1. Los Gemelos Mágicos
El moderno condominio abría su llamativa puerta, el ruido que venía desde el frente les
informaba que la jornada de trabajo había terminado, el suave rugir de cada una de las partes que
la componen y el fresco olor a cera que ellas distribuían, les anticipaba la llegada a casa.
Su casa, se llamaba “Brown Door”, en alusión, al color marrón que se veía en la madera de
su gran puerta; de hecho tenía un coqueto cartel que se ubicaba sobre la bella entrada. Un lugar
fantástico según contaban a sus familiares europeos en sus misivas, lleno de magia y de grandes
personajes, ellas y ellos, de negocios, un lugar donde el culto por la imagen era esencial y donde
cada uno de sus integrantes cumplía un rol bien definido. Se sentían a gusto y eran muy queridos,
de hecho cuando salían eran despedidos con aplausos y cuando regresaban generaban una
expectativa muy grande en el resto de los habitantes, ya que sus anécdotas eran muy ricas de
contenido, muy valiosas y por lo general venían acompañadas de una cuota muy grande de…Éxito.
Eran como dos gotas de agua al caer de una misma rama, idénticos y muy bellos, alguno
de sus colegas me comentaría con el tiempo que eran sencillamente, Perfectos, solo sus nombres
correctamente identificables en su indumentaria hacían posible que se pudiera saber quién era
uno, quien el otro. Eran muy finos pero a la vez sobrios, muy cuidados en su estética pero sin
exageración en el detalle, tremendamente señoriales pero no tan formales y muy simpáticos a la
hora de entrar en acción o simplemente al convivir con sus vecinos. Eran de poco salir, una o dos
veces al mes nada más, el resto del tiempo se la pasaban retozando en su pequeño y cálido
departamento, diseñado especialmente para ellos y con el detalle mágico de un techo de vidrio,
claro y reluciente que les permitía observar gran parte de las viviendas y lugares comunes del
condominio.
“D” y “S”, eran sus nombres, así eran como se presentaban a sus vecinos del 3er Piso del
Elegante Condominio “Brown Door”, así era como los saludaban sus colegas, porque era un lugar
donde viven importantes participantes del mundo de los negocios, como te contaba antes, y ellos
no eran la excepción. Allí solían recuperar el aliento luego de importantes incursiones de trabajo
donde solían acompañar a su Jefe, se acostaban en sus Camas de seda y se rodeaban de una
fuerte cinta a la altura media de su cuerpo que les permitía descansar erguidos hasta que el deber
los volviera a convocar.
Habían llegado a la Argentina a fines del mes de Enero del año 2011, su Jefe los había
contactado en la bella Firenze Italiana, sobre la Via Calzaioli 65r en el Local de la Firma Ugolini e
Figli, en el Centro Histórico de la Ciudad. Allí, su Jefe actual, los vio por primera vez y rápidamente
acordó con sus superiores de ese momento para poder conseguir sus servicios; pocos minutos
bastaron para ponerse de acuerdo, su cachet estaba a la vista de quien quisiera contar con ellos.
De esa manera, acomodaron su estampa, llenaron sus maletas con su experiencia y formación
italiana y mudaron su estilo al Cono Sur del Planeta. Creados y nacidos en la tierra del Comercio,
forjados y estampados en un terreno donde el arte de negociar es parte de la cultura y de la
2. historia de un pueblo milenario, “Di” and “eS”, porque también tenían amigos Angloamericanos
que los llamaban así en el Barrio, arribaron a nuestro país, la Argentina, para desparramar su
historia en las mejores oficinas y recepciones de nuestro medio.
Antes de acomodarse para el descanso, puesto que ya venían de hermosos y bellos
salones o amplias oficinas o auditorios, permítaseme la reiteración, donde habían degustado hasta
con su cuerpo de exquisitas comidas, se daban un tiempo para analizar su trabajo con sus vecinos
más próximos, otro par amigos del Lugar que eran fanáticos de la Cerveza Guinnes y que habían
arribado al “Brown Door” desde la mítica Dublín apenas un par de años después que ellos; a veces
se sumaban otros al grupo como los Muchachos del Futbol, la dupla Catalana o los Mendocinos,
en alusión también a su origen, como el caso de estos último que eran una fija en los viajes del
Jefe a Mendoza, vaya uno a saber porque, a pesar de haber nacido en pleno Centro de Buenos
Aires y ser más porteños que una buena porción de Muzzarella de “Guerrín”.
Así, que ya aprestándose para recargar las energías, escucharon el grito de los Irlandeses
que les preguntaban acerca de su día de trabajo. Por eso me hago aun costado como narrador, mi
querido Vendedor, por un momentito, para escuchar también a los protagonistas y luego seguir
con mi relato.
- Como andan la dupla del Éxito…?, seguimos rompiendo records y seguimos invictos…?
- Muy bien, muchachos - para todos, no solo a los Irish -, por suerte nos fue muy bien,
estuvimos a la altura de las expectativas, bien acompañados y por lo que escuchamos al
Jefe a la vuelta, todo salió redondo.
El clima era de felicidad y de alegría porque, como te decía al comienzo cada uno cumplía un rol y
apoyaba fuertemente al Jefe en sus negocios, así que escuchar de los Gemelos que eran
verdaderos Cerradores de Ventas semejante noticia, generaba un clima de Fiesta; es más los
Irlandeses ya querían arrancar para el Bar, pero eso dependía del Jefe. Pero aparecen de vuelta los
muchachos del Brown Door…
- Que pasó entonces no nos hagan esperar…?, - requirió al unísono el grupo de inquisidores
Vuelvo a la narración porque estos muchachos o se van por las ramas o se quedan colgados de la
manga, y ya verás en algún momento de esta historia o de la próxima tal vez, que autoridad tenía
yo para tomar el relato.
Tomó la palabra “D”, que a esta altura lo podemos presentar con su nombre completo y
no solamente con su identificación, que era “Destra” y planteo el escenario
La reunión de negocios tenía como objetivo la venta de un servicio de Courier
internacional en gran volumen a una firma que realizaba movimientos de Comercio Exterior con
Italia importando ladrillos de colores para la construcción de viviendas, en una gama muy variada
de tonos, muy modernos y además a diferencia de los más conocidos en el mercado local estos
eran en lenguaje vulgar, de plástico duro; obviamente las especificaciones técnicas eran mucho
más profesionales y completas.
3. Si bien las negociaciones estaban avanzadas y los competidores se encontraban fuera de
esta última reunión, en aquella tarde noche de Septiembre iba a estar presente uno de los
Directores de la firma que se iba a encontrar por primera vez con ellos, con los Gemelos, con su
Jefe, con el Jefe del Jefe y seguramente con alguien más. Por tal motivo, como decimos en Ventas,
no iba a haber,… “Una Segunda Oportunidad para una Primera Impresión”…
La Venta tiene momentos cambiantes sin ninguna duda, y como venimos diciéndolo, una
de las analogías más claras fue, es y será el deporte, en especial el Futbol. En 5 minutos quien no
podía ganar un partido lo hace, o quien tiene todas las de ganar a pesar de estar potenciando sus
fortalezas puede sucumbir y perder su Objetivo en cuestión de segundos. Pero así como estas
situaciones son comunes, suceden, claro que suceden, muchas veces se resuelven por detalles y
esos pequeños momentos de atención suelen terminar de cerrar negocios, o simplemente romper
el hielo que permita dar la estocada final.
En un momento de la reunión, el Jefe estuvo cara a cara con el interlocutor esperado,
acompañado en ese momento únicamente por el Proveedor local y representante de la firma
toscana en la Argentina. El hombre en cuestión un Italiano alto se presentó como Enrico Conti,
nativo de la Ciudad de Fiesole ubicada a escasos 10 Km de la Ciudad de Firenze. Era una persona
muy amable pero también muy seria, estaba entre una posición defensiva y ofensiva, no mostraba
las cartas ni comentaba mucho y se dedicaba más a escuchar que a hablar; la palabra estuvo casi
media hora en poder del representante local, un porteño total, nativo del barrio Flores, simpático
como pocos, chanta como casi ninguno, pero la realidad es que el formaba parte de la Empresa y
cualquier opinión contraria de parte de Conti lo iba a hacer cambiar de opinión en un minuto hacia
la firma del Jefe.
El monologo seguía hasta que Conti, levantó su mano derecha interrumpiendo y mirando a los
ojos al jefe le espetó…
- Aún con las excelentes referencias que tengo de Ud. y de su Empresa, porque debería
contratarlo cuando tiene para mí, un costo superior a otros prestadores del mercado que
también tienen el expertise necesario
Volviendo al conclave nocturno solo por un instante, te cuento que tomó la palabra “S”, a quien
también presentamos como, “Sinistra” y con movimientos ampulosos de su escaño inferior
comentó que presagió lo peor…, que nervios por favor, exclamaban los futboleros y los
mendocinos entre otros.
El Jefe, casi tan nervioso de lo que estaría años después, el 2 de Mayo de 2018 cerca de las 21:50
hs, (solo para entendidos) en el estadio de Lanús, pero sin demostrarlo tomó una copa de
Champagne de la bandeja del mozo que oportunamente pasaba por el sector, lo miró a los ojos a
Conti y le explicó
- No puedo ni me compete opinar porqué mis colegas tienen un precio, apenas, más bajo,
pero sí puedo decirle Enrico que…- dejando un espacio de tiempo para la reflexión final.
4. - MI precio se compone de una combinación de costos reales y una sana rentabilidad que
me permite asegurarle un servicio de excelencia y que además, perdure en el tiempo.
En ese momento acercó la copa a sus labios, tomó un breve sorbo y al realizar este movimiento
dejó al descubierto a “Destra”, que se desprendía del blanco inmaculado de su portadora y dejaba
ver su forma circular, fina y delicada. Con una base de tela finamente entrelazada y de un color
difícil de describir entre crema y piel, allí, erguida en su centro, se lucía una magnifica Flor de Lis.
- Grazie, Graziasss, Grazie… - Balbuceo el Sr. Conti perdiendo de foco su correcto español
- Es una buena respuesta y me parece muy clara - recuperando el Centro…
- De hecho es una pregunta que siempre hago y la política que se emplea es denostar a la
competencia
El Jefe estaba en sus anchas, y se mostraba firme en la conversación que ya no era monólogo, sino
una descontracturada, compartida y divertida charla; aunque Conti seguía pensativo, mirándolo,
hasta que volvió a interrumpir…
- Le puedo hacer una pregunta más…?
- Por supuesto Enrico, que desea saber…?
Y en una, ráfaga, situación, imagen, momento, como quieras llamarlo vendedor, de unos pocos
segundos que parecieron eternos, que no pasaban más y que siempre queremos que vuelen,
como los proyectiles de cuero que suelen sobrevolar el área del arquero cuando se va ganando el
partido clave y este no termina, el Jefe esperaba el bombazo final.
- ¿Dónde compró esos Gemelos…? Ud. sabe que soy Toscano, Fiorentino y ver esa figura me
desequilibra de manera tan emotiva y placentera que es muy difícil de describir.
- Lo se Sr. Conti, pero que ellos estén hoy conmigo forma parte de mi atuendo para esta
oportunidad, no es ninguna estrategia personal hacía Ud., sino propia de mí, me
acompañan siempre en ocasiones como estas, tienen nombre, “Destra e Sinistra”, y son
para mí, mis Gemelos Mágicos, se los presento - e invitó a su interlocutor a revisarlos con
supremo orgullo.
La charla prosiguió, el Porteño Proveedor Local, el Loco Juan Manuel Luraschi, que en algún
momento aparecerá en nuestro Mundo Vendedor, se dedicó a disfrutar y a escuchar. Los minutos
que se transformaron en una hora, fácil, fueron un ir y venir de anécdotas pintadas en Celeste y
Blanco como así también en Verde, Blanco y Rojo. El origen de los Gemelos, las comidas y la
promesa de, en su próximo viaje ver un buen partido de futbol. Luego Conti le dejó un último
comentario a la vista de todos.
- Lo sucedido no cambia mi visión de Ud. y de su firma, pero me permite tener la
tranquilidad de la confianza, ya que…“no intentó superar a su adversario sino superarse a
sí mismo”…
5. Según Sinistra, fue él quien le dijo a Destra de que pinchara la mano del Jefe para tomar la
Copa y así este pudiera cerrar la respuesta. Según Sinistra, él fue quien vio que Il Capo necesitaba
ayuda y como ellos también eran “Fiorentini”, sabía que iban a causar impacto en el amigo Conti.
Como Narrador de esta historia, me queda reflexionar que las ventas se resuelven por
detalles y esos mínimos acontecimientos a veces son simplemente mágicos, por ello no hay que
minimizar el impacto que tiene la imagen en la tarea del Vendedor, lo que resalta y define, como
nos presentamos al cliente. Yo presenté a mis Amigos, del “Brown Door”, fieles compañeros de
mañanas, tardes y noches de ventas, que algunos como estos locos vienen de afuera pero que los
hay criollos como los Futboleros (dos hermosas pelotas de futbol en metal y Negro), los
Mendocinos (Hermosos nuditos en tela roja) o los Irlandeses (dos lindas pintas de Guinnes), o
simplemente aquellos que a vos, Vendedor, te acompañan en cada ocasión, de tela, de chapa, con
Iniciales, de Oro, con compañeros como la Corbata y el pañuelo, por ejemplo…
Lo que importa es que son parte de tu atuendo y suelen darte una mano…¡¡¡Mágica!!!