La solidaridad como principio social y virtud cristiana
1.
2. La solidaridad se presenta como principio social,
virtud humana y virtud cristiana, que brota de las
nuevas relaciones de interdependencia entre hombres
y pueblos.
« La solidaridad, que emana de la fraternidad
humana y cristiana, se expresa ante todo en la
justa distribución de bienes, en la equitativa
remuneración del trabajo y en el esfuerzo en
favor de un orden social más justo. La virtud de
la solidaridad se realiza también en la
comunicación de los bienes espirituales de la
fe, aún más importantes que los materiales .
3. Según el principio de la solidaridad,
toda persona, al ser miembro de la sociedad,
está indisolublemente ligada al destino de ella, y
por el Evangelio estamos unidos al destino de la
salvación de todos los seres humanos.
En razón de la solidaridad el
hombre debe contribuir con
sus semejantes al bien co-
mún de la sociedad.
Cuando los hombres, grupos, comunidades loca-les,
asociaciones, organizaciones, naciones y con-tinentes
participan en la vida económica, políti-ca y cultural
superan el individualismo social y político.
4. Libertad gremial
Acceso a la información
Libertad de culto
Acceso a la educación
Salud Deporte
Cultura
Escolaridad básica
Educación superior
Derechos cívicos
Trabajo
Vivienda
Previsión social
Legislación laboral
5. Por otro lado, la solidaridad como virtud cristiana
se reviste específicamente de gratuidad total, de
perdón y de reconciliación.
La solidaridad en palabras de Juan
Pablo II se entiende como una virtud
humana que se expresa en :
"la determinación firme y perseverante de empeñarse
por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada
uno, para que todos seamos verdaderamente
responsables de todos. Por solidaridad vemos al ‘otro’
(per-sona, pueblo o nación) como un ‘semejante’
nuestro" (SRS, 38,39e).
6. La solidaridad debe llegar
principalmente a los menos
favorecidos (ancianos, jóve-
nes inadaptados, personas
marginadas, migrantes, per-
sonas en situación de calle)..
“Entonces el prójimo no es solamente un ser humano con
sus derechos y su igualdad fundamental con todos, sino
que se convierte en la imagen viva de Dios Padre,
rescatada por la sangre de Jesucristo y puesta bajo la
acción del Espíritu Santo. Por tanto, debe ser amado,
aunque sea enemigo, con el mis-mo amor con que le ama
el Señor” (SRS 40).
7. Actualmente, la interdependencia está favorecida por
los medios de comunicación, que acerca a los
hombres entre sí y los empuja a buscar instrumentos
eficaces para solucionar los conflictos internacionales.
Esta actitud solidaria
debe proyectarse :
con los grupos
las comunidades
los países
a través del
compromiso en la vida
económica, política y
cultural.
8. La solidaridad abarca la responsabilidad con el
bien común de nuestros contemporáneos:
resguardando las conquistas de las
generaciones pasadas
preparando un futuro más prometedor para
las generaciones venideras.
9. La solidaridad como actitud humana, virtud
cristiana y principio de la vida social, se
concretiza en :
una sana distribución de bienes.
la remuneración del trabajo.
el empeño por un orden social más
justo que considera los legítimos
intereses de los distintos sectores de
la sociedad.
el compartir de los bienes culturales
y espirituales que favorecen aque-
llas condiciones de vida dignas de
la persona humana.