Ogum fue el hijo mayor de Oduduá, fundador del reino de Ifé. Ogum expandió los dominios de su padre a través de la guerra y fundó su propio reino en la ciudad de Irê, donde fue conocido como Ogum Onirê. En la religión Candomblé brasileña, Ogum se asocia con la guerra, la conquista y la violencia impulsiva. Los mitos de Ogum también enfatizan su naturaleza impulsiva y su papel como juez imparcial. Tras matar a la mayoría de los habitantes de su
1. Ogum.
Ogum había sido el hijo mayor de Oduduá, fundador de reino de Ifé.
Guerreando contra los territorios vecinos, Ogum expandió los dominios del reino de
su padre hasta fundar su propio reino en la ciudad de Irê, siendo llamado de Ogum
Onirê (Ogum rey de Irê), que, en Brasil, da nombre a una de las cualidades de este
orixá (VERGER, 2002).
En cultos más arcaicos Ogum también es asociado a la caza y a la agricultura,
dominios de otro orixá, Oxossi, de quien aparece como padre, ora como hermano
(PRANDI, 2001). Entretanto, fue su aspecto guerrero el que más se difundió en los
cultos afro-brasileros, volviéndose la divinidad masculina asociada a la lucha y a la
conquista impiedosa, muchas veces ligada a la impulsividad y a la violencia, como
vemos en esta reza registrada por Verger (2002)
Ogum que, teniendo agua en casa, se lava con sangre,
Los placeres de Ogum son los combates y las luchas. [...]
Ogum que corta a cualquiera en pedazos más o menos grandes.
Ogum que usa un sombrero cubierto de sangre.
Ogum, tu eres el miedo en la floresta y el temor de los
cazadores.
El mata el marido en el fuego y a la mujer en el hornillo.
Ele mata al ladrón y el propietario de la cosa robada.
Ele mata al propietario de la cosa robada y a aquel que critica esta acción.
El mata a aquel que vende un saco de paja y a aquel que lo compra. (VERGER,
2002: 88)
El arquétipo impulsivo y violento de Ogum también está presente en su mito de
origen, como vemos en este otro pasaje, retirado de un mito registrado por Prandi
(2001):
Ogum era el rey de Irê, Oni Irê, Ogum Onirê.
Ogum usaba una corona sin franjas llamada acorô. Por eso
también era llamado Ogum Alacorô.
Se cuenta que, habiendo partido para la guerra, Ogum volvió a Ire después de
mucho tiempo.
Llegó un día en que se realizaba un ritual sagrado. La ceremonia exigía la guarda
total del silencio. Nadie podía hablar con nadie. Nadie podía dirigir o mirar a nadie.
Ogum sentía sed y hambre, pero nadie lo atendía. Nadie lo oía, nadie hablaba con
él.
Ogum pensó que no habia sido reconocido. Ogum se sintió despreciado. Después de
haber vencido en la guerra, su cidad no lo recibía. [...]
Humillado y enfurecido, Ogum, espada en mano, se puso a destruir todo y a todos.
Cortó la cabeza de sus subditos. Ogum se lavó con sangre. Ogum estaba vengativo.
Entonces, la ceremonia religiosa terminó y con ella la imposición del silencio fue
2. suspendida. Imediatamente, el hijo de Ogum, acompañado por un grupo de subditos,
viendo el pedido del padre. Ellos rindieron los homenajes devidos al rey y al gran
guerrero Ogum. [...]
Pero ogum estaba inconsolable.
Habia matado a casi todos los habitantes de su ciudad. No se dió cuenta de las
reglas de una ceremonia tan importante para el reino. Ogum sentia que ya no podia
ser rey. [...] Estaba arrepentido de su intolerancia, avergonzado por tamaña
precipitación. [...]
No tenía medida su tormento y no había posibilidad de autocompasión. Ogum
entonces clavó su espada en el suelo y en un instante de segundo la tierra se abrió
y él fue tragado suelo abajo.
Ogum estaba en el Orum, el Cielo de los dioses, no era más humano. Se habia
vuelto un orixá.
Si “el arquetipo del orixá guerrero es el de las personas violentas e impulsivas”
(VERGER, 2002:95), el mito de arriba también resalta su imparcialidad en ejercer a
justicia.
El es el dueño del hierro, que sirve para fabricar armas e instrumentos de trabajo. Por
este motivo, Ogum es el representante no solo del conquistador, sino también del
trabajador manual, del operario, de aquel que transforma la materia-prima en
producto terminado. Es orixá de la actividad creadora del hombre sobre la naturaleza.
El ritmo dedicado a Ogum es el adarrum, de andaza rápida y fuerte. Los pasos de su
danza, del mismo nombre, cargan estas mismas características.
Podemos definir la danza de Ogum a partir de la siguiente secuencia de acciones:
I- Pequeños saltos en el mismo lugar, en el centro del barracão,
acompañado por gestos de las manos en diagonales, cortando el aire. Cuerpo
levemente inclinado hacia adelante.
II- Aceleración del paso y corrida;
III- Parada delante de los atabaques y vuelve al movimiento I.
IV- Giro sobre el propio cuerpo volviendo nuevamente al movimiento I.
3. Los movimientos de Ogum son rápidos, ejecutados en corto tiempo. Las manos
representadas, están tensas y rectas, empleando bastante fuerza de resistencia a la
gravedad. Y los pies, también están igualmente rígidos, presentan mayor ligereza al
correr, tocando el piso pocas veces, especialmente cuando ocurre el salto.
Ya vimos que las manos erectas simbolizan la espada del guerrero. Ellas celebran sus
conquistas y sus luchas. Ogum se mueve por todo el espacio del centro de la roda del
Xirê, inquieto y ágil, como el arquetipo ligado al guerrero. Podemos atribuir el giro de
Ogum también al simbolismo del centro, visto anteriormente, como la mayoría de los
giros dentro del candomblé, que celebran y afirman el mundo sagrado. Cuando Ogum
gira sobre si mismo afirma su reino, su potencia de guerrero y el povo de santo
celebra, saludando al dios de la guerra: Ogunhê!
Traducción: Nicolás Rodríguez.
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- COSTA DE PAIVA, Kate Lane; O CONHECIMENTO ENCORPORADO: ASPECTOS
DA DANÇA DOS ORIXÁS NO CANDOMBLÉ; Rio de Janeiro; 2009