La unificación italiana involucró la anexión del Reino de Piamonte y otros estados italianos, la expulsión de los austriacos con la ayuda de Francia, y la conquista del sur de Italia por Giuseppe Garibaldi. Esto llevó a la proclamación del Reino de Italia en 1861, aunque Roma y Venecia aún no estaban incluidas, lo que se logró en las décadas siguientes.