Aikido como tecnica complementaria para el desarrollo de la creatividad

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Aikido, Creatividad en Movimiento.
El Aikido como disciplina complementaria para el desarrollo de la creatividad.
Miguel Angel Rivera
Segundo Semestre, Diciembre 2011.
Aikido, Creatividad en Movimiento.

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Abstract:
Hoy en día distintos tipos organizaciones como empresas, centros de estudios de distintas
disciplinas y niveles educativos e incluso sistemas organizacionales de personas de distinta índole,
valoran la generación de una cultura propia e identidad como base de generación de Creatividad,
sin embargo mayoritariamente esta sucede a nivel conceptual o mental.
El ser humano como ente complejo e indivisible presenta distintos aspectos internos, como el
alma o espíritu y cuerpo en los cuales que sustenta estos procesos creativos. Se presupone bajo el
punto de vista de la persona como un ser único que todos sus esfuerzos o energía deben ser
canalizados de forma congruente hacia sus objetivos o metas.
Esta investigación explora la unión de mente, cuerpo y alma como apertura a un estilo de vida
creativo e innovador en beneficio propio y de las personas que nos rodean.
Tabla de contenidos
Portada Página 1
Abstract Página 2
Tabla de Contenidos Página 2
Aproximación temática Página 3
Importancia, Relevancia y Pertinencia Página 3
Pregunta de la investigación Página 3
Metodología Página 3
Marco Teórico Página 4
¿Qué es la creatividad? Página 4
¿Qué es el Aikido? Página 4
La filosofía del Aikido Página 4
Base Conceptual Página 5
La Practica del Aikido Pagina 5
¿Cómo develamos la creatividad en el Aikido? Página 6
¿Qué habilidades se aprenden y practican en Aikido? Página 7
Características Creativas Página 7
Progresión de flujo Página 8
Flujo de descubrimiento e Invención Página 9
Mentes Creativas Página 10
Conclusiones Página 12
Bibliografía Página 13
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Aproximación temática.
Desde mi propia experiencia, tanto en la práctica del aikido como del ejercicio de mi profesión de
publicista, he visto como la práctica de la disciplina del Aikido genera cambios de actitud y
aptitudes que perduran en el tiempo a quienes practican esta hermosa arte marcial, uno de los
rasgos mas importantes el de la sensación de los alumnos de su apertura y desarrollo de la
creatividad aplicados a sus propias esferas de interrelación.
Importancia, relevancia y pertinencia.
La importancia de este Paper es consolidar mis propias apreciaciones sobre estas características
creativas del aikido, aplicadas a la generación de cultura, espacios y ambientes favorables para la
creatividad y por consiguiente una apertura real a la innovación, en especial el valor hacer
tangible la intangibilidad, que con los mismos recursos tanto materiales como cognitivos nos
permite hacer las cosas de forma distinta y generar nuevas oportunidades de soluciones para este
mundo dinámico y cambiante.
La relevancia de este análisis va en directo beneficio de los practicantes de Aikido, de quienes
tienen referencias sobre esta arte marcial y no la han practicado, de las empresas y organizaciones
que buscan complementar sus actividades regulares con alguna disciplina física, de los grupos de
personas que necesitan mejorar su capital creativo y consolidar su propia cultura organizativa,
innovación, terapeutas personas en general que necesitan complementar y mejorar resultados
con beneficios para sus círculos cercanos.
La Pertinencia de esta investigación esta ligada a los descubrimientos y adquisición de nuevas
competencias en el curso del Diplomado en Innovación y Creatividad dictado por la Universidad
Del Desarrollo y a su vez en el marco del Modulo de Creatividad Aplicada Dictado por el profesor
Ricardo López Pérez.
Pregunta de la investigación
¿Es el Aikido una disciplina marcial creativa y su práctica aporta beneficios al desarrollo de la
creatividad?
Metodología
La metodología empleada para la resolución de esta pregunta está dada por investigación e Ilación
bibliográfica de personas expertas en creatividad y aikido en función de sus experiencias,
exploraciones y publicaciones en relación a estas disciplinas.
Onegaishimazu, o bien “¿Quiere practicar conmigo?”. Saludo ritual de los practicantes de Aikido.
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Marco teórico
Primero que todo definiremos los conceptos desde los cuales construiremos la respuesta y
elegiremos los que mejor se enfoquen hacia la revelación de nuestra búsqueda.
¿Que es la Creatividad?
La Real Academia Española de La Lengua norma para nuestro castellano como “facultad de crear,
capacidad de creación”.
James Higgins nos dice: “Es la capacidad de generar algo nuevo, algo original que tiene valor para
un individuo, grupo, organización, industria o sociedad. La creatividad no es algo místico,
disponible sólo para algunos. Todas las personas poseen una capacidad innata para la creatividad y
las formas de desplegarla pueden ser aprendidas por cualquiera.”
Howard Gardner reflexiona: “Individuo creativo es la persona que resuelve problemas con
regularidad, elabora productos o define cuestiones nuevas en un campo de un modo que al
principio es considerado original, pero que al final llega a ser aceptado en un contexto cultural
concreto”
Teresa Huidobro Salas, en su tesis doctoral Acuña la definición de Bandura: “La creatividad
constituye una de las formas más elevadas de expresión humana. Como el modelado se ha
entendido como una respuesta de imitación, se le ha considerado como la antítesis de la
innovación, pero la innovación puede surgir a partir de un proceso de modelado, que puede
contribuir al desarrollo creativo, al proporcionar los instrumentos cognitivos y conductuales
necesarios. Los innovadores no cesan en su aprendizaje por observación aunque haya alcanzado
cierto dominio de su arte...al estar expuestos a modelos con distintos estilos...combinan varios
aspectos de distintos modelos en amalgamas nuevas...”
¿Que es el Aikido?
AI: Este kanji o fonema significa unión, encuentro, comunicación y confluencia.
KI: Se traduce como poder, energía, vibración, la esencia de la vida y el espíritu.
Do: Vía, camino, forma de vida.
Aikido, significa el camino de unificar la fuerza, hacerse uno con la energía del universo, con la
fuerza vital. El movimiento de la verdad, la protección, la creación de vida. (Aikido. El maestro y el
método. Tomás Sánchez – 2001)
La Filosofía del Aikido
Es una aplicación espontanea y creativa, que permite expresarse a través del cuerpo humano,
dando espacio a que el poder de la energía universal penetre en el espíritu humano. El Aikido es
un arte marcial no letal, que nace como una alternativa a las artes marciales tradicionales
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japonesas derivadas del Budo, técnicas marciales utilizadas en el medioevo japonés en las guerras
samuráis.
Base Conceptual
Las técnicas marciales hasta antes del nacimiento del Aikido, fueron depuradas logrando una
mejora incremental en su efectividad a la hora de resolver conflictos de oposición de fuerzas. Esta
mejora incremental hizo evolucionar las técnicas de ataque y defensa, armados o a mano
descubierta al pináculo de la eficiencia en movimiento y gasto de energía del practicante.
Lamentablemente en esta concepción de resolución de conflictos una de las dos fuerzas oposición
e inclusive las dos resultaban eliminadas, desde el daño físico permanente hasta el resultado de
muerte. El Aikido se fundamenta en el principio de “No Oposición” entendiendo que si fuerzas
opuestas no colisionan, no hay conflicto.
Para mantener la armonía el Aikido acuña un segundo concepto, “forma-no forma” que permite
salir libremente de la línea de ataque y tomar control de la fuerza en oposición.
Después de la toma de control de energía se desarrolla la proyección de esta para disiparla, como
resultado se anula la intención de ataque y se preserva la vida e integridad de quien ataca y quien
es atacado.
La Práctica del Aikido
El Aikido inicia la práctica con ejercicios de respiración, que tienen como objetivo liberar el espíritu
de todo concepto preconcebido y entrar en un estado espiritual de vacío. Posteriormente se
realizan ejercicio de desplazamiento con respiración aplicada, para mantener la fluidez de los
movimientos y fortalecer la percepción de tiempo espacio. Ya estando el cuerpo preparado para la
práctica marcial se ejercitan las caídas que son la base de la práctica, en todas sus variantes
ayudando a la flexibilidad del cuerpo.
La segunda parte de la práctica consiste en las técnicas marciales, que a la orden del Sensei se
ejecutan libremente por los practicantes de forma alternada, ejercitando ambos lados del cuerpo
en búsqueda de un control y dominio equilibrado.
La práctica de las técnicas se realiza en cuatro niveles:
• Tachi Waza: los dos alumnos de pie.
• Hanmi Handachi Waza: Un alumno de pie y el otro de rodillas.
• Suwari Waza: Ambos alumnos de rodillas.
• Aiki Newaza: un alumno montado encima del otro.
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La práctica en estos cuatro niveles, tiene por objeto cubrir todas las posiciones de combate en las
cuales se puede ver comprometido el practicante. Las técnicas son las mismas en todos los niveles,
esto favorece la integración natural de los movimientos.
Posterior a la práctica de las técnicas de control, se practica el Randori, denominándose así al
combate contra varios oponentes. La finalidad de esta dinámica es poder aplicar libremente las
técnicas de Aikido, siendo esta la instancia mas aproximada a una defensa real, también se puede
practicar con armas, añadiéndole complejidad a la dinámica.
Al finalizar la práctica se realiza una meditación acompañada de respiración que tiene por objeto
relajar el cuerpo y vaciar la mente, para agradecer profundamente al universo lo aprendido.
Después de esta meditación personal, los alumnos y maestros se despiden agradeciendo
mutuamente la oportunidad de aprender del otro.
¿Como develamos la creatividad en el aikido?
Mitsugi Saotome Sensei nos explica de forma magistral:
“La Unidad es el poder de Dios que resuelve todos los conflictos. El proceso de unificación de los
contrarios es el MUSUBI… El pensamiento racional nos hace percibir los extremos, los contrarios
como elementos en conflicto. Esto no es más que una ilusión. En efecto, la oposición entre
felicidad y sufrimiento, entre amos y odio, entre moralidad e inmoralidad no tiene más que un
valor subjetivo y relativo. Quien no conoce el dolor no puede conocer la alegría. En la creación de
la belleza, reconocemos la ausencia de lo bello. En el placer subyace el dolor. No podemos
conocerlos separadamente. La alegría no existe sino con relación a la tristeza y no hay placer sin
dolor. La unidad existe en cada cosa y sería absurdo establecer un juicio moral. Los contrarios
aparecen como la expresión dinámica del cambio.
Toda la vida, toda la actividad universal, es un proceso de mutación o Musubi y la única constante
es el cambio. Nada permanece inalterado por un día, una hora e incluso un segundo… Todo es
cambio. Cambio es vida y la capacidad de cambiar es un elemento esencial del crecimiento. La
libertad fundada de sobre la comprensión y la aceptación de esta verdad –que nada permanece
inalterado- es la fuente del poder de la creatividad verdadera.
Hablar de armonía, la unidad y los principios del Musubi es sencillo, pero aplicar tales principios a
los conflictos de la vida cotidiana supone una comprensión más profunda y una gran dosis de
confianza. Siguiendo los criterios lógicos, podríamos identificar la verdad en el proceso del Musubi,
pero las ideas bellas y frases elocuentes caen en el olvido ante la presión de la realidad. En
términos filosóficos, la verdad se expresa en palabras, Pero la verdad del Aikido subyace en la
acción, la teoría aplicada a la práctica. Por medio de la aplicación física del Musubi desarrollamos
la comprensión del corazón antes que la mente. A través del Keiko y la experiencia, es decir, el
entrenamiento, aprendemos a medir su poder. Keiko significa también reflexión y refinamiento,
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regreso a las fuentes, búsqueda de la realidad. Solo el estudio crítico del pasado puede esclarecer
el presente y afinar el espíritu.
El conocimiento de la armonía supone experimentar el conflicto. Objetivamente, un conflicto no
es bueno ni malo: es solamente lo contrario a la armonía, un puente tendido hacia la creatividad.
Hemos de replantearnos nuestras ideas, redondear los ángulos de nuestras tendencias negativas
para que nuestro espíritu de lucha se convierta en un espíritu creador y positivo. El estrés y la
presión del entrenamiento del aikido crean una circunstancia que pone en evidencia este espíritu,
sometiéndolo, afinándolo. El descubrimiento de los límites de nuestro cuerpo nos obliga a
reflexionar sobre la significación profunda de las nociones de conflicto y armonía así como a luchar
por alcanzar un nivel de conciencia sin las restricciones del ego y por tanto más cerca del creador.
Alcanzar el Satori significa acercase a Dios, derribar las barreras que nos separan del mundo
natural. El Satori vivo del Aikido nos permite comprender que nuestra vida y el funcionamiento del
universo son una unidad. Este es el Satori activo y vivo del entrenamiento del Aikido.
El Satori no se alcanza sentándose a meditar egoístamente sino que nace de un sentimiento de
gratitud hacia el creador, de un respeto por todas las formas de vida, de un reencuentro con la
modestia. El verdadero Satori supone olvidar el Satori, comprender la responsabilidad no el
egoísmo. Muchos se engañan acerca de la práctica del Zen. Imaginan que basta meditar durante
unas horas para ser iluminado. Ciertamente la posición de sentado constituye un rasgo destacado
del entrenamiento Zen pero resulta más útil comprender la realidad del sudor del trabajo, del
deber. En el Zendo tradicional un día sin trabajo equivalía a un día sin comida. (Aikido, O la
armonía de la naturaleza- pág. 45 y 46)
¿Qué habilidades se aprenden y practican en aikido?
Según el modelo de características creativas de Teresa M. Amabile podemos definir lo siguiente:
Intuición: El practicante desarrolla una forma superior de intuición, tanto corporal como espiritual
gracias a su búsqueda incesante de la unión de estos mundos, apoyado de la práctica. Se puede
llegar a desarrollar tanto su intuición que en los niveles de maestría del Aikido se puede predecir
la intención de ataque de los adversarios.
Habilidad para encontrar problemas: Gracias a la variedad y niveles de técnicas marciales que
practican, se logra entender el funcionamiento del cuerpo y las motivaciones mas profundas de la
violencia humana. Es así como el alumno cultiva la oportunidad de ofrecer respuestas superiores a
las situaciones, en base a la práctica sistemática de la humildad, el amor y la compasión.
Movilidad mental: Al entender que las distintas situaciones de conflicto y riesgo a las cuales puede
verse sometido el ser humano, se logra plasmar en el Aikido la “Forma-No forma” permitiendo al
practicante el poder resolver de forma libre, creativa y espontanea el cuidado de su integridad
física y de quien le agrede.
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Amor al trabajo: La practica sistemática y búsqueda incesante de una forma de vida, permite a los
hombres vivir con salud, en paz y en armonía con el universo y la sociedad.
Voluntad de tomar riesgos: Siempre que se tiene oportunidad el Sensei enfrenta a sus alumnos
situaciones nuevas, en términos de práctica y experiencia para enriquecer su visión y
sucesivamente sus emprendimientos.
Auto motivación: Desde pequeños hasta ancianos, hombres y mujeres a pesar de sus limitaciones
físicas practican las distintas técnicas marciales que ofrece el Aikido, tanto para mejorar su salud
como para mejorar el espíritu.
Independencia y valentía: Esta visión enriquecida por la experiencia, al practicante le otorga gran
determinación en sus proyectos y compromisos. El llevar a reinterpretar la mecánica de la
violencia, hace entender que los conflictos se resuelven con amor y compasión.
Búsqueda de la crítica: jamás se pierde la oportunidad de dialogar en relación a la concepción de
las técnicas de Aikido, se busca incesantemente en la crítica, diferencia de criterios e intensidad
material para mejorar el arte.
Objetividad: Al cultivar la humildad como valor esencial del aikido, el practicante logra aislar su
ego de este desarrollo, perfeccionando y simplificando la práctica para que cualquier persona,
independiente de sus capacidades físicas pueda practicarlo.
Aceptación del fracaso: Los alumnos debido a las correcciones técnicas y a la incesante búsqueda
de su propia verdad en el Aikido, logra apropiar esas situaciones a modo de experiencias
constructivas aplicables en el transcurso de su vida.
Intención de poner orden en el caos: La práctica metódica de esta arte marcial le da fuerzas al
alumno para consolidar el aikido como un arte de paz, un camino para el entendimiento entre los
hombres y una forma de vida sustentable capaz de erradicar la violencia.
Según la progresión de flujo de Mihaly Csikszentmihalyi (Fluir. Una Psicología de la Felicidad –
1998) Podemos determinar como el entorno familiar se ve reflejado en el Dojo o lugar de práctica,
beneficiado para la concreción de los logros de los alumnos:
Claridad: Se produce cuando las metas son conocidas y la retroalimentación es precisa de modo
que los jóvenes o estudiantes pueden saber lo que esperan de ellos sus Padres y Profesores
viviendo con mayor claridad, por tanto están sujetos a normas de conducta y protocolo bien
establecidas. Se les exige a los alumnos ser muy respetuosos y solemnes con todos quienes
conocen, sin perder la amabilidad y cordialidad para con todo el mundo.
Centramiento: Equivale a la percepción de que los padres y profesores están principalmente
interesados en lo que se hace aquí y ahora, en sentimientos y experiencias concretas. El foco de
atención esta en el presente y no en metas de largo plazo. Esto queda en evidencia especialmente
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en practicantes disminuidos físicamente, que experimentan el equilibrar su salud era con la
práctica del Aikido.
Elección: Los niños y jóvenes sienten que tienen variedad de posibilidades para escoger y que
pueden actuar conforme a sus decisiones. Incluye cambiar o alterar las reglas establecidas, aún
cuando se deban enfrentar determinadas consecuencias. Esta característica es muy distintiva del
Aikido ya que los practicantes debido a la práctica e integración de la filosofía del Aikido rompen
con la mecánica tradicional de la violencia, eligiendo siempre el engrandecimiento humano de la
paz y la compasión.
Compromiso: Corresponde a la confianza que permite al joven o estudiante sentirse
suficientemente cómodo y seguro para implicarse completamente con los objetos de su interés.
Equivale a dejar de lado cualquier recurso defensivo. Es muy común en el Dojo exigirles a los
alumnos un buen rendimiento académico y comportamiento ejemplar en sus esferas de
interrelación a lo cual responden favorablemente.
Desafío: equivale a la posibilidad que tienen los jóvenes o estudiantes para enfrentar
oportunidades cada vez más complejas. Se relaciona con la capacidad de los profesores o
instructores para ofrecer alternativas de acción de creciente dificultad. Los alumnos de Aikido al ya
comprender sus limitaciones físicas, deciden probar con técnicas marciales cada vez mas
complejas ayudándoles a mejorar en la fluidez de movimientos y en la calidad técnica en la
ejecución de las mismas.
Siguiendo con la visión de Mihaly Csikszentmihalyi sobre el Flujo de Descubrimiento e Invención,
(Creatividad. El Fluir y la psicología del descubrimiento y la invención. Barcelona: Paidós. 1998)
podemos hacer otra lectura sobre el producto creativo de Ueshiba:
Cultura con reglas simbólicas: Japón al ser una isla al extremo de Asia, cultivó una cultura muy
jerarquizada, basada en el honor y en la obediencia. El Aikido surgió por la necesidad de
racionalizar la violencia y transformar el fratricidio en un acto racional, con motivo de alejarlo de
un acto bárbaro y animal. Es así como se crearon sus reglas estrictas de protocolos en combates,
dando paso a actos simbólicos muy importantes como:
A.- Ofrecer la mano cuando el practicante es atacado: Técnicamente es una apertura de guardia,
pero simbólicamente es una invitación a ceder el control de la energía en oposición.
B.- Ejecutar el Atemi: Tradicionalmente se entendía el Atemi como un golpe certero que buscaba
matar o inhabilitar mecánicamente al atacante, el Aikido reinterpreta y transforma estos golpes en
señales físicas que buscan desviar la atención y foco de quien ataca.
C.- Salir de la línea de Ataque: Al contrario de prácticamente la totalidad de las artes marciales, en
las cuales quien se defiende ofrece oposición férrea al ataque, el Aikido evita el enfrentamiento
buscando “desaparecer” a las espaldas o puntos ciegos de quien ejecuta el ataque.
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D.- La “forma-no Forma”: La toma de control mediante la ejecución de técnicas libres mediante la
concatenación de ellas ajustándose a las oportunidades y ventajas de la situación.
E.- Eliminar la intención de ataque: Mediante inmovilizaciones y proyecciones se logra hacer
entender al oponente lo infructuoso de la insistencia de ataque.
Aporte de novedad al campo simbólico: Ueshiba, logró llevar más allá ese simbolismo y
reinterpretarlo, especialmente en el valor que tiene la vida propia y ajena. Entendiendo que si el
universo nos da la vida, solo el universo nos la puede quitar. De esta forma, si vivimos en armonía
con el universo podemos alimentar nuestra alma y cuerpo con esa energía, gozando de salud, paz
interior y felicidad.
Expertos que reconocen y validan la innovación: Desde el incidente en el cual el maestro de
kendo no consigue darle un solo golpe a Ueshiba y los distintos luchadores que desafiaron a O-
Sensei infructuosamente de forma consecutiva, hasta las demostraciones publicas de las técnicas
de Aikido hicieron eco en las más altas cúpulas de Japón y todo el mundo en virtud de su
efectividad y carácter no violento. La sociedad completa vio el potencial de este arte marcial,
como disciplina no violenta, preocupada de preservar la vida.
No solo es valorada en el mismo Japón. Ueshiba envía a Koichi Tohei como embajador de paz a
Hawai y desde ahí en adelante funciona como puente cultural y vía de entendimiento fraterna
entre Japón y EE.UU., siendo validada especialmente por la gente de paz.
El 28 de febrero de 1961 Ueshiba viaja a Hawái invitado por el Gobierno de los Estados Unidos y
Aikikai Hawái. Durante su vista hizo la siguiente declaración:
“He venido a Hawái para construir un puente de plata. Hasta ahora he permanecido en Japón
construyendo un puente de oro para unir Japón, pero desde ahora en adelante deseo construir un
puente para unir a los diferentes países del mundo a través de la armonía y del amor contenidos
en el Aikido. Pienso que el Aiki, fruto de las artes marciales, puede unir a gentes del mundo en
armonía, en el verdadero espíritu del Budo, envolviendo al mundo en un amor inalterable”. (A Life
in Aikido: The Biography of Founder Morihei Ueshiba. Kisshomaru Ueshiba – 1998.)
Bajo las características de las mentes creativas postuladas por Howard Gardner podemos analizar
como El Aikido desarrolla distintas inteligencias:
Inteligencia Lingüística: El estudio de los antiguos textos de filosofía japonesa de Morihei Ueshiba,
determinó su comprensión del Kotodama. El Kotodama es la creencia de que las palabras influyen
en la construcción de realidad.
Es por eso que dio el nombre de Aikido a este arte, para plasmar desde su nombre la esencia de
unidad con el universo. Lo mismo sucede con el nombre de las técnicas que se practican en aikido,
un ejemplo: Tenchinage Significa “la unión de la tierra y el cielo a través de quien me agrede”.
Esta clase de manejo lingüístico le permite al ser practicante hacer una construcción y
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entendimiento de la realidad, apoyados por el trabajo de los grandes maestros del Aikido que
logra documentar por escrito las bases de la existencia del Aikido como arte.
Otra arista Interesante del arte, es que para aprobar el Examen de 7º dan, el practicante debe
presentar una tesis en la cual debe dejar documentado un aporte para la humanidad Entendiendo
que la practica debe ir acompañada de la conceptualización lingüística. No solo de debe ser capaz
de ejecutarla, también debe darle nombre, sentido y significado a la técnica.
Inteligencia Lógico Matemática: Ueshiba se inspira en el “baile de los planetas” para interpretar
los movimientos, logrando una coordinación Espacio-tiempo legendaria en el mundo de las artes
marciales. Trabajó arduamente en entender la mecánica de las técnicas reduciéndolas a su más
mínima expresión, logrando así suprimir de la “ecuación de conflicto” la fuerza del oponente.
Queda patente esto ya que un niño, una mujer débil e incluso un anciano pueden ejecutar los
movimientos contra cualquier tipo de oponente, la calidad y fluidez de estas técnicas solo la da la
práctica del arte.
Inteligencia espacial: El Aikido basa el entrenamiento en la kinestésica, entendiendo a las fuerzas
en oposición dentro de un contexto. Ueshiba varias veces menciona que el cuerpo humano es un
micro universo y entiende el cuerpo como la base arquitectónica del alma, es así como las técnicas
de control del oponente, utilizan a favor del Aikidoka la biomecánica.
Mención aparte son las proyecciones, que cumplen la función de disipar la energía y en último
recurso utilizar las proyecciones contra el suelo. Las proyecciones están inspiradas en las fuerzas
del universo especialmente la centrifuga y centrípeta para el desequilibrio y toma de control del
oponente.
La estructura ósea toma forma de vectores, los cuales podemos direccionar con completo control
y voluntad. El sistema nervioso es utilizado a la manera de circuito eléctrico, a fin de desconectar
al agresor.
Incluso el suelo toma parte vital como plano espacial, bien utilizado y cambiando el punto de
referencia o equilibrio del quién nos ataca, podemos transformarlo en el arma más grande que el
universo ha puesto a nuestra disposición.
Inteligencia Musical: Morihei Ueshiba tenía por costumbre antes de las prácticas cantar algunos
mantras o palabras sagradas para preparar el espíritu y la emoción de los alumnos, favoreciendo
así la concentración y meditación a la hora de integrar las técnicas marciales.
Inteligencia Naturalista: Gracias a su conocimiento vasto de la agricultura, Ueshiba logra entender
la practica marcial como un cultivo de valores y costumbres, su sentido critico y observación de los
fenómenos naturales le dieron la base para depurar los movimientos inspirados en las mas
variadas manifestaciones naturales, como la rotación de la tierra o el movimiento envolvente de
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las olas del mar. Es común que en las explicaciones de las técnicas los profesores e instructores
hagan menciones de estos fenómenos naturales a sus alumnos.
Inteligencia Interpersonal: el contacto con distintos tipos de personas con las cuales practicó
Morihei Ueshiba, le dio la capacidad de entender los problemas y limitaciones de cada practicante.
Esa capacidad le permitía hacer correcciones detalladas a cada uno de sus alumnos y en la
actualidad es un modelo de enseñanza que se sigue practicando.
Inteligencia Intrapersonal: Ueshiba, nacido en disminución de sus capacidades físicas, logra
entender el mundo de una forma diferente, en cada arte marcial que practicó antes de desarrollar
su propio estilo, entendió que no se ajustaban a su forma de entender la vida, por tanto estuvo
siempre en proceso de búsqueda y perfección.
La muerte de su padre y de sus primeros hijos, obligaron a Ueshiba a enfrentarse a los mas
difuminados secretos de la vida, tanto propia como la del resto de los seres humanos. En esta
búsqueda de respuestas, encontró un camino llano de creación que le permitió dar explicación
personal a las desdichas y sufrimiento propio y de la humanidad.
En el acto más grande de humildad ofrece este conocimiento a todo aquel que quiera practicarlo,
entendiendo que si logró encontrar un camino de exploración fue porque tuvo la bendición de
encontrarlo primero. Ofreciéndolo especialmente a las personas carentes de reflexión o
entendimiento propio.
Conclusiones:
Para finalizar este análisis, es necesario inferir el carácter atemporal de la obra de Morihei Ueshiba
puesto que trabaja desde lo más básico del sustrato humano, que es el cuerpo, como soporte
orgánico de la mente y las emociones que son la base de la creatividad.
Gracias a la experimentación de la práctica los alumnos desarrollan una apertura hacia la
experiencia, consolidando a través de ésta aptitudes y actitudes necesarias para la creatividad.
Todas las prácticas son distintas, Se comparte y practica con distintos alumnos incluso de otras
escuelas de aikido. Simbólicamente esto nos acostumbra a trabajar e interrelacionarnos con
distintos tipos de personas, Abriéndonos a nuevas experiencias.
La tolerancia a la frustración se practica simbólicamente a través de las caídas, entendiendo el
equilibrio no como algo estático, sino como un Desequilibrio dinámico controlado. Esto nos
permite ajustarnos a los cambios que vivimos día a día y nos capacita para ofrecer respuestas
satisfactorias a los problemas cotidianos.
El cultivo de la voluntad de obra, hace que la misma disciplina marcial se propagué hasta los otros
aspectos de la vida del practicante, logrando así cambios perdurables y sustentables en el tiempo.
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Bibliografía:
A Life in Aikido: The Biography of Founder Morihei Ueshiba. Kisshomaru Ueshiba – 1998.
Aikido. El Maestro y el Método. Tomás Sánchez – 2001.
Aikido: O la Armonía de la Naturaleza, Mitsugi Saotome – 1986.
Creatividad. El Fluir y la psicología del descubrimiento y la invención. Mihaly Csikszentmihalyi –
1998.
Creativity in context: Update to "The Social Psychology of Creativity." Teresa M. Amabile – 1996.
Fluir. Una Psicología de la Felicidad – Mihaly Csikszentmihalyi – 1998.
La Práctica Del Monje Zen. Daisetz Teitaro Suzuki – 1934.
Mentes Creativas. Una Anatomía de la Creatividad Humana. Howard Gardner – 1995.
Aikido, Creatividad en Movimiento.