2. La Inquisición fue un tribunal
eclesiástico establecido en
Europa durante la Edad Media
para castigar los delitos contra la
fe. Sus víctimas eran las brujas,
los homosexuales, los
blasfemos, los herejes (cristianos
que niegan algunos de los
dogmas de su religión) y los
acusados de judaizar en secreto.
Los acusados eran interrogados,
a veces mediante torturas, y
ejecutados si se les encontraba
culpables, requisándose sus
bienes.
3. Según la Iglesia Católica, se adoptó el método de la
tortura (lo cual era socialmente aceptada civilmente
en el contexto de la época) solo en casos
excepcionales. El procedimiento inquisitorial se
regulaba minuciosamente en las prácticas de
interrogación. No todos los métodos de tortura
aceptados civilmente eran aceptados por la Iglesia
Católica y para que un acusado fuese enviado a
tortura, debía ser perseguido por un crimen muy
grave (un ataque a la Fe de la Iglesia era gravísimo
porque ponía en duda los cimientos de una paz social
fundada en la Fe) y el tribunal debía tener también
sospechas fundadas de su culpabilidad.
4. A pesar del uso de la tortura, el procedimiento inquisitorial
representa un avance en la historia de la legislación. Por un lado,
definitivamente descartó el uso de la ordalía como medio de
obtención de pruebas, reemplazándola por el principio de prueba
testimonial, el cual todavía tiene vigencia en las legislaciones de la
actualidad. Por otro lado, se restablece el principio del Estado
como fiscal o parte acusadora. Hasta ese tiempo, era la víctima la
que tenía que demostrar la culpabilidad de su agresor, incluso en
los procedimientos criminales más graves, esto frecuentemente
era muy difícil cuando la víctima era débil y el criminal poderoso.
Pero en la Inquisición la víctima no es más que un simple testigo,
tal y como sucede en la actualidad. Era la autoridad eclesiástica
quien ahora tenía sobre sí la carga de la prueba.
5. En Italia, Galileo Galilei (1564-1642) fue obligado
por la Inquisición a declarar que su teoría
heliocéntrica era una hipótesis, la cual no podía
demostrar científicamente, que situaba al Sol en
el centro de todo, en contra de la creencia que
situaba laTierra como el centro del universo. El
sistema copernicano podía interpretarse como
un simple cambio de sistema de referencia, que
simplificaba el cálculo astronómico del
movimiento de los cuerpos celestes, sin
necesidad de un cambio en la concepción
metafísica del mundo.
6. Si bien la teoría heliocéntrica es hoy en día ampliamente
aceptada, la postura de la Iglesia católica mantiene un
dejo de justificación de sus actos pasados.
Según algunos estudiosos, se le solicitó a Galileo pruebas
sobre la teoría heliocéntrica pero éstas nunca les fueron
proporcionadas, en su lugar se presentaron indicios de
carácter experimental pero insuficientes para una
demostración bajo método científico. La Iglesia católica al
observar los trastornos ocasionados por la supuesta falta
de prudencia científica, y por declarar como verdad un
hecho hipotético, junto con diversas infracciones
disciplinarias, decidió censurar a Galileo siendo obligado
en su primera condena (1616) a no seguir publicando
acerca del sistema heliocéntrico.
7. Ante la polémica, se hizo una nueva revisión (mediada por la Iglesia) del
casoGalileo en 1979, pero la comisión que nombró al efecto en 1981 y
que dio por concluidos sus trabajos en 1992, tras efectuar un estudio
completo del proceso judicial confirmó una vez más la tesis de que
Galileo carecía de argumentos científicos para demostrar el
heliocentrismo en la época en que fue publicado originalmente. Sostuvo
la inocencia de la Iglesia como institución y la obligación de Galileo de
prestarle obediencia y reconocer su magisterio, justificando la condena y
evitando una rehabilitación plena. El cardenal Ratzinger, prefecto de la
Congregación para la Doctrina de la Fe, expresó en 1990, citando al
filósofo agnóstico Feyerabend: «En la época de Galileo la Iglesia fue
mucho más fiel a la razón que el propioGalileo. El proceso contra Galileo
fue razonable y justo». En una carta enviada a los cardenales católicos, el
papa Juan Pablo II exhortó a la Iglesia a reconocer los errores cometidos
“por sus hombres, en su nombre”, y les anima a arrepentirse.
8. Según la opinión de Michael Segre de esta manera se
revalida la posición de que la Iglesia tiene derecho a
decidir qué tesis científicas pueden ser defendidas y cuáles
deben ser prohibidas, y a condenar y castigar a los que
defiendan estas últimas.
Feyerabend, que en un estudio sobre la Inquisición afirma
que en la época de Galileo la Iglesia fue mucho más fiel a la
razón que el propio Galileo.
La versión según la cual las acusaciones contra la
Inquisición son calumniosas o exageradas empezó con un
estudio de Jacques Mallet du Pan en 1784 y fue reeditada
múltiples veces durante dos siglos, y en esencia dice que
Galileo paradójicamente fue mejor teólogo que científico.
9. Se suele hablar de dos procesos contra Galileo: el primero en
1616, y el segundo en 1633. A veces sólo se habla del segundo. El
motivo es porque Galileo fue denunciado a la Inquisición romana y
el proceso fue adelante, pero no se llegó a citar a Galileo delante
del tribunal: el denunciado se enteró de que existía la denuncia y el
proceso a través de comentarios de otras personas, pero el
tribunal nunca le dijo nada, ni le citó, ni le condenó. Por eso, con
frecuencia no se considera que se tratara de un auténtico
proceso, aunque de hecho la causa se abrió y se desarrollaron
algunas diligencias procesales durante meses. En cambio, el de
1633 fue un proceso en toda regla: Galileo fue citado a comparecer
ante el tribunal de la Inquisición de Roma, tuvo que presentarse y
declarar ante ese tribunal, y finalmente fue condenado.
10. Se trata de dos procesos diferentes, separados por unos años;
pero están relacionados, porque lo que sucedió en el de 1616
condicionó en gran parte lo que sucedió en 1633.
En 1619, un decreto inquisitorial condena su obra por primera vez.
Haciendo caso omiso, Galileo publica en 1629 su Diálogo sobre los
sistemas máximos, el deTolomeo y el de Copérnico. Es procesado
entonces por la Santa Inquisición, obligado a abjurar, condenado
como hereje y a prisión domiciliaria el 22 de junio de 1633, la
primera parte de la cual la cumplió en el palacio episcopal de su
amigo el arzobispo de Siena, y la segunda en su villa florentina.
Los Médicis, después de abandonarlo a su suerte, dejan de
representar la emancipación de la razón y pierden así la influencia
intelectual que ejercieron en aquella época.
11. Entre 1266 y 1586 se
realizaron, sólo en Francia,
por lo menos sesenta
juicios contra animales en
los tribunales de la
Inquisición - aunque este
tipo de juicios tuvieron
lugar en todo el Occidente
cristiano - según lo que el
historiador Michel
Pastoureau ha encontrado
en los archivos de los
documentos judiciales.
12. Un ejemplo citado por Pastoreau es el de la cerda que fue
declarada culpable por el asesinato del bebé Jean Le Maux
y fue vestida como humana, torturada, mutilada y
condenada a muerte a pesar de que no confesó frente a
ningún cura, luego de nueve días de juicio en Falaise, en
1386. Sin embargo, en 1457, en Savigny-Sur, en Borgoña,
el tribunal logró, bajo tortura, la confesión de otra cerda
que había asesinado a otro pequeño de cinco años. En otro
caso la condena fue más fuerte porque el cerdo cometió
su crimen un viernes de vigilia, pecado mayor. Los juicios
contra animales incluían, al igual que los de las brujas,
exposición, acarreo, vejaciones, torturas para el castigo
ejemplarizante y la humillación pública y, finalmente la
destrucción del cadáver mediante el fuego.