2. Cada día son más los dispositivos que se encuentran en el interior de los hogares y que
tienen algún tipo de conectividad. La proliferación de esta cantidad de dispositivos es
un claro síntoma de la aceptación de la Sociedad a la Información.
El uso de la computadora, servicios de telefonía, señal de televisión de paga y de
conexión a Internet en los hogares han dejado de ser un lujo y se han vuelto una
necesidad sin dejar de lado que esta pandemia nos a puesto a prueba en relación hogar
y tecnología.
Si se realiza un análisis retrospectivo de los últimos veinticinco años, sobre cómo las
TIC se han incorporado en la vida cotidiana, casi de forma imperceptible, es posible
destacar que hoy en día las sociedades actuales, en mayor o menor medida, están
inmersas en un consumo generalizado de "bienes y servicios tecnológicos" estudiamos,
nos informamos, vendemos y pagamos servicios desde la comodidad de nuestro hogar.
3. Dentro de esta nueva sociedad, los espacios educativos también se encuentran en
constante transformación, las nuevas estancias educativas se han reflejado en centros
virtuales de aprendizaje, sin embargo, estos nuevos escenarios requieren de una
reflexión hacia el uso e incorporación de las tecnologías, los contextos educativos
actuales deberán apostar por una integración crítica, en la cual se defina el ¿qué?, ¿por
qué? y ¿para qué? de su incorporación y aprovechamiento. Es sumamente necesario ver
a las tecnologías como medio y recurso didáctico mas no como un remedio para
resolver problemáticas dentro del ámbito educativo en donde las tecnologías sean un
medio mas y no el ultimo.
El integrar las TIC a las instituciones educativas nos va a permitir nuevas formas de
acceder, generar, y transmitir información y conocimientos, lo que nos abrirá las
puertas para poder flexibilizar, transformar, cambiar y buscar nuevas perspectivas de
forma mas variable.
4. El trabajo como fenómeno moderno no se puede entender sin la tecnología. La
configuración de ambientes de trabajo diferentes a través del teletrabajo y de las redes
inalámbricas ha terminado por disolver la frontera que existía entre el espacio de
trabajo y el espacio de la vida privada o íntima del trabajador, su tiempo libre y su
familia, cada vez es más común la realización de trabajo desde el hogar o sin un
horario definido, estableciendo el trabajo en función de proyectos o actividades
puntuales. Las teleconferencias, el uso de mensajería móvil, los celulares y otros
múltiples dispositivos tecnológicos han atravesado todas las relaciones humanas. El
trabajo a través de estos dispositivos se ha inmiscuido en la vida de cada individuo. Las
tecnologías permiten incrementar las expectativas y la calidad de vida a fin de
garantizar el derecho de toda persona a la seguridad social por el hecho de ser humano.
La precariedad de las condiciones de trabajo, la inestabilidad en el empleo, el
desempleo, la informalidad y la aparición de nuevas modalidades de empleo no deben
ser factores que imposibiliten garantizar una seguridad social efectiva y segura para
todos estos trabajadores que buscan salir adelante con las aplicaciones que ofrecen
empleo en base a la tecnología.