Este documento describe los diferentes tipos de puertas automáticas para garajes, incluyendo puertas correderas, abatibles, basculantes, seccionales y enrollables. Explica los requisitos para automatizar cada tipo, como motores, carriles, mandos y fotocélulas de seguridad. También cubre los materiales comunes como acero, aluminio y poliuretano, y cómo las puertas automáticas mejoran la seguridad al dificultar el acceso no autorizado.
2. La entrada de nuestro garaje, se convierte en
algunas ocasiones en la puerta de entrada
principal a la vivienda, es por esto que debemos
poner especial cuidado a la hora de seleccionar
esta, teniendo en cuenta si esta es automática o
no, el material de la misma, que debe ir acorde a
las condiciones climatológicas de la zona en la que
vivimos, el tipo de puerta que necesitamos y los
accesorios esenciales para el correcto
funcionamiento.
3. En primer lugar debemos conocer cada una de las
puertas de garaje existentes y cómo sería el
proceso de automatización de las mismas, ya que
dependerá en muchas ocasiones del espacio
disponible el simple hecho de elegir o decantarnos
por una u otra.
El simple hecho que sean automáticas, nos
beneficiará a la hora de acceder a la vivienda sin
necesidad de tener que bajarnos del auto para
abrirla.
4. Viendo la tipología de estas encontramos por un
lado las puertas correderas, es decir, aquellas que
para abrirse se desplazan de un lado para otro por
medio de rieles en la parte superior, pero debemos
contar con espacio suficiente disponible para que
esta realice el recorrido por completo.
Su automatización es sencilla y sólo es necesario
contar con un motor, una creamllera atornillada a
esta y unos topes fotoeléctricos.
5. Por otro lado están las puertas automáticas
abatibles, las cuales cuentan con una o dos hojas
que se abren y cierran sobre unas bisagras. En
cuanto a espacio, deja toda la entrada despejada
pero necesita de gran amplitud para poder abrirse
completamente, mínima del ancho de esta. Para
conseguir que sea automática, necesitaremos uno
o dos brazos de motorización, un cuadro de
maniobras y fotocélulas de seguridad y herrajes
para la sujeción.
6. Siguiendo el recorrido por la tipología, están las
puertas basculantes, que cuentan con una o dos
hojas plegables que se elevan hacia el techo. Una
de las cosas que debemos tener en cuenta es que
cuando estas puertas abren, ocupan un pequeño
espacio delantero. Pero estas aprovechan al
máximo el espacio y para automatizarlas es
necesario contar con un motor, una guía, un
herraje curvo para sujetar la puerta y el debido
mando.
7. Existen también las puertas automáticas
seccionales, que están compuestas por paneles
ensamblados y unidos, los cuales se abren hacia
arriba deslizándose por carriles laterales.
Para automatizar este tipo de puertas es necesario
contar con un motor que soporte el peso de la
puerta, unos carriles guía de longitud adecuada,
una barra curva y un mando a distancia.
8. El último modelo que encontramos es el de las
puertas enrollables, estas son más utilizadas para
el cerramiento de locales, pero en garajes en
ocasiones también.
Estas van montadas sobre rieles laterales y un
potente eje superior en el que se enrolla la puerta,
a este eje se le puede colocar motores específicos
para enrollar y desenrollarla.
9. En cuanto a los materiales con los cuales pueden
estar fabricadas estas puertas automáticas pueden
ser diversos, pero en la mayoría de los casos,
suelen ser de acero y aluminio, aunque las
seccionales suelen tener una doble capa en las que
la que se encuentra en el interior puede ser de
poliuretano. Mencionar también que los acabados
de las mismas pueden ser de diferentes
materiales.
10. En cuanto a la seguridad, la mayoría de estas
puertas están creadas y diseñadas para que la
vivienda se encuentre en perfectas condiciones de
seguridad.
Es por ello que intentar abrirlas por medio de la
fuerza puede resultar muy difícil, por no decir
imposible, por lo que contar con una de estas es
marca de garantía del hogar.