10. Datos del cuadro Autor Tiziano, Vecellio di Gregorio Título Dánae recibiendo la lluvia de oro Cronología 1553 Técnica Óleo Soporte Lienzo
11. Comentario del cuadro Hija de Acrisio, rey de Argos. Cuando Dánae nació, Acrisio consultó un oráculo que le dijo que un hijo de Dánae lo mataría. Para evitarlo, el rey encerró a su hija en una habitación de bronce, impidiendo que tuviera contacto con algún varón. Zeus, prendado de la belleza de Dánae, se introdujo en la habitación bajo la forma de lluvia de oro y dejó embarazada a la joven. El hijo que nació de esta unión fue el héroe Perseo, que mató a la Medusa y liberó a Andrómeda. En el cuadro aparece Dánae tumbada en el lecho y Zeus acercándose metamorfoseado en lluvia de oro. La criada recoge ansiosa el oro en su delantal.
12. Historia del cuadro Representa el de,quien había sido encerrada por su padre,el rey de,en el momento de ser tomada por en forma de lluvia de. Dos personajes conforman la escena. Una mujer desnuda, tumbada en la cama, con las piernas dobladas, la derecha casi recogida totalmente, y la izquierda apoyada en unas almohadas; y en el extremo opuesto, otra mujer, anciana, vestida de manera que enseña la espalda, que levanta con las manos un delantal. Del cielo llegan unas nubes que, primero se ennegrecen y después se tornan doradas. De esta masa vaporosa caen monedas. Por el título y por la acción del cuadro sabemos que se trata del momento en que la princesa Dánae recibe al divino Zeus, que se ha transformado en lluvia de oro. Cerca de la mujer desnuda yace un perro pequeño.
13. Historia del cuadro La mujer joven, de palidez nacarada, contrasta con la otra figura y con el resto del cuadro, con un movimiento hacia el primer término muy intenso, pero sin llegar a aislarse del contexto. Lleva pendientes, una pulsera y un anillo (en el dedo pequeño de la mano derecha). La boca está ligeramente abierta, y los cabellos caen por el seno izquierdo sin cubrirlo. Su mano izquierda reposa entre la ingle izquierda y el sexo. No se trata de una postura púdica y Dánae, que mira hacia arriba, hacia la manifestación divina, parece abandonarse, complaciente y entregada a la presencia de Zeus, sin ocultar los placeres que ello le provoca.
15. Metamorfosis de Ovidio Pero aun así a ambos consuelos grandes de su tornada figura su nieto les había dado, a quien, por él debelada, honraba la India, a quien celebraba la Acaya en los templos a él puestos. Sólo el Abantíada, de su mismo origen creado, Acrisio, queda, que de las murallas lo aleje de la ciudad de Argos y contra el dios lleve las armas; y su estirpe no cree que sea de dioses; pues tampoco de Júpiter ser creía a Perseo, a quien Dánae había concebido de pluvial oro.