1. Juan 12:
25 El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida
en este mundo, para vida eterna la guardará.
26 Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí
también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi
Padre le honrará.
27 Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre,
sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta
hora.
28 Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del
cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.
29 Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía
que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le
ha hablado.
30 Respondió Jesús y dijo: No ha venido esta voz por causa
mía, sino por causa de vosotros.
31 Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe
de este mundo será echado fuera.
32 Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí
mismo.
33 Y decía esto dando a entender de qué muerte iba a
morir.
Juan 14:
27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy
como el mundo la da. No se turbe vuestro
corazón, ni tenga miedo.
28 Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a
vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado,
porque he dicho que voy al Padre; porque el
Padre mayor es que yo.
29 Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que
cuando suceda, creáis.
30 No hablaré ya mucho con vosotros; porque
viene el príncipe de este mundo, y él nada
tiene en mí.
31 Mas para que el mundo conozca que amo al
Padre, y como el Padre me mandó, así hago.
Levantaos, vamos de aquí.
Instrumento: Pastor Orangel Carrasquillo Peña
2. Job 1:
6 Un día vinieron a presentarse delante de Jehová
los hijos de Dios, entre los cuales vino
también Satanás.
7 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes?
Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De
rodear la tierra y de andar por ella.
8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a
mi siervo Job, que no hay otro como él en la
tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios
y apartado del mal?
12 Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que
tiene está en tu mano; solamente no pongas tu
mano sobre él. Y salió Satanás de delante de
Jehová.
Zacarías 3:
1 Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual
estaba delante del ángel de Jehová, y
Satanás estaba a su mano derecha para
acusarle.
2 Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh
Satanás; Jehová que ha escogido a
Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón
arrebatado del incendio?
3 Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y
estaba delante del ángel.
4 Y habló el ángel, y mandó a los que estaban
delante de él, diciendo: Quitadle esas
vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he
quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir
de ropas de gala.
Lucas 22:
31 Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí
Satanás os ha pedido para zarandearos
como a trigo;
32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú,
una vez vuelto, confirma a tus hermanos.
3. Ezequiel 28:
14 Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el
santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las
piedras de fuego te paseabas.
15 Perfecto eras en todos tus caminos desde el día
que fuiste creado, hasta que se halló en ti
maldad.
16 A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste
lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te
eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las
piedras del fuego, oh querubín protector.
17 Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura,
corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor;
yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te
pondré para que miren en ti.
18 Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de
tus contrataciones profanaste tu santuario; yo,
pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te
consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a
los ojos de todos los que te miran.
19 Todos los que te conocieron de entre los pueblos
se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para
siempre dejarás de ser.
Isaías 14:
12 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero,
hijo de la mañana! Cortado fuiste
por tierra, tú que debilitabas a las
naciones.
13 Tú que decías en tu corazón: Subiré
al cielo; en lo alto, junto a las
estrellas de Dios, levantaré mi
trono, y en el monte del testimonio
me sentaré, a los lados del norte;
14 sobre las alturas de las nubes subiré,
y seré semejante al Altísimo.
15 Mas tú derribado eres hasta el Seol, a
los lados del abismo.
Lucas 10:
18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del
cielo como un rayo.
4. Judas 1:
6 Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino
que abandonaron su propia morada, los ha
guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas,
para el juicio del gran día; (serán liberados
tiempo postrero Apocalipsis 9:1-11)
7 como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las
cuales de la misma manera que aquéllos,
habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra
naturaleza, fueron puestas por ejemplo,
sufriendo el castigo del fuego eterno.
Nota: La palabra infierno se refiere en este caso a
abismos profundos.
G5020
ταρταρόω tartaróo; de Τάρταρος Tártaros, (el
abismo más profundo del Hades); encarcelar
en el tormento eterno:-arrojar al infierno.
Nota: Si estos principados y potestades son
gobernadores de las tinieblas, en el reino de Dios
no hay tinieblas; sino en la tierra en el mundo que
conocemos.
1 Juan 5:
19 Sabemos que somos de Dios, y el mundo
entero está bajo el maligno.
Efesios 6:
12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino
contra principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de
este siglo, contra huestes espirituales de
maldad en las regiones celestes.
13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que
podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo,
estar firmes.
14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad,
y vestidos con la coraza de justicia,
15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis
apagar todos los dardos de fuego del maligno.
2 Pedro 2:
4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino
que arrojándolos al infierno los entregó a
prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio;
(serán liberados tiempo postrero Apocalipsis 9:1-11)
5 y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé,
pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo
el diluvio sobre el mundo de los impíos;
6 y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de
Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de
ejemplo a los que habían de vivir impíamente,
5. Apocalipsis 1:
17 Cuando le vi, caí como muerto a sus
pies. Y él puso su diestra sobre mí,
diciéndome: No temas; yo soy el
primero y el último;
18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he
aquí que vivo por los siglos de los
siglos, amén. Y tengo las llaves de
la muerte y del Hades.
1 Juan 3:
8 El que practica el pecado es del diablo;
porque el diablo peca desde el
principio. Para esto apareció el Hijo
de Dios, para deshacer las obras
del diablo.
Nota: si apareció Cristo a deshacer
las obras del Diablo es porque este
último operaba en la tierra.
Hebreos 2:
13 Y otra vez: Yo confiaré en él. Y de
nuevo: He aquí, yo y los hijos que
Dios me dio.
14 Así que, por cuanto los hijos
participaron de carne y sangre, él
también participó de lo mismo, para
destruir por medio de la muerte al
que tenía el imperio de la muerte,
esto es, al diablo,
15 y librar a todos los que por el temor de
la muerte estaban durante toda la
vida sujetos a servidumbre.
16 Porque ciertamente no socorrió a
los ángeles, sino que socorrió a la
descendencia de Abraham.
6. Colosenses 2:
8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y
huecas sutilezas, según las tradiciones de los
hombres, conforme a los rudimentos del mundo,
y no según Cristo.
9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la
Deidad,
10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de
todo principado y potestad.
11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión
no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo
pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;
12 sepultados con él en el bautismo, en el cual
fuisteis también resucitados con él, mediante la
fe en el poder de Dios que le levantó de los
muertos.
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la
incircuncisión de vuestra carne, os dio vida
juntamente con él, perdonándoos todos los
pecados,
14 anulando el acta de los decretos que había contra
nosotros, que nos era contraria, quitándola de en
medio y clavándola en la cruz,
15 y despojando a los principados y a las
potestades, los exhibió públicamente, triunfando
sobre ellos en la cruz.
Apocalipsis 12:
10 Entonces oí una gran voz en el cielo,
que decía: Ahora ha venido la
salvación, el poder, y el reino de
nuestro Dios, y la autoridad de su
Cristo; porque ha sido lanzado
fuera el acusador de nuestros
hermanos, el que los acusaba
delante de nuestro Dios día y
noche.
11 Y ellos le han vencido por medio de
la sangre del Cordero y de la
palabra del testimonio de ellos, y
menospreciaron sus vidas hasta la
muerte.
12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que
moráis en ellos. ¡Ay de los
moradores de la tierra y del mar!
porque el diablo ha descendido a
vosotros con gran ira, sabiendo
que tiene poco tiempo.
7. Juan 12:
25 El que ama su vida, la perderá; y el que
aborrece su vida en este mundo, para vida
eterna la guardará.
26 Si alguno me sirve, sígame; y donde yo
estuviere, allí también estará mi servidor. Si
alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
27 Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré?
¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto
he llegado a esta hora.
28 Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una
voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré
otra vez.
29 Y la multitud que estaba allí, y había oído la
voz, decía que había sido un trueno. Otros
decían: Un ángel le ha hablado.
30 Respondió Jesús y dijo: No ha venido esta voz
por causa mía, sino por causa de vosotros.
31 Ahora es el juicio de este mundo; ahora el
príncipe de este mundo será echado fuera.
32 Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos
atraeré a mí mismo.
33 Y decía esto dando a entender de
qué muerte iba a morir.
Apocalipsis 12:
10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía:
Ahora ha venido la salvación, el poder, y el
reino de nuestro Dios, y la autoridad de su
Cristo; porque ha sido lanzado fuera el
acusador de nuestros hermanos, el que
los acusaba delante de nuestro Dios día y
noche.
11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre
del Cordero y de la palabra del testimonio de
ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la
muerte.
12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en
ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del
mar! porque el diablo ha descendido a
vosotros con gran ira, sabiendo que tiene
poco tiempo.
Nota: Con la muerte y resurrección Victoria de
Jesucristo el ascendía y el diablo descendía.
8. Zacarías 3:
1 Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba
delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a
su mano derecha para acusarle.
Juan 14:
27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy
como el mundo la da. No se turbe vuestro
corazón, ni tenga miedo.
28 Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a
vosotros. Si me amarais, os habríais
regocijado, porque he dicho que voy al
Padre; porque el Padre mayor es que yo.
29 Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para
que cuando suceda, creáis.
30 No hablaré ya mucho con vosotros; porque
viene el príncipe de este mundo, y él nada
tiene en mí.
31 Mas para que el mundo conozca que amo al
Padre, y como el Padre me mandó, así hago.
Levantaos, vamos de aquí.
Hechos 2:
32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros
somos testigos.
33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo
recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha
derramado esto que vosotros veis y oís.
34 Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice:
Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,
35 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus
pies.
Romanos 8:
32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo
entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará
también con él todas las cosas?
33 Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el
que justifica.
34 Quién es el que condenará? Cristo es el que murió;
más aun, el que también resucitó, el que además
está a la diestra de Dios, el que
también intercede por nosotros.
9. Apocalipsis 12:
10 Entonces oí una gran voz en
el cielo, que decía: Ahora ha
venido la salvación, el poder,
y el reino de nuestro Dios, y
la autoridad de su Cristo;
porque ha sido lanzado
fuera el acusador de
nuestros hermanos, el que
los acusaba delante de
nuestro Dios día y noche.
11 Y ellos le han vencido por
medio de la sangre del
Cordero y de la palabra del
testimonio de ellos, y
menospreciaron sus vidas
hasta la muerte.
Juan 16:
7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo
me vaya; porque si no me fuese, el
Consolador no vendría a vosotros; mas si me
fuere, os lo enviaré.
8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de
pecado, de justicia y de juicio.
9 De pecado, por cuanto no creen en mí;
10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me
veréis más;
11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este
mundo ha sido ya juzgado.
Romanos 8:
32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que
lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos
dará también con él todas las cosas?
33 Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios
es el que justifica.
34 Quién es el que condenará? Cristo es el que
murió; más aun, el que también resucitó, el
que además está a la diestra de
Dios, el que también intercede por
nosotros.
10. Biblia de Estudio Arcoíris RVR 1960.
Holman Bible Publishers, Nashville,
Tennessee.1995
Diccionario Expositivo Nuevo
Testamento Vine W.E. Editorial Grupo
Nelson.1998
www.casadejubiloyconsagracion.blogspot.com