A la hora de llevar a cabo el mantenimiento de nuestras puertas metálicas, uno de los elementos primordiales es la pintura de esta, es por ello que debemos tener en cuenta una serie de fases o pasos para realizarla de la mejor forma posible.
2. Uno de los pasos que se deben llevar a cabo a la
hora de mantener en perfectas condiciones las
puertas metálicas de nuestro hogar o empresa, es
sin duda alguna realizar labores de pintura de las
mismas.
Pero este proceso no consiste única y
exclusivamente en esconder la suciedad y los
deterioros debajo de una mano de pintura, ya que
esto sólo nos servirá para ampliar el espacio del
metal y crear costras que envejecen y hacen que
esta pierda lucidez y calidad.
3. Es por ello que antes
de aplicar dicha capa
de pintura,
necesitamos sanear,
tratar cada uno de los
desperfectos que esta
pueda tener, limpiar
todo bien, para que
nuestro tiempo y
esfuerzo, no sea
empleado en vano.
4. Antes de comenzar con nada debemos decapar, es
decir, retirar todas las capas antiguas de pintura
con las que cuente la puerta metálica en cuestión.
Esto debemos hacerlo así, ya que las capas
inferiores, ligeramente ablandadas por el
diluyente de la nueva capa de pintura, harán que
estas antiguas formen un colchón en el que se
asienta de manera ligera la nueva capa, haciendo
que se agriete esta última al mínimo golpe
recibido.
5. Esta superficie decapada
puede contener
diferentes zonas más
rugosas que deberemos
eliminar y suavizar
usando una lija. En este
caso si el metal queda al
descubierto es posible
que sea necesario la
aplicación de una
imprimación específica
para metales.
6. Una vez decapado y que la superficie este en
condiciones, podemos encontrar zonas con óxido,
este pueden llegar a convertirse en capas
protectoras gracias a los transformadores de
óxido, que, evidentemente, sólo será necesario
aplicar en aquello lugares en los que se halle
presencia del mismo.
Aún así hay pinturas que son aplicables
directamente en el metal que no necesitan
preparación previa, incluso directamente en zonas
con óxido sin riesgo futuro al agrietamiento.
7. Ahora bien, para preparar la superficie que
debemos pintar debemos llevar a cabo una serie
de sencillos pasos, pero a la vez muy importantes
para que la tarea de como consecuencia muy
buenos resultados.
• En primer lugar, debemos realizar un cepillado
energético para eliminar y desprender las capas
de pintura externas que estén más frágiles.
• Una vez realizado esto, aplicaremos el decapante
químico, de una manera abundante para que
disuelva la pintura sin problema alguno.
8. • Cuando este haya ablandado la
pintura, debemos levantar esta con
una espátula, utilizando un cepillo
metálico para acceder a aquello
rincones más ocultos y difíciles.
• Para finalizar este preparado de la
superficie a pintar, debemos lavar
todo con abundantes cantidades de
agua con el fin de frenear la acción
química que puede llegar a ejercer el
decapante, puesto que este puede
deteriorar la nueva pintura que
vayamos a aplicar.
9. Una vez que hemos llevado a
cabo esto, toca pintar nuestras
puertas metálicas, para ello
debemos lijar toda la superficie
para que quede igualada y
conseguir que esta se aplique
correctamente.
Una vez que ya este preparada,
desoxidada y seca, comenzamos
a aplicar la pintura definitiva con
un rodillo, cruzando de forma
constante la dirección de las
pasadas que vayamos dando.
10. 1. Aplicar la
imprimación
2. Pensar en el acabado
final teniendo en
cuenta los colores
elegidos.
3. Aplicar la pintura de
metal con un rodillo
de esmaltar.
4. Evitar la presencia
de polvo y otros
elementos.