1. AMERICANIAEl triunfo de las melodías intimistas
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Armando Áñez, Italo Pizzolante y Álvaro Casas. Foto: Basil Faucher
2. Cuando Americania ganó el Intercolegial
Nuevas Bandas 2009, ya se notaban
suficientes atisbos de calidad en su
propuesta como para prever que apenas
cuatro años después se hayan convertido
en una de las agrupaciones de sonido más
exquisito y depurado de nuestro rock. A
diferencia de otras bandas con las que
comparten público, como La Vida Bohème,
Los Mesoneros, Los Colores e incluso
Viniloversus, no siguieron el camino (al
menos hasta ahora) de presentarse en el
Festival Nuevas Bandas. Han crecido muy
rápido.
Ítalo Pizzolante, Armando Áñez y Álvaro
Casas siempre han mostrado un apego por
las sonoridades melódicas, sin estridencias
ni excesos innecesarios. Las canciones de
su primer disco, Sigo (2011), eran directas y
sencillas, con la urgencia de quienes apenas
están saliendo de la adolescencia y se saben
con un amplio horizonte por delante. Los
tres tienen apoyo de familias ligadas con la
música. El abuelo de Ítalo –que se llamaba
igual– fue un conocido pianista y compositor
de temas emblemáticos como “Motivos”.
Los tíos paternos de Álvaro (cuyo hermano
Antonio toca en Rawayana), así como su
papá, están ligados con la música como
músicos, productores e ingenieros de audio.
Luego de un tiempo en el que Ítalo y
Armando estudiaron en España, durante
el que se presentaban solo en algunos
espacios en los que podían viajar, el definitivo
reencuentro de los tres ha ocurrido con el
segundo disco, La fiesta del Rey Drama,
grabado, mezclado y producido por Héctor
Castillo en Brooklyn, Nueva York. Este disco
representa un gran salto respecto al primero,
con arreglos vocales de alta factura y mucha
sensibilidad, así como la inclusión de
ukulele, guitarras acústicas. El crecimiento
como músicos y compositores es notable.
Los tres hablan como uno, con la emoción
que representa este pequeño gran paso.
¿Cómo se formó Americania?
Se forma a finales del 2000. Es la hija de
Cabeza, una banda de cinco amigos en el
colegio. Después de tocar juntos durante
algunos años los tres decidimos seguir
en esto y Álvaro pasó de la percusión a la
batería.
¿En que los influyó como músicos vivir en otro país?
Nuestras canciones comenzaron a hablar
de estar lejos de casa y de la gente que
quieres. Hay cierta libertad y una cantidad de
prejuicios que se caen cuando estás lejos de
casa, eso nos ayudó a atrevernos a ser más
nosotros mismos y por lo tanto a afianzar
nuestro estilo musical. Vivir en España
también fue conocer lo que significa una
industria musical, con salas para conciertos
en todas partes y una cultura de ir a toques
muy viva.
¿Qué los hizo regresar a Venezuela?
La banda. Hay tantas cosas por hacer y
descubrir aquí. En esta ciudad estamos todo
el día con gente que va pendiente de hacer
cultura, de comunicarse con arte, y cada día
la barra sube, cada día se une más gente.
¿Cómo fue el proceso de grabación y producción
de La Fiesta del Rey Drama?
Lo grabamos con Héctor Castillo en su
estudio en Brooklyn. Varios factores se
aliaron para hacernos pasar un mes
realmente intenso, un muy buen mes.
Aprendimos mucho, sobre todo de nosotros
mismos.
¿Qué diferencia La Fiesta del Rey Drama de su
primer disco, Sigo?
Mucho. Somos una banda en constante
búsqueda sin intenciones de llegar a ningún
lugar o sonido en particular sino de disfrutar
la canción y el sentimiento extraño que
genera. En este disco, a diferencia de Sigo
que era un trío de rock, descubrimos que
nos gusta tocar otros instrumentos, cada
tema tiene una textura distinta por eso, y
también porque cantamos los tres. En Sigo
la voz principal siempre era Ítalo. Es un disco
más libre, por lo tanto le hicimos caso a las
canciones más que a preconcepciones de lo
que había o no había que hacer. Es un disco
más íntimo y menos instintivo, más reflexivo y
menos impetuoso.
¿Con qué genero les gustaría experimentar?
No solemos pensar en géneros. Etiquetar
nuestras canciones no nos ayuda. Vamos
arreglando el tema según lo que nos vaya
pidiendo. Estamos abiertos a tocar lo que
salga. El género es algo que se nos va de
las manos, nos cuesta mucho escuchar el
resultado final y decir: esto es tal cosa. Y
creo que estamos cómodos con eso, con no
saber definir bien nuestra música y sentirnos
entre la espada y la pared cada vez que nos
preguntan.
¿Qué expectativas tienen con este álbum?
Estamos muy contentos con lo que hicimos
y mientras a más gente le guste y se sienta
involucrada mejor, porque habrá entonces
más oportunidades de tocar por ahí. Sería
maravilloso si quien lo escucha siente la
misma honestidad con la que fue hecho y la
intensidad de los sentimientos involucrados
en las composiciones. En fin, que acepten
la invitación a la fiesta. Nos gustaría salir a
mostrarlo por todo el mundo, sobre todo al
resto de Latinoamérica.
¿En qué momento se dieron cuenta de que se
querían dedicar a la música?
Armando: En un concierto de Todosantos en
Corp Banca.
Álvaro: Cada vez que veía a mi papá (Antonio
Casas) y a mi tío (Gustavo Casas) tocar con
Wahala.
Ítalo: Desde pequeño la música forma
parte de mí, y mi familia me la ha inculcado
ya que mi nonno era compositor de algunas
canciones reconocidas como “Motivos”,
versionada recientemente por Luis Miguel y
“Puerto Cabello”, himno de la ciudad natal
de mi abuelo.
¿Qué están escuchando actualmente?
Dirty Projectors, Bob Dylan,
Sparklehorse,Youth Lagoon, Natalia
Lafourcade, James Blake, tlx, The National,
Los Colores, Blur, Beach Boys, Jeff Buckley,
Vetusta Morla, King Krule, Spoon, Devendra
Banhart, PJ Harvey, The Antlers, Grizzly
Bear, Wilco.
¿Qué tan importante es para ustedes tener un
concepto audiovisual que acompañe su música?
Siempre nos ha gustado acompañar nuestros
sonidos con imágenes, hace la experiencia
más completa y memorable. También
depende de cómo utilices el recurso,
quizás hoy en día ha tomado demasiado
protagonismo en los proyectos musicales,
pero creo que más allá de aquello es una
cuestión de honestidad, si lo que escuchas
y lo que ves viene de un sentimiento sincero
y con cojones, probablemente eso llegue a
mucha gente.
¿Qué consideran que diferencia a Americania del
resto de las bandas?
Queremos hacer lo que nos dé la gana por
siempre, hacer nuestro camino y expresar
lo que sentimos de la manera más honesta
posible.
El mayor mito acerca de estar en una banda es…
Que eres un hippie que compone canciones.
Hay una infinidad de monstruos que,
por más que no quieras (y pretendas ser
un hippie que escribe canciones), toca
enfrentar. Quieras o no es una suerte de
empresa. ¡Ah!, y que te puedes follar a la que
quieras.
¿En qué escenario soñarían presentarse?
En el Aula Magna de la UCV o en algún bar
deprimente y semivacío de Londres.
¿Cuál es el mayor aprendizaje de Americania
hasta la fecha?
Tolerar diferencias.
Después de un tiempo en el que
dos de sus integrantes vivieron
fuera del país, el trío caraqueño
regresa con su segundo disco
La Fiesta del Rey Drama, un
trabajo en el que los tres toman
el micrófono y permiten el
ingreso a nuevos instrumentos y
sonoridades. Con un sonido más
definido decidieron saltarse
los prejuicios y hacer el disco
que querían siendo fieles a
un proceso de introspección y
demostrando una inequívoca
madurez musical.
MARIANA GUZMÁN
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