1. Mario Cayo fue un político militar romano nacido en el 157 a.c
al 13 de enero del año 86 a.c. Hizo tantas reformas y tuvo tantos
éxitos militares que fue llamado tercer fundador de Roma. Fue
elegido cónsul siete veces en Roma, que como vimos en clase el
cónsul tenía el poder supremo, jefe del ejército y el que preside
en el senado.
Mario nació en Arpino, al sur del Lacio, en el seno de una
familia acomodada. Hay una leyenda que cuenta que un día
Mario encontró un nido de un águila con siete polluelos en su
interior. Las águilas se consideraban animales sagrados de
Júpiter, el dios supremo de los romanos, más tarde habría sido
analizado como un presagio que predecía su elección como
cónsul siete veces. Y después, como cónsul decretó que el
águila fuese el símbolo del Senado y el Pueblo de Roma.
2. En el año 108 a. C. Mario fue a Roma para
formar parte de las elecciones de cónsul
gracias a que Metelo le dejó su puesto. Metelo
no le dio el permiso, y le ofreció reconsiderarlo
y optar a dicho puesto con su hijo, que en ese
momento tenía 20. A partir de ese momento,
Mario comenzó su campaña para obtener el
consulado. Salustio afirma que esto fue muy
rápido. Ante esta situación (Mario necesitaba
el permiso de Metelo para abandonar su
puesto), Mario pasó el verano congraciándose
con las tropas, y gracias a su conducta
consiguió con respecto a ellos, comiendo su
misma comida y demostrando que no tenía
miedo en compartir ninguna de sus labores.
También buscó la aprobación de los
comerciantes italianos, sugiriendo que de estar
él al mando podría lograr una victoria fácil y
rápida en Numidia contra Yugurta. Los dos
grupos escribieron a Roma, hablando muy bien
de él y criticando las tácticas de Metelo. Tras
esto Metelo decidió ceder y dejarle ir, ante el
perjuicio que le causaría seguir manteniéndolo
como subordinado. Resumiendo, Mario
promulgó una ley y le votaron para elegirle
como cónsul.
3. Roma hacía frente a diversos movimientos
migratorios de bárbaros del norte: cimbrios y
.
teutones. Se trataba de emigrantes en busca
de tierras en las que asentarse que viajaban
en grupos numerosos. En el año 113 a. C.
algunos de los teutones llegaron a la
Nórica, poblada por aliados de Roma, y la
República romana reaccionó enviando al
cónsul Cneo Papirio Carbón con su ejército.
Cuatro años más tarde, en el año 109 a. C., se
produjo la llegada de los Cimbrios a la
Galia, y durante la Guerra Cimbria se
produciría la derrota del cónsul Marco Junio
Silano, y esto llevó a un malestar creciente en
las tribus célticas conquistadas en el sur de la
Galia. En el año 107 a. C., el cónsul Lucio
Casio Longino fue derrotado por una tribu
local y su oficial superviviente, Cayo Popilio
Laenas había salvado lo posible tras el
abandono de parte del equipamiento y tras la
humillación de pasar bajo el yugo. Se
produjeron varias guerras y las pérdidas de
vidas humanas durante la década precedente
ya habían sido duras, pero esta gran derrota y
la culpa aparente de la nobleza por su
arrogancia fue la gota que colmó el vaso. El
conflicto entre los optimates y los populares
comenzó a incrementarse volviéndose cada
vez más enconado.
.
4. A finales del año 105 a. C. Mario fue
elegido cónsul por segunda vez mientras
estaba todavía en África. Algún tiempo
después del año 152 a. C. se promulgó
una ley que establecía un lapso de
tiempo de 10 años que debería
transcurrir para que una misma persona
optase a otro consulado, e incluso existe
alguna evidencia de que alrededor del
año 135 a. C. hubo una ley que llegó a
prohibir los segundos consulados. Sin
embargo, en este momento habían
llegado noticias a Roma del avance de la
tribu de los Cimbrios, y para la
emergencia se eligió a Mario como
cónsul. La ley se repitió, y Mario fue
.
elegido durante cinco años consecutivos
(104 - 100 a. C.) en un hecho sin
precedentes en la historia de Roma..
5. Mario debía enfrentarse primero a los Teutones, que estaban en la Galia
Narbonense dirigiéndose a los Alpes. Rechazó librar batalla en su terreno,
y se retiró a Aquae Sextiae que bloqueaba el paso. Mario acampó cerca del
enemigo en una posición fortificada, y al poco de acampar se produjo una
pequeña refriega entre germanos y romanos por el control del acceso al
agua.23 El incidente se saldó con victoria romana, lo cual sirvió también
como inyección de moral para las tropas de la república, que se habían
visto capaces de derrotar al enemigo germano. La noche siguiente, Mario
envió un destacamento de 3000 hombres al mando de Marco Claudio
Marcelo para preparar una emboscada, esperando al contingente
principal. Al amanecer, Mario hizo formar al ejército en orden de combate
en la colina, y provocó a los teutones con su caballería.
Los romanos tenían orden de mantener la posición hasta que el enemigo
avanzara colina arriba, y Mario se mantuvo con ellos en primera fila para
inspirar a sus tropas, a pesar de que ello le suponía perder control sobre el
desarrollo global de la batalla..
La primera oleada de enemigos fue abatida con el lanzamiento de pila
desde lo alto de la colina,. Después cargaron los legionarios romanos, que
comenzaron a ganar terreno frente a los germanos. Cuando la batalla llegó
a la llanura, los romanos perdieron la ventaja de la altitud, logró así la
victoria. En la batalla final, los ambrones y teutones fueron aniquilados,
hasta el punto de que se habla de la captura de 100.000 prisioneros y de
un cuantioso botín.
Por su parte, el amigo de Mario, Quinto Lutacio Cátulo, no tuvo tanta
suerte. Intentó retener a los Cimbrios en el paso del Brennero, pero tuvo
que ceder y permitir su avance hasta el norte de Italia a finales de año.
.
Mario estaba en Roma, y tras ser nombrado cónsul nuevamente en el año
101 a. C., a la vez que rechazaba un triunfo por su victoria contra los
teutones, se dirigió al norte para unirse a Cátulo, prorrogado en el mando
un año más
6. Mientras Sila se encontraba combatiendo en Grecia,
estalló de nuevo la guerra entre los populares y los
optimates. Mario logró recabar apoyos suficientes, en
gran parte desde las colonias de veteranos del norte de
África, para regresar a Italia al mando de un ejército. Su
hijo le acompañaba. Dicho ejército se unió a las fuerzas
de Cina para derrotar a Octavio. En este momento el
ejército de Mario entró en Roma y, siguiendo sus
órdenes, algunos de sus soldados ejecutaron a aquellos
líderes que eran partidarios de Sila, incluyendo a
Octavio. Sus cabezas fueron expuestas en el Foro.
Cinco días después, Cina ordenó a sus tropas asesinar a
los soldados de Mario. Tras una matanza que
conmocionó a Roma, al parecer se habían ejecutado a
unos 100 nobles romanos. El Senado, ahora en control
de los populares dictó una orden exiliando a Sila, y
Mario fue nombrado nuevo general para la guerra en el
este. Cina, por su parte, fue elegido para un segundo
consulado, y Mario para un séptimo. Sin embargo, poco
más de un mes después de su vuelta a Roma, Mario
murió repentinamente, a la edad de 71, su epitafio reza:
"Odiado por sus enemigos y temido por sus amigos" .
Moneda romana con la efigie de
Cayo Mario.