Las dos cenas: una para vida y otra para perdición
1. Las dos cenas postreras; una para vida y otra para perdición
¿De cual cena serás participe? ¿cenarás o te cenarán?
Apocalipsis 19:
9 Y el ángel me dijo: Escribe:
Bienaventurados los que son
llamados a la cena de las
bodas del Cordero. Y me dijo:
Estas son palabras verdaderas
de Dios.
Apocalipsis 19:
17 Y vi a un ángel que estaba en
pie en el sol, y clamó a gran
voz, diciendo a todas las aves
que vuelan en medio del
cielo: Venid, y congregaos a la
gran cena de Dios,
18 para que comáis carnes de
reyes y de capitanes, y carnes
de fuertes, carnes de caballos
y de sus jinetes, y carnes de
todos, libres y esclavos,
pequeños y grandes.
Instrumento: Pastor Orangel Carrasquillo Peña
2. Todos nosotros estaremos en una de la cenas pero hay
una que diferencia a la otra y es en cuanto a su
vestimenta espiritual
Gran cena para los que se van con Cristo:
(Lucas 14:16-24)
Mateo 22:
8 Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad
están preparadas; mas los que fueron convidados
no eran dignos.
9 Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las
bodas a cuantos halléis.
10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a
todos los que hallaron, juntamente malos y buenos;
y las bodas fueron llenas de convidados.
11 Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a
un hombre que no estaba vestido de boda.
12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar
vestido de boda? Mas él enmudeció.
13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies
y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí
será el lloro y el crujir de dientes. (Efesios 4:24-25)
14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.
3. ¿Que quiere decir juntamente malos y buenos;
y las bodas fueron llenas de convidados?
Todos estamos invitados (llamados),pero
al final solamente el que haga la
voluntad de Dios, ese será escogido.
(Romanos 3:23 y 1 Juan 2:2)
Mateo 13:
47 Asimismo el reino de los cielos es
semejante a una red, que echada en el
mar, recoge de toda clase de peces;
48 y una vez llena, la sacan a la orilla; y
sentados, recogen lo bueno en cestas,
y lo malo echan fuera.
49 Así será al fin del siglo: saldrán los
ángeles, y apartarán a los malos de
entre los justos,
50 y los echarán en el horno de fuego; allí
será el lloro y el crujir de dientes.
4. ¿Quién nos viste para la boda?
Isaías 61:
10 En gran manera me gozaré en
Jehová, mi alma se alegrará en
mi Dios; porque me vistió con
vestiduras de salvación, me
rodeó de manto de justicia,
como a novio me atavió, y
como a novia adornada con
sus joyas.
11 Porque como la tierra produce
su renuevo, y como el huerto
hace brotar su semilla, así
Jehová el Señor hará brotar
justicia y alabanza delante de
todas las naciones.
Zacarías 3:
3 Y Josué estaba vestido de
vestiduras viles, y estaba
delante del ángel.
4 Y habló el ángel, y mandó a los
que estaban delante de él,
diciendo: Quitadle esas
vestiduras viles. Y a él le dijo:
Mira que he quitado de ti tu
pecado, y te he hecho vestir
de ropas de gala.
5. ¿Cuál es nuestra responsabilidad en cuanto a esa
vestimenta que nos da Dios para la boda?
Marcos 8:
34 Y llamando a la gente y a sus
discípulos, les dijo: Si alguno
quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, y tome
su cruz, y sígame. (Gálatas
5:24-25 y Colosenses 3:12-15)
Romanos 13:
12 La noche está avanzada, y se
acerca el día. Desechemos,
pues, las obras de las tinieblas,
y vistámonos las armas de la
luz. (Juan 8:12)
13 Andemos como de día,
honestamente; no en
glotonerías y borracheras, no
en lujurias y lascivias, no en
contiendas y envidia,
14 sino vestíos del Señor
Jesucristo, y no proveáis para
los deseos de la carne.
6. Hay unas vestimentas que tendrán manchas y otras estarán limpias ; las
limpias están reservados para salvación y las sucias están reservados para
castigo
2 Pedro 2:
9 sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar
a los injustos para ser castigados en el día del juicio;
10 y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan
en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío.
Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de las
potestades superiores,
11 mientras que los ángeles, que son mayores en fuerza y en
potencia, no pronuncian juicio de maldición contra ellas
delante del Señor.
12 Pero éstos, hablando mal de cosas que no entienden,
como animales irracionales, nacidos para presa y
destrucción, perecerán en su propia perdición,
13 recibiendo el galardón de su injusticia, ya que tienen por
delicia el gozar de deleites cada día. Estos son
inmundicias y manchas, quienes aun mientras comen
con vosotros, se recrean en sus errores.
14 Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar,
seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón
habituado a la codicia, y son hijos de maldición.
Judas 1:
24 Y a aquel que es
poderoso para
guardaros sin caída,
y presentaros sin
mancha delante de
su gloria con gran
alegría,
25 al único y sabio Dios,
nuestro Salvador, sea
gloria y majestad,
imperio y potencia,
ahora y por todos los
siglos. Amén.
7. La gran cena de los que se quedan es que
servirán para la cena de los pájaros
Isaías 18:
4 Porque Jehová me dijo así: Me estaré quieto, y
los miraré desde mi morada, como sol claro
después de la lluvia, como nube de rocío en el
calor de la siega.
5 Porque antes de la siega, cuando el fruto sea
perfecto, y pasada la flor se maduren los
frutos, entonces podará con podaderas las
ramitas, y cortará y quitará las ramas.
6 Y serán dejados todos para las aves de los
montes y para las bestias de la tierra; sobre
ellos tendrán el verano las aves, e invernarán
todas las bestias de la tierra.
7 En aquel tiempo será traída ofrenda a Jehová de
los ejércitos, del pueblo de elevada estatura y
tez brillante, del pueblo temible desde su
principio y después, gente fuerte y
conquistadora, cuya tierra es surcada por ríos,
al lugar del nombre de Jehová de los ejércitos,
al monte de Sion.
Apocalipsis 19:
17 Y vi a un ángel que estaba en
pie en el sol, y clamó a gran
voz, diciendo a todas las aves
que vuelan en medio del
cielo: Venid, y congregaos a la
gran cena de Dios,
18 para que comáis carnes de
reyes y de capitanes, y carnes
de fuertes, carnes de caballos
y de sus jinetes, y carnes de
todos, libres y esclavos,
pequeños y grandes.
8. Para cenar y no ser cenado hay una opción, aceptar a
Jesucristo como salvador y vestirse de él con sus ejemplo y
acciones
1 Pedro 2:
21 Pues para esto fuisteis llamados; porque
también Cristo padeció por nosotros,
dejándonos ejemplo, para que sigáis
sus pisadas;
22 el cual no hizo pecado, ni se halló
engaño en su boca;
23 quien cuando le maldecían, no
respondía con maldición; cuando
padecía, no amenazaba, sino
encomendaba la causa al que juzga
justamente;
24 quien llevó él mismo nuestros pecados
en su cuerpo sobre el madero, para que
nosotros, estando muertos a los
pecados, vivamos a la justicia; y por
cuya herida fuisteis sanados.
25 Porque vosotros erais como ovejas
descarriadas, pero ahora habéis vuelto
al Pastor y Obispo de vuestras almas.
1 Juan 2:
4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda
sus mandamientos, el tal es
mentiroso, y la verdad no está en él;
5 pero el que guarda su palabra, en éste
verdaderamente el amor de Dios se
ha perfeccionado; por esto sabemos
que estamos en él.
6 El que dice que permanece en él, debe
andar como él anduvo.
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