El documento compara el trigo y la cizaña mencionados en el Evangelio de San Mateo, que representan respectivamente el bien y el mal en la iglesia. Habla sobre la lucha entre el Sembrador de Dios y el Enemigo, y cómo aunque el trigo y la cizaña se parecen, sus opciones verdaderas se verifican en la historia, como lo demostraron san Cipriano y san Agustín ante crisis en la iglesia. Finalmente propone que seamos buena tierra para cultivar valores a través del diálogo y la construcción