Los psicópatas se caracterizan por la falta de empatía y remordimientos. Carecen de la capacidad de ponerse en el lugar de los demás y no sienten culpa. Pueden relacionarse socialmente pero ven a las personas como objetos. Aunque no nacen psicópatas, desarrollan esta condición desde muy temprana edad debido a características como falta de miedo o ansiedad. Son difíciles de tratar e identificar. Algunos llevan vidas relativamente normales mientras otros son extremadamente violentos.
4. Los psicópatas son muy buenos manipuladores
Entre las características del psicópata destacan
la falta de empatía —son incapaces de
ponerse en el lugar de los demás— y la
carencia de remordimientos —no tienen
conciencia—. «La falta de empatía es
efectivamente la imposibilidad o la
incapacidad para ponerse en el lugar de otra
persona, pero los psicópatas se caracterizan
por un ausencia de empatía emocional, más
que intelectual. Es decir: un psicópata puede
entrar en tu cerebro e intentar imaginar qué
piensas; sin embargo, jamás podrá comprender
cómo te sientes. Es como intentar explicarle los
colores a un daltónico. ¿Cómo se puede
explicar la empatía y las emociones a un
psicópata?».
5.
6. Un psicópata puede llegar a
relacionarse social o
intelectualmente, pero ven y tratan
a las personas como objetos
el psicópata no nace
psicópata, pero que el individuo
desarrolla muy pronto esa
malformación mental. La psicopatía
no se desarrolla en la adolescencia
y, por supuesto, nadie se conviene
en un psicópata a los 30 ó 40 años:
la psicopatía comienza a revelarse
a los 3, 4 ó 5 años. Y aún hay algo
más angustioso: no importa en qué
entorno familiar se nazca
7. Un psicópata puede nacer
en cualquier familia
el psicópata es una
persona que desde muy
niño tiene unas
características personales
muy concretas, como la
falta de miedo, o la falta de
ansiedad, el gusto por una
vida fácil y la tendencia a
ser impulsivo... Estos
individuos no pueden ser
inhibidos o formados por el
entorno del mismo modo
que las personas normales.
8. Tal parece que los psicópatas no pudieran sentir o manejar sus
propias emociones, incluidas las de culpa o remordimiento. El
psicópata es incapaz de empatizar y de establecer lazos
afectivos con su entorno. Todo ello le lleva a acometer sus
impulsos pasando por encima de cualquier norma social o
moral. Así, muchos de los asesinos en serie son psicópatas: sus
acciones violentas carecen de pasión o de descontrol; suelen
tener una gran capacidad para la planificación y encuentran
placer en hacer daño y matar. Sin embargo, no se entregan al
crimen para liberar tensiones, sino como una fuente de deleite.
9. Los psicópatas responden de un modo parecido ante
palabras o imágenes que al resto nos hieren
emocionalmente, ellos responden como si se les
mostraran objetos comunes e intrascendentes. Sus
cerebros se activan del mismo modo ante la imagen de
una ejecución y la imagen de una casa
lo único que se ha hecho con estas personas ha sido
encerrarlas ya que si salen a una sociedad cometerán los
mismos errores .
10. los psicópatas se
encuentran entre los
más difíciles.
Y uno de los
problemas para tratar
esta enfermedad en
concreto es que resulta
extremadamente difícil
identificarlos.
11.
12. hay psicópatas que pueden llevar
una vida social más o menos
normalizada mientras que otros son
extremadamente violentos y
peligrosos. La diferencia, al
parecer, reside simplemente en la
cantidad: «Como se dice
vulgarmente, hay psicopatines y
psicopatones; es decir, hay
personas que tienen una tendencia
a la agresividad tan elevada y
tienen tanta dificultad para
controlar sus impulsos que pueden
llegar a matar».
Pero la «cantidad» no es un baremo
fijo: una psicopatía leve puede
llegar a ser grave y peligrosa
dependiendo de las circunstancias