2. Los humanos hemos sido capaces de formar un continente en
medio del océano Pacífico a base de no reciclar y de arrojar
plásticos y otros desechos a los ríos, verdaderos transportadores
de cosas al mar.
3. Esta enorme isla de basura y
plásticos flotantes ocupa entre 1,7
millones y 3,4 millones de
kilómetros cuadrados y pesa
unos 3.5 millones de toneladas.
Una catástrofe ecológica que
sigue creciendo sin que de
momento haya triunfado ninguno
de los proyectos que se han
puesto en macha para limpiarlo.
4. Esta isla de desperdicios está formada por un remolino gigante que se ha formado por la
fuerza de la corriente en vórtice del Pacífico Norte. La basura acumulada en este remolino
gira en sentido de las agujas del reloj y no puede dispersarse porque la fuerza centrípeta lleva
lentamente los escombros hacia el centro de la espiral. Se calcula que la isla de basura
tendría unos 22.200 kilómetros de circunferencia y unos 3,4 millones de km2 cuadrados.
5. PELIGRO PARA LOS ANIMALES
MARINOS
Esta “isla” no puede ser vista desde
distancias lejanas, incluso desde el
espacio. Además, el material que allí se
acumula es fotodegradable, lo que
quiere decir que se desintegran en
pedazos pequeños que se convierten
en polímeros que llegan al nivel
molecular.
Esta basura contamina las aguas y los
peces se envenenan poco a poco
porque ya se alimentan de estos
pequeños trozos de plástico.
6. PELIGRO PARA LAVEGETACIÓN
MARINA
La isla que se forma a partir de la
acumulación de basura crea una
capa gruesa en el océano que
bloquea la luz solar necesaria para
el plancton y las algas. Esto provoca
que no puedan crecer y que se
genere una fuerte reducción de
alimento para los animales marinos
que dependen de ellos.