Los puelches habitaban originalmente el centro de Argentina hasta el siglo XVIII, cuando una epidemia de viruela diezmó su población. Eran cazadores nómadas que se dedicaban a la caza del guanaco, base de su alimentación, vestuario y vivienda. Vivían en toldos de cuero transportables y creían en deidades como Tukutzual y Arraken, así como en ceremonias como los sacrificios y ritos funerarios.
2. Los puelches, cuyo
nombre significa
“hombres del este”,
formaron junto a los
tehuelches, huarpes
y querandi la cultura
de las pampas de
Argentina y Uruguay.
Ocuparon,
originariamente, una
gran zona en el
centro de Argentina,
hasta el siglo XVIII,
en que una una
epidemia de viruela
dejó muy pocos
supervivientes.
3. Eran cazadores y
recolectores.
Que en un principio se
dedicaron a la recolección
de alimentos, pero más
tarde, con el uso de
herramientas como las
boleadoras -instrumento
compuesto de 2 o 3 bolas de
piedra forradas de cuero, se
transformaron en cazadores
nómadas, llegando hasta el
sector oriental de la
cordillera de los Andes en
busca de la caza del
guanaco, base de su
alimentación, vestuario y
vivienda. Después de la
llegada de los españoles
4. Sus viviendas eran el toldo de cuero, transportable,
hecho con una serie de palos terminados en horqueta y
dispuestos rectangularmente en el suelo, cubiertos con
otros palos encima y el todo recubierto con cuero de
caballo, con el pelo hacia fuera; por lo común tenían
dos entradas, en direcciones contrapuestas. El trabajo
del cuero se hacia con un raspador de piedra primero, y
luego con un sobador de piedra áspera y porosa
untándolo con grasa.
5. Los puelches creían en una alta divinidad que
llamaban Tukutzual, pero no se sabe que fuese
objeto de un culto particular. También creían en el
genio del mal: Arraken, causante de las
desgracias, las enfermedades y la muerte. Su
representante era Elel, y ambos intervenían en
momentos importantes de la vida: nacimiento,
entrada en la pubertad, casamiento, etcétera.
Cuando alguien moría se le envolvía en su manto
y era enterrado con sus armas y ornamentos al
lado; se practicaba luego el sacrificio de sus
animales y su toldo era reducido a
cenizas. Tambien tenian ceremonias funerarias.