O. Matias Alvarez Lutereau - Carestia (entre las dos orillas)

*aurelia libros • poesía
rivera
Osvaldo Matías Álvarez Lutereau
CARESTÍA
(entre las dos orillas)
*aurelialibros.com.ar
rivera
hecho en buenos aires en 2010
*
OsvaldoMatíasÁlvarezLutereauCARESTÍA(entrelasdosorillas)poesía
Osvaldo Matías Álvarez Lutereau nació en Buenos Aires, Argentina, el 24 de
agosto de 1977. Docente y capacitador profesional, actualmente se
encuentra terminando la licenciatura y el profesorado de la carrera de
Letras en la Universidad de Buenos Aires.
Carestía (entre las dos orillas) es su segundo libro.
*

c a r e s t í a ( e n t r e l a s d o s o r i l l a s ) • 1
CARESTÍA
Libro_Matias_Alvarz_Lutereau_CARESTIA.p65 06/07/2010, 22:571

2 • O S V A L D O M A T Í A S Á L V A R E Z L U T E R E A U

CARESTÍA

Primera edición mayo de 2010.
Hecho en Argentina, Ciudad de Buenos Aires.
© Osvaldo Matías Álvarez Lutereau
© *aurelia rivera libros / poesía 2010.
Asesoramiento gráfico: Paula Salzman (DG FADU UBA)
Desarrollo editorial: Pablo Alessandrini para www.aurelialibros.com.ar
ISBN: 978-987-1294-34-3
Hecho el depósito que indica la ley 11.723
Todos los derechos reservados.
Álvarez Lutereau, Osvaldo Matías
Carestía : entre dos orillas . - 1a ed. - Buenos Aires : Aurelia Rivera, 2010.
66 p. ; 20x14 cm.
ISBN 978-987-1294-34-3
1. Poesía. I. Título
CDD 861

*aurelialibros.com.ar
CARESTÍA(entre las dos orillas)

A la presencia de todos aquellos que,
de un modo o de otro,
ya no están.
A la memoria de Rubí y de Graciano.
Para mis ahijados, Sofía Belén y Gregorio.

BUSCAR
No es un verbo sino un vértigo. No indica acción.
No quiere decir ir al encuentro de alguien
sino yacer porque alguien no viene.
(Alejandra Pizarnik)

1 0 • O S V A L D O M A T Í A S Á L V A R E Z L U T E R E A U

c a r e s t í a ( e n t r e l a s d o s o r i l l a s ) • 1 1
uno

destellos
brillante
la silueta
entre guirnaldas
y olor a fiesta
debajo del cajón
estoy yo

ojos entreabiertos
en el salón
me miro me ven
soy visto
pero no me puedo distinguir
son muy difusas
(y a la vez demasiado claras)
las sombras
desde este empinado
rincón

locuaz presencia lejana
que simpáticamente me discute
e intenta ponerme a prueba
en una tarde de domingo
que se abriga de tímido sol
sinapsis telepática
que me seda y me infunde ansias
tanta impertinencia verbalizada
hasta que sanen tus labios
del flagelo de la enfermedad

jamás imaginé
que la Imposibilidad
fuera a presentárseme alguna vez
revestida con los harapos
de mi propio
nombre

parto gozoso
que da a luz
a la muerte fría
de la indeseada soledad
reverdece
entre los carcomidos cimientos
que ríen a carcajadas de llanto
las lágrimas socarronas
del dar a luz
el obituario de la verdad

hay dioses
a los que nunca veré a la cara
que jamás tocarán mi alma
porque no saben que existen
-no pueden saber que acaso existen-
la tiniebla
la noche
las sombras
la oscuridad

necesidad
es una palabra demasiado profunda
desear
querer
temer
anhelar
los matices se imponen de todos modos
aún cuando nos cubramos de cenizas
y juguemos el simulacro
de la víctima de la
austeridad

…y después de ese día
no dejé de llamarte
(aunque sí de verte)
y entre tanta otra muerte
que me cupo en suerte
me obligaste por siempre
a quedar confinado
a una breve vida de
contestador

es un susurro
tan sólo un ininteligible
arrullo
pero aún así
a pesar de la distancia
a pesar del tiempo y la lejanía
mi nostalgia reconoce el sonido de tu voz

ninguna nueva posibilidad
ninguna nueva historia
me ha prometido aún alegrías
o ha jurado hacer más cálidos mis días
como para convencerme de abandonar
este rincón solitario y sombrío
desde el cual te lloro y me río
sin dignarme a ponerle un nombre
o un fin
a este inacabado
e interminable
funeral

vuelven las palabras
ajadas después de tanto uso
con qué realmente expresar
tanta mendicidad mediocre
sombras que reverdecen al son de tu voz
y una imagen astillada que se incrusta
en la noche de lo imposible
callar lo indecible
un hueco pronto a estallar
y las vocales que bailan frenéticamente
una danza macabra
desbordante de orfandad

no aciertas
porque no busco un mañana
sólo escapo de un ayer
cuyos fragmentos
aún sitian
mi hoy

jamás entendí
(nunca voy a entender)
qué es eso que todos llaman
<<realidad>>

carezco hoy
de la carencia fundante y originante
de toda voz
verdaderamente
original

todo
ya casi nada
casi tan nada
como
lodo

dos

hay tanta mancha que alborota
tanto borrón y cuenta nueva
mi prontuario es una larga foja
de delitos y de obras
que jamás cometí
o que de haber cometido
ya no puedo recordar
secuencialidad de triviales incidentes
concatenación de azares y accidentes
existen consecuencias sin causa
así como causas que no llegan a puerto
un manojo abarrotado que no es más que puro cuento
líneas trazos significantes inciertos
y los renglones se regalan se derrochan
llenando cada vez más y más fojas
ahora escribo luego tacho
ahora corrijo quizás aclaro
reescribo con letra prolija
sobre el palimpsesto de mi vida
intentaré soñar esta noche un sueño nuevo
así mañana cuando despierto ya no estás

los rituales de cada noche
en vela la música como marionetas
las sombras
las diapositivas
y tanta palabra indómita que asoma al alma
tanto consuelo idiota comerciando calma
una isla de belleza meridiana
la estatura es lo de menos en la cama
las huellas los rastros las señales
un anagrama en medio de mis canas
los renglones del futuro que se difuminan
y la vela del rincón aún encendida
jugueteando en la pared con sus guirnaldas
una voluta de humo se levanta
el olor a día largo que se acaba
y el reloj que avisa que ya es tiempo de abortar

se equivocan los astros
planteando encrucijadas
que no convergen en mi camino
implantando claves
de un insoluble acertijo
que voces endemoniadas
tergiversan en un tenebroso plan
o será mi espíritu apagado
la titilante luz de un eco lejano
el silencio umbroso de un exangüe crepitar
persigo sombras en un bosque de tinieblas
aún no he aprendido a escucharme
cuando ya no quedan más palabras por pronunciar

me espera el sepulcro
la cruz del sur invertida
el encanto del silencio
la imaginada profecía
del sueño hecho realidad
y en la cotidianeidad de la rutina
sólo sombras en la caverna
y las ansias por descubrir
el escondido enigma
de mi simple verdad
metabolizarlo todo
hacerlo carne hueso sangre
para luego uncir mis miembros
con enormes clavos a los brazos
del madero que me aguarda vertical

entro
para descubrir
lo mucho que me falta
entro quizás
para tentar
a la suerte que me escapa
y para soñar
con que sé que existe
en algún lugar
la indómita casualidad
que desvanece toda carencia
y echa por tierra
todo plan

qué es todo ese afán
de perderse en medio de la lucha por encontrar
quebrarse por dentro
dormir tanta decepción
y volver a empezar
predicciones que fallan
en un almanaque a punto de cerrar
promesas de un oasis
tardes como una sala de espera
y siempre volver a empezar
caer
en caída libre
aferrarse a los últimos vestigios
de un sol que crepita exangüe
y temer aquerenciarse en la idea de
tener que
eternamente
volver a empezar

vaivenes caprichosos
de voluntades esporádicas y herrumbradas
grietas juguetonas
entre sábanas y almohadas
en colchones de habitaciones impensadas
tan ajenas tan lejanas
aventuras voluntarias
que con impostado anzuelo
han sido perseguidas y cazadas
en una tarde de lluvia
en una noche de niebla y opaca
fuera de todo espacio
fuera de todo tiempo
quizás sólo como desvío
quizás como desvarío
quizás únicamente como atajo a un camino
que no tiene final...

quizás es porque ya no quiero
querer sufrir queriendo
temer los finales abruptos
de un tiro dado a destiempo
tanto anhelo envilecido
tanta tentación ejerciendo
el gobierno apresurado
de un territorio cada vez más desierto
de soles que caminan al ocaso
de vírgenes que
anocheciendo
levantan sus rostros al cielo
y regalan sus cuerpos
en desvelo

tendió el puente
en la mortuoria languidez de la noche
en el suntuoso silencio de la calma sin paz
y con el laconismo de las palabras
con la locuacidad de los gestos
perpetuó el sacrilegio
de dar de comer a las fieras
las indocumentadas promesas
del no y del nunca
de un ahora y un siempre
que serían jamás

el fracaso de hoy
accidente impensado
fue tal vez intuido
o aún incluso gestado
los astros
la eternidad
la noche
los hados
un sino irrevocable
primero una piedra
luego un peldaño
buscar no es más que
un fútil simulacro
el deseo inconfesado
de colmar un vacío inherente
transversalmente constitutivo
de nuestro yo más precario
la ilusión de una libertad
que es en realidad
una partida de dados
en el juego del amor
todos somos piezas
de la ajena decepción
en la misma medida víctimas
y victimarios

hay algo de frenético
en el hablar sin esperar respuesta
en el pretender una búsqueda
cuando no existen deseos de encontrar
simulacros que intentan emular a los sueños
y que en su premeditación
abusan de toda primigenia virginidad
ya no encuentro las baldosas por las que transitaba de niño
y en su lugar
descubro que la luna
pérfidamente
se me ha escabullido
en algún detrás

sería tan sólo un segundo
de concentrada quintaesencia de polvo de estrellas
estampas soñadas de alguna existencia
venidera o pasada de inocua gravedad
la fingida parsimonia libre de cadenas
las trenzas alisadas para ocultar
el temblor de todo paraíso perdido
el vaivén de un péndulo incesante
la quebrada contingencia de una efímera luminosidad
los relojes galopan
y con cada nuevo día que anochece
la realidad no deja de frustrarme
siempre a mitad de camino
entre la ilusión y la imposibilidad

si esperas que acaso riegue
las vanidades de tu soberbia
malgastas tus dardos
y subestimas mis reservas
más te valdría estimular otras savias
o desovillar tales quimeras
que aunque la estrella cercana se muestre
permanece impávida ante quien
con voluntad artera
se precipita de ojos al cielo
confiando en extirparla de su fija condena

fue la última oportunidad
que me permito
fuiste el último salto
al vacío
y ahora descubro
que todo lo que me queda
no es más que tiempo para mí mismo
y para acostumbrarme al desencuentro
de ya no tener que buscar más

la respuesta sería no
incluso antes de escuchar la pregunta
incluso antes de saber que me escuchas
incluso antes de descubrir que
porque me conoces
ya sabrás al preguntar
que mi respuesta seguirá siendo siempre
no

tres

nada de lo que digas
nada de lo que hagas
podrá romper las cadenas
o desatar los encrespados nudos
desconozco pócimas
y soy escéptico respecto de
posibles milagros
desconfío del poder de las palabras
y odio todo gesto desmesurado
no sé de senderos
de imaginados atajos
no llevo mapas conmigo
ni calculo
los
pasos
los días pasan
a veces retroceden
las noches
caen
y aún así por siempre permanecen en mi mente
creo que hay heridas que no sanan
que anclan nuestro tiempo
y detienen nuestro espacio
cicatrices que congelan
por un momento la vida
y hacen imposible todo interno cambio

larvas
en el jardín de violetas
nubes
en un cielo tapizado de estrellas
montículos de tierra por doquier
si todo es mentira
si el sueño no reporta ya ningún reposo
tanto falso encanto
demasiado fuego fatuo
y las termitas del tiempo
que carcomen todo cimiento
en el jardín de violetas
bajo un cielo tapizado de estrellas
montículos de tierra por doquier
el paisaje ya no me puede hablar
mis ojos no pueden despegarse
de las marcas en el tronco del añoso roble
mi cuerpo no tiene suficiente espacio para moverse
dentro de este pequeño ataúd a punto de estallar

no me busques en el ayer de mis días
no me vislumbres en el hoy de mi noche
persígueme en el mañana
en el todavía-no de mi ser
en el quizás de mi existencia
cuando ya no haya sombras
ni piruetas
ni peripecias
ni buques que escapen en el horizonte
no me busques en el ayer
del no saber que fui
quien no supe que no quería ser
no me busques en el hoy
de la materia prima
del todavía-falta
del pero con puntos suspensivos...
todo quizás es mejor
que todo nada más que
que todo no otra cosa que
quizás-quizás
siempre quizás
nada más que quizás
no otra cosa que quizás
quizás alguna vez quizás

si me intento ir
solo
no espero lograr
entenderme
tu sonrisa
me empuja
me retiene detiene
me sostiene
mantiene
en el vaivén
me obliga a querer
volver
me impulsa
a quedarme
me condena
a permanecer
sólo el tiempo dirá
si podré romper
el hechizo
de vuelta a mi
propio mundo
quédate pero me voy
vete pero me quedo
conmigo

cómo va a ser la misma cama
y cuántas veces cuántas
las idénticas 15 cuadras
después de esas noches santas
habiéndome recibido
la bragueta siempre sin bufanda
que dondeanduvistecomolapasaste
y el día que recién comenzaba
ahora cada noche que me acuesto
me postergo entre dudas y hojarasca
que qué va a ser la misma cama
y cuántas veces
…..CUÁNTAS?

si soy yo
soy…. ¡tanto joder!
que la hora que los otros
que no sé qué más de lo cuál
núbiles reflejos de cubiles espasmos
la muerte en la esquina
sigue verde
y mis alas
en retirada
dobladas
ya sin cinturón

siempre bajo los mismos años de lluvia
la titilante promesa frígida
y ahora qué? - lo mismo de ayer
mañana lo que fue - y siempre otra vez
qué decir? contra quién aconsejar?
padecen las manos lo que los ojos
no pudieron prodigar
y entre humo y gusto a manzana
el helicoide consabido sinsabor
sí otra vez cómo no seguramente sí
y ahora qué? - lo mismo de ayer
mañana lo que fue - y siempre otra vez

sí
soy yo
aún en esas noches de frío lastimoso áspero y cortante
aún en esas tardes de acuoso sol chisporroteante
soy yo
y es mi voz la que todavía repite como en un eco
Nooooo
Noooooooo
Nooooooooooooooo

cada vez que digo
yo
son las palabras las que me nombran
y me desconozco
como si me estuvieran contando de un
otro
a quien ignoro por lejano e ignoto
y a quien no sé si alguna vez querría realmente
frecuentar

el espejo
no siempre
refleja
lo que quiere
sino que
en ocasiones
me hace caso
y deja a un lado
sus estúpidas marionetas
para dar lugar
al obituario
que le pido
me deje
libremente
representar

son siempre las mismas postales
la estampida de brutos en vuelo ra
san
te
estrellas puestas a secar
en una galaxia hace años extinguida
la consciencia fingida
un trompo
un vuelo por los cielos en pirueta helicoidal
asteroides y meteoros sonoros
son los sones sonámbulos sin ton ni son nes
el furtivo escape por una delgada escalera de lo
dé ca
bi es
les
y yo tiemblo en la noche
cuando no hay más que sombras y
el recuerdo de susurradas palabras
tiemblo
cuando despiertan los moribundos
o cuando los muertos co
mienzan
a
re
su
ci
tar
la muerte me saluda cada noche
disfrazada de inocente niña
desde un alto y empinado pedestal

volvió la muerte
y arriba en las montañas
todos duermen
el sueño de la ingenua oscuridad
ciegos están los ancianos ojos
cansados ya de velar
con mirada escudriñadora
por niños que corren escapando a la orfandad
y me pregunto adónde quedaron
mis días de verde y de río
adónde huyeron
mis tardes voluntarias
de gris y de frío
toda esa falsa seguridad de saberme a salvo
cuando el universo reía con mis sinsentidos
como un abuelo complaciente que hoy ya no está

y de ahora en más qué
cuando escasea la lana
con qué se reemplaza el tejer
cómo se enhebran los días
en dónde se hilvana la fe
ya llevo muertas 4 ó 5 vidas
no recuerdo bien no las conté
mi único temor por el momento
es el de descubrirme en breve
con un haber de tan sólo tres décadas
y ya sin más mitos a los cuales temer
la muerte ha demostrado ser una sutil ironía
la vida misma una interminable estupidez
la soledad hace tiempo me ha dejado solo
y el amor jamás me significó más que un lamento
ante la imposibilidad de lo que pudo ser
las imágenes se repiten
mis mismos sueños se plagian
y prostituidos se disfrazan
con impermeable incesante testarudez
quedan paisajes y algunos recuerdos
que no sé bien si mi alma conservó
o si yo me inventé
quedan las marcas sobre este cuerpo miserable
y un vacío en el cual giran todas las palabras
que alguna vez dibujé
quedan las ganas
quedan las ansias y las preguntas
queda la duda
y de ahora en más qué

cuándo
lo dirán las aves
en sus vuelos nocturnos
de pernocte imposible
las mariposas cautivas
los silencios profundos
las ruindades convictas
la insondable ansiedad
qué
me pregunto
y te preguntas
entre cavilaciones y dudas
ante el temor al vacío
arenas movedizas que sedan
la fruición de una falsa certeza
la eterna quietud del nominar
por qué
es el no y es el nunca
es el desvío el arrebato el exceso
la vulnerabilidad llevada al extremo
es lo uno y lo único
lo que desde siempre
y exclusivamente
nos está vedado
preguntar

va llegando el tiempo de morir
porque ya no quiero esta noche tibia
que de fría pasa a cálida
de cálida pasa a fría
porque ya aprendí la circularidad
que hace días de las noches
y convierte en noche los días
porque después de sembrar tanta quimera
la realidad sigue siendo realidad
y la fantasía persiste fantasía
cuando la vida no es más que sombras desteñidas

O. Matias Alvarez Lutereau - Carestia (entre las dos orillas)

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