El final del viaje de Lois se aproxima, averigua si nuestro amigo trotamundos por fin de una vez por todas puede encontrar a su querida rosa del atardecer
18. Y en el transitorio camino del Bardo*
hacia la impoluta inmortalidad
el alma de Loís se disponía hacia la
posibilidad infinita que le proporcionaba
la eternidad para trasmutar
indefinidamente en tiempo y
espacio hasta encontrar
a su amadísima y dulcísima
“Rosa del atardecer”
*En algunas creencias el Bardo se refiere la transición que
sobrelleva el alma al morir el cuerpo físico para adaptarse al “más allá”