1. Engañar al cerebro
DAVID STEVEN CASTILLO LOPEZ
906 JM
INFORMATICA
COLEGIO NACIONAL NICOLAS
ESGUERRA
2. El experimento de Ganzelf
El experimento Ganzfeld: este experimento
consiste en la emisión de ruido blanco o
estático por ejemplo con una radio mientras
se tienen limitad de una pelota de ping pong
colocada encima de cada ojo. reclinado en un
diván o cama. En pocos minutos se comienza
a
experimentar una extraña distorsión
sensorial
que a algunos sujetos le hacen ver caballos
trotando entre las nubes y a otros escuchar la
voz de parientes fallecidos.
3. El increíble dolor menguante
El pasado mes, investigadores de
la Universidad de Oxford, anunciaron el
descubrimiento de un nuevo y poderoso
analgésico: unos binoculares invertidos. Estos
instigadores comprobaron que cuando una
persona miraba su mano herida por el
extremo contrario de los binoculares y verla
más pequeña hacía que el dolor disminuyera
de igual manera. Esto demuestra que
sensaciones como el dolor son moduladas por
lo que vemos.
4. La ilusión de la mano de goma
El primer paso consiste en ocultar nuestra propia
mano en el interior de una caja o debajo de la
mesa de manera que no podamos verla. Tras esto
debemos situar sobre la mesa una mano falsa de
tal forma que, desde nuestro punto de vista,
parezca que es nuestra mano. Un compañero
tocará a la vez nuestra mano y la falsa en el mismo
punto. Tras unos minutos sentiremos que la mano
falsa se ha convertido en nuestra mano real. Si
nuestro compañero golpeara la mano falsa o la
punzara sentiríamos un intenso dolor al estar
nuestro cerebro convencido de que se trata de una
extensión real de nuestro cuerpo.
5. Las luces de Purkinje
Jan Purkinje fue uno de los fundadores de la moderna
neurociencia. Desde pequeño experimentaba con las
luces que se formaban cuando cerraba los ojos y se
colocaba en frente del sol moviendo su mano
rápidamente tapando y descubriendo la
luz sucesivamente. Después de pocos segundos
aparecían lo que describía como “bellas formas” que cada
vez se volvían más complicadas. Posteriormente se
confeccionaron visores que simulaban estos
destellos lumínicos que parecían cortocircuitar la corteza
visual. Estas alucinaciones se producen por la necesidad
constante de sentir la realidad por lo que el cerebro se
empeña en descifrar la cacofonía de impulsos sensoriales
que se producen con los destellos.
6. La ilusión de pinocho
Requiere dos sillas colocadas una detrás dela
otra y una venda. La persona que se sienta en
la silla trasera se colocará la venda y tocará la
nariz de otra persona sentada en la
silla delantera. Al mismo tiempo colocará su
otra mano en su propia nariz y comenzará a
acariciar suavemente ambas narices. Tras
aproximadamente un minuto más del 50% de
los individuos sienten que su nariz
es extremadamente larga.