2. La solidaridad se presenta como principio
social, virtud humana y virtud cristiana, que
brota de las nuevas relaciones de interdepen-
dencia entre hombres y pueblos.
« La solidaridad, que emana de la fraternidad
humana y cristiana, se expresa ante todo en
la justa distribución de bienes, en la
equitativa remuneración del trabajo y en el
esfuerzo en favor de un orden social más
justo. La virtud de la solidaridad se realiza
también en la comunicación de los bienes
espirituales de la fe, aún más importantes
que los materiales ». Compendio del Catecismo. 414.
3. Según el principio de la solidaridad,
toda persona, al ser miembro de la sociedad,
está indisolublemente ligada al destino de ella,
y por el Evangelio estamos unidos al destino de
la salvación de todos los seres humanos.
En razón de la solidaridad el
hombre debe contribuir con
sus semejantes al bien co-
mún de la sociedad.
Cuando los hombres, grupos, comunidades loca-
les, asociaciones, organizaciones, naciones y con-
tinentes participan en la vida económica, políti-
ca y cultural superan el individualismo social y
político.
4. Libertad gremial
Acceso a la información
Libertad de culto
Acceso a la educación
Salud Deporte
Cultura
Escolaridad básica
Educación superior
Derechos cívicos
Trabajo
Vivienda
Previsión social
Legislación laboral
5. Por otro lado, la solidaridad como virtud
cristiana se reviste específicamente de
gratuidad total, de perdón y de reconciliación.
La solidaridad en palabras de Juan
Pablo II se entiende como una
virtud humana que se expresa en :
"la determinación firme y perseverante de
empeñarse por el bien común; es decir, por
el bien de todos y cada uno, para que todos
seamos verdaderamente responsables de
todos. Por solidaridad vemos al ‘otro’ (per-
sona, pueblo o nación) como un ‘semejante’
nuestro" (SRS, 38,39e).
6. La solidaridad debe llegar
principalmente a los menos
favorecidos (ancianos, jóve-
nes inadaptados, personas
marginadas, migrantes, per-
sonas en situación de calle)..
“Entonces el prójimo no es solamente un ser
humano con sus derechos y su igualdad fun-
damental con todos, sino que se convierte
en la imagen viva de Dios Padre, rescatada
por la sangre de Jesucristo y puesta bajo la
acción del Espíritu Santo. Por tanto, debe
ser amado, aunque sea enemigo, con el mis-
mo amor con que le ama el Señor” (SRS 40).
7. Actualmente, la interdependencia está favoreci-
da por los medios de comunicación, que acerca a
los hombres entre sí y los empuja a buscar instru-
mentos eficaces para solucionar los conflictos
internacionales (SRS, 38-40b; CA 10c, 33 y 51).
Esta actitud solidaria
debe proyectarse :
con los grupos
las comunidades
los países
a través del
compromiso en la
vida económica,
política y cultural.
8. La solidaridad abarca la responsabilidad con
el bien común de nuestros contemporáneos:
resguardando las conquistas de las gene-
raciones pasadas
preparando un futuro más prometedor pa-
ra las generaciones venideras.
9. La solidaridad como actitud humana,
virtud cristiana y principio de la vida
social, se concretiza en :
una sana distribución de bienes.
la remuneración del trabajo.
el empeño por un orden social más
justo que considera los legítimos
intereses de los distintos sectores
de la sociedad.
el compartir de los bienes culturales
y espirituales que favorecen aque-
llas condiciones de vida dignas de
la persona humana (CCE 1940-1942).
10. La solidaridad como actitud humana,
virtud cristiana y principio de la vida
social, se concretiza en :
una sana distribución de bienes.
la remuneración del trabajo.
el empeño por un orden social más
justo que considera los legítimos
intereses de los distintos sectores
de la sociedad.
el compartir de los bienes culturales
y espirituales que favorecen aque-
llas condiciones de vida dignas de
la persona humana (CCE 1940-1942).