2. DON QUIJOTE, UN IDEALISTA
En la novela, Don Quijote se nos muestra como un
idealista cuya conducta se mueve impulsada por los más
nobles sentimientos: Don Quijote cree en la utopía de un
mundo mejor –pretende encarnar el espíritu de la
caballería andante en una sociedad en la que ya no
tienen cabida los caballeros andantes-. Y, por ello, su
locura es, en sí misma, una manifestación de la grandeza
de su espíritu: Don Quijote representa la lucha por la justicia,
por los derechos de los oprimidos frente al poderoso opresor,
por la honra y el honor, por la libertad...En definitiva, por la
grandeza espiritual de las personas.
3. ARGUMENTO DE LA NOVELA
• Don Alonso Quijano, el Bueno, enloquece leyendo
libros de caballerías. Se le ocurre convertirse en
caballero andante y cambiar su nombre por el de don
Quijote de La Mancha. Decide lanzarse al mundo con
el fin de proteger a los débiles, destruir el mal y
merecer el amor de su dama, a la que llama Dulcinea
del Toboso. Con armas ridículas y un caballo
enclenque, Rocinante, sale en busca de aventuras,
acompañado por un labrador de su aldea, Sancho
Panza, al que nombra su escudero. Preocupados por la
salud —física y mental— de don Alonso, sus amigos, su
criada y su sobrina intentan traerlo de vuelta a casa
por medio de engaños y, finalmente, lo consiguen. Don
Quijote regresa a su pueblo, recupera el juicio y
muere.
4. LOS HIDALGOS
Don Quijote era un hidalgo.
¿Quiénes eran los hidalgos?
Los hidalgos eran un grupo social que
pertenecía a la categoría más baja dentro de la
nobleza. Así, disfrutaban de ciertos privilegios
(como el de poseer tierras y no pagar
impuestos por ellas), pero vivían
humildemente.
5. SIGNIFICADO DE LA NOVELA
• El Quijote es una burla de los libros de caballerías
—que, a lo largo de todo el siglo XVI, se leyeron
mucho—, porque, según afirma el propio
Cervantes, enseñaban falsedades y, además,
estaban muy mal escritos. Pero no se queda ahí,
el Quijote es también un símbolo de los más altos
sentimientos del ser humano, como la fidelidad
(que Sancho demuestra a su amo), el amor, la
justicia y la libertad, por los que lucha el
caballero, sin importarle las dificultades y los
peligros que eso suponga.
6. LOS LIBROS DE CABALLERÍAS
Don Quijote enloquece por leer
libros de caballerías.
¿Qué cuentan estos libros?
Los libros de caballerías (género narrativo que
surgió en el siglo XIV y que alcanzó un
importante éxito en el XVI) son novelas que
cuentan las fantásticas aventuras de un
caballero andante imaginario que lucha por su
cuenta a favor de la justicia y para alcanzar el
amor de una dama.
7. TÍTULOS DE LIBROS DE CABALLERÍAS
En la novela se dice que Don Quijote ha leído,
entre otros muchos, los siguientes libros de
caballerías:
• Tirante el Blanco, de Joanot Martorell.
• Amadís de Gaula, de Garci Rodríguez de
Montalvo.
8. ¿Qué pretendía Alonso Quijano al
convertirse en caballero andante?
Don Alonso Quijano, en su afán de convertirse
en caballero andante, pretendía echarse al
mundo con el propósito de proteger a los
débiles, destruir el mal y merecer el amor de
Dulcinea del Toboso.
9. Don Quijote sale en busca de
aventuras acompañado de Sancho
Panza. ¿Quién era Sancho Panza?
Sancho Panza era un humilde labrador, vecino de don
Alonso Quijano, al que este le pidió que fuera su
escudero y que lo acompañara en sus aventuras.
Sancho aceptó la proposición de don Quijote atraído
por la idea de que algún día pudiera convertirse en
gobernador de una ínsula (isla).
Lo unían a su amo la lealtad (no abandonó a don
Quijote ni en los momentos más difíciles, ni siquiera el
miedo pudo más que su fidelidad), el respeto y el
cariño.
10. CIDE HAMETE BENENGELI
¿Quién era Cide Hamete Benengeli ?
En un momento de la novela, Sansón Carrasco –un vecino-
visita a don Quijote y le dice que sus aventuras son tan
famosas que aparecen en un libro: Historia de don Quijote de
La Mancha, escrita por el historiador árabe Cide Hamete
Benengeli y traducida a la lengua castellana por Miguel de
Cervantes Saavedra.
Se trata de un juego literario creado por el propio Cervantes:
la novela la escribió Miguel de Cervantes; lo que ocurre es que,
al presentar al personaje inventado Cide Hamete como
historiador, Cervantes quiere que los hechos parezcan
verdaderos y, por tanto, creíbles.
11. ALONSO FERNÁNDEZ DE AVELLANEDA
A diferencia de Cide Hamete Benengeli, Alonso Fernández de
Avellaneda sí existió.
En 1614 publicó un Segundo tomo del ingenioso hidalgo don
Quijote de La Mancha, continuación del primero,
aprovechando el éxito de la primera parte de la novela de
Cervantes y que había salido en 1605.
Tan mal le pareció a Cervantes, que hizo que el auténtico don
Quijote se enfadase ante semejante atrevimiento y que,
al final de la primera parte , cambiase sus planes solo para
contradecirlo: de hecho don Quijote pensaba ir a Zaragoza,
pero como el falso Quijote (el de Avellaneda) había estado
allí, decidió entonces encaminarse a Barcelona.
12. • Sin embargo, el Quijote de Avellaneda tiene una
virtud: sin él, seguramente no tendríamos el
Quijote auténtico tal y como lo conocemos.
Cervantes murió en 1616, y sabemos que si logró
publicar el año anterior la segunda parte de su
obra fue porque se vio obligado a acelerar su
redacción para responder a Avellaneda. Cuando
el Quijote apócrifo (falso) se publicó, Cervantes
debió de sentirse ultrajado y tuvo que darse prisa
en concluir la obra para responder a su enemigo.
Si Avellaneda no hubiera publicado su falso
Quijote, es más que probable que la muerte
hubiese sorprendido a Cervantes en plena
redacción de la segunda parte del Quijote.