El documento propone realizar primarias abiertas y regionalizadas para elegir al candidato presidencial de la izquierda chilena. Estas primarias permitirían a todos los ciudadanos mayores de 18 años, incluidos los no inscritos, participar en la elección. El país se dividiría en seis zonas y la votación se llevaría a cabo durante seis semanas, una por zona, verificando la identidad de cada votante a través de un sistema computacional para evitar duplicados.