. Esa noche Cachito se fue a dormir de
una manera extraña, aunque con cierto sentimiento interior de que llegado el “gran día” las cosas
saldrían como él siempre lo había soñado.
A la mañana siguiente, Cachito se levanta entusiasmado, casi no desayuna, se viste
rápidamente y sale corriendo fugazmente hacia la cancha, aunque más que cancha parecía un
potrero. Allí, estaban todos reunidos, el panadero, al que siempre le compraba lo bizcochos, su
vecina, quien siempre lo alentaba y hasta incluso su profesor de matemática, a quien Cachito no
soportaba; es que jugaba “Sacachispas”, el club del pueblo del que provenía Cachito. El partido
transcurrió de una manera cerrada y confusa, ninguno de los equipos desplegaba un buen
juego. Hacia el final del partido, una pelota inesperada cae a los pies de Cachito. Cuando este
reacciona se encontraba solo frente al arco rival, y sin pensarlo dos veces cierra los ojos y patea
fuertemente al arco. Al instante percibió un montón de gritos, abrió asustado los ojos nuevamente
y la pelota esta vez, para sorpresa de Cachito, estaba dentro del arco. Cachito había anotado un
gol, el gol de la victoria. Aquel escenario gris se torna en una mezcla de alegría y emociones
tiñéndose de diversos colores.
Moraleja: “Persevera y triunfaras”. Valor del esfuerzo.