Este documento presenta las ideas principales de un curso para catequistas. Enfatiza la importancia de hacer memoria del camino recorrido con Dios para experimentar Su fidelidad, y de prepararse bien para enriquecer mutuamente a la comunidad. También destaca la necesidad de los catequistas de conocer profundamente a Jesucristo para servir como Sus discípulos y dar testimonio con sus vidas y acciones.
2. Motivación y sentido de la sesión
La fidelidad de Dios, la experimentamos en
nuestra propia vida personal, solo la podemos
sentir cuando hacemos memoria en el camino
que El mismo nos ha hecho recorrer y de como
nos ha ido formando y educando
Este camino, Dios nos ha hecho recorrer en
medio de una nube de testigos y a través de
mediaciones humanas, eclesiales, culturales e
históricas
3. Todo ello, para acogernos y configurarnos con
Jesucristo, enviado por el Padre a evangelizar
Y ello solo se alcanza en Iglesia y desde la
Iglesia, como comunidad que se reúne para
contar las maravillas de Dios y poder avanzar
con esperanza y alegría, aun desde nuestras
propias fragilidades
Esto nos pide abrirnos con confianza a nuestros
hermanos, con una actitud de fe y
corresponsabilidad. El señor estará siempre en
medio de nosotros, si vivimos la común unión
4. Cuanto mayor sea nuestra actitud de
sencillez, en la comunicación y la comunión,
cuanto mayor sea tu preparación, mayor
será el enriquecimiento mutuo en la
comunidad
De ahí que podemos visualizar muy
claramente, la necesidad de ahondar; hoy
mas que nunca en nuestra preparación
5. Lectura y Meditación debe ser nuestra experiencia.
Dt. 8, 2-20
Como veremos, el pueblo de Israel no ha cesado de
releer la historia a la luz de la Fe, para recordar y
reconocer como el Señor de la historia lo ha conducido,
lo ha educado, y descubrir así, como avanzar hacia su
plena realización
Flp. 1, 3-11
Pablo en cambio, no cesa de dar gracias y orar por los
suyos, al recordar y reconocer la fidelidad de Dios, en
acciones a través de la vida de los que Él ha llamado
6. Recuerda y reconoce (para cada uno de
nosotros). El camino que Dios te hecho recorrer,
tus respuestas y resistencias, tus éxitos y
fracaso, y descubre hacia donde quiere
conducirte hoy a ti el Señor
Hagamos memoria: ¿cómo El Señor se ha hecho
presente en tu historia personal para buscarte y
llamarte en tu ministerio?
¿Qué Caminos te hecho recorrer en y con la
Iglesia, a través de los acontecimientos, de la
historia de tu familia y de tu pueblo?
¿qué descubres en ella de la acción de Dios?
7. ¿Te ha ido formando en una verdadera
actitud de Discípulo y Apóstol de Jesús entre
tu pueblo e Iglesia?
¿hacia dónde te conduce el Señor?
¿qué signos del espíritu descubres o
disciernes en tu pueblo, …. en sus luchas,
problemas y aspiraciones y poder hacer que
entre y se sientan Iglesia?
Leemos los Nros. 191 y 192 de Aparecida
8. El Catequista según el Evangelio:
Jn. 15,8 nuestro propósito será ver como existe
una interrelación profunda entre ser Discípulo y
la eficacia apostólica
Podemos decir que: “la santidad misma del
Catequista contribuye a la eficacia del propio
ministerio”
Jn. 15, 1-27; Hb. 2, 10-18 a través de estos
textos queremos dispones nuestro corazón y
nuestra inteligencia para buscar juntos lo que
significa y la importancia de Vivir como
Discípulos el ministerio Catequético
9. Ahora, el pueblo de Dios siente la necesidad
de Presbíteros y Catequistas: Discípulos, que
tengan una profunda experiencia de Dios,
configurados con el corazón del Buen Pastor.
Pero también Presbíteros y Catequistas
llenos de misericordia, disponibles para
administrar el sacramento de la
reconciliación y de la escucha y la escucha
es parte de nuestro ministerio
10. Y ustedes, quien dicen que Soy
El seguimiento de Jesús, no es la simple
reproducción de un modelo o la imitación de las
actitudes de un personaje. Por la Fe caminas
tras las huellas de un viviente que está con
nosotros y nos traza la senda a recorrer en el
acontecer de nuestra historia
El verdadero Discípulo en toda su existencia,
vive en permanente diablos con su maestro.
Avanza con los ojos fijos en aquel que inicia y
consuma su fe. (Heb. 12,2)
11. Y antes de actuar no cesa de preguntar con
admiración y docilidad “¿Quién eres Señor?”
Hch. 9,5 “¿Qué debo hacer Señor?” Hch. 22,10.
Jesús no es un personaje del pasado, ni se
puede reducir a un simple modelo. Tampoco es
un fantasma ni una creación de los hombres.
De ahí que, tenemos que darle la debida
importancia a su pregunta, que Él, viviente nos
hace: “y Ustedes (Tu), ¿Quién dicen que soy?”
Mt. 16, 13-23
12. Y antes de actuar no cesa de preguntar con
admiración y docilidad “¿Quién eres Señor?”
Hch. 9,5 “¿Qué debo hacer Señor?” Hch. 22,10.
Jesús no es un personaje del pasado, ni se
puede reducir a un simple modelo. Tampoco es
un fantasma ni una creación de los hombres.
De ahí que, tenemos que darle la debida
importancia a su pregunta, que Él, viviente nos
hace: “y Ustedes (Tu), ¿Quién dicen que soy?”
Mt. 16, 13-23
13. Este es el punto principal a preparar en nuestras
homilías, catequesis, misión etc.
Para ello el texto es solo una luz y una guía, no
más
Ahora bien. Yo, ¿cómo acojo esta pregunto qué
el maestro me hace a mí?, ¿quién es Jesús para
mí, que significa en mi vida, porque lo sigo o no
lo estoy siguiendo?
¿Qué respuesta estoy dando con mi vida y mis
acciones en mi familia y mi propio ministerio?
14. Conocer a Jesucristo, lo es todo:
“Conocer”, en el sentido biblio es unirse a
alguien, entrar en comunión de vida.
Junto con la Evangelización, el conocimiento de
Jesucristo, es don del mismo Dios y un signo de
los tiempos mesiánicos.
Pero la gracia, reclama una acogida comunitaria
de parte nuestra para lograrlo, no se da de
forma mágica si no hay apertura y acogida para
ello.
15. El conocimiento de Jesucristo es el principio y la
sima, es el camino de una vida de verdaderos
Discípulos en la misión apostólica, la misión nace
del cocimiento del Verbo Encarnado y nos llama a
vivir la comunión
El creyente da testimonio de su vida, cuando lo
practica en la comunidad y como Iglesia cuerpo
de Cristo
Para llegar a ser un verdadero Discípulo de
Jesucristo, es necesario conocerlo, saber quien es
Él y practica todo lo que Él nos enseña. Lc. 2, 25-
40 (el cantico de Simeón que sorprende a José y
María)
16. Lo que nos dice las Escritura:
Jn. 17,3; Ef. 3, 14-21.- Aquí no nos pide un
nuevo estudio del Evangelio, si no descubrir la
Grandeza, bondad y belleza del Verbo hecho
Carne. Diríamos, rumiar las escrituras para
saborear
Como ministros estamos llamados a dar a
conocer a Jesucristo, pero como María, también
hemos de recibir el conocimiento de las Pastores
(Lc. 2, 16-20), a quien los Ángeles le revelaron
diciendo: “Hoy, en la ciudad de David, les ha
nacido un salvador: el Mesías, el Seño”
17. El principio de todas nuestras acciones:
La misión del Verbo encarnado entre los
hombres, tiene su origen en el amor del Padre al
mundo. “Tanto amo Dios al mundo que entrego
a su hijo único para que el mundo tenga vida y
no perezca ninguno de los creen en El”: Jn. 3,16
Jesús, antes de confiar definitivamente a Pedro
la misión de pastorear a sus corderos y sus
ovejas, le pregunto por tres veces “Pedro ¿me
Amos?” (Jn. 21, 15-22). Su ministerio apostólico
se enraíza, en el amor al buen pastor y los suyos
18. Quien no ama se parece al mal Pastor que
dispersa y derrama. El amor a Dios en Jesucristo
une y acoge
El “amor del Pastor” nos lleva a darnos a nosotros
mismos para que el rebaño tenga vida y vida en
abundancia
Sin la compasión del buen Pastor por los fieles,
nuestro ministerio estará amenazado siempre solo
de un simple funcionalismo religiosa y no más
De ahí la necesidad de dejarnos guiar por el Don
del Espíritu Santo, solo el nos hacen entrar en
este amor del Buen Pastor
19. El nos lleva a hacernos todo en todos y para todos
Conocer a Jesucristo, para quienes hemos sido
convocados a ejercer este ministerio pastoral, es,
ante todo, dejar que Él siga amando y cuidando en
nosotros a aquellos que el Padre nos confía
En la Escritura:
Rom. 9, 1-5; 1Cor. 9, 19-23; 1Tes. 2, 1-12. ¿Cuál es la
diferencia entre un ministerio vivida a la manera
apostólica y a la manera de un puro funcionalismo?
20. Seria importante que en nuestros exámenes de
conciencia tengamos presente: ¿cómo actúo en
mi ministerio frente a los míos y los ajenos?
Trabajo
¿Cómo estamos viviendo en el ejercicio
cotidiano de nuestro ministerio lo que hoy
hemos visto?
¿Qué me pide el Espíritu Santo para avanzar,
como presencia del Buen Pastor en medio de mi
Comunidad?