El documento describe cómo las necesidades básicas impulsaron las primeras actividades del hombre primitivo que eventualmente llevaron al desarrollo de la civilización. Las necesidades de alimento, refugio y protección condujeron a actividades como la caza, recolección, fabricación de herramientas y vivienda en cuevas. Esto permitió la transición a la agricultura, la domesticación de animales y el surgimiento de las primeras comunidades sedentarias.