1. Barranquilla 4 de Diciembre de 2010 Querida mama, llevo días pensando en ti y con la idea de decir en una sola carta lo que en mi representas. Hoy tome esa decisión y creo que lo más justo es que ante esta distancia que nos separa desde hace ya mucho tiempo, sepas como piensa y siente una parte de tu creación. Recordando tiempo atrás en el pasado, muy en el pasado, cuando aun no sabía de obligaciones y compromisos pues era algo innecesario, ya que estabas a mi lado y no permitías que nada ni nadie pudiera hacerme daño, me doy cuenta que desde ese momento ya me hacías sentir importante; por entonces no era indispensable hacer nada para que te sintieras orgullosa de mí. Poco a poco fue pasando el tiempo y crecía sin advertir todo lo que hacías por cada uno de tus hijos, para que día a día nos convirtiéramos en mejores personas. Hoy recuerdo más que nunca tus consejos, tus abrazos, tus riñas, tus consuelos, tus admiraciones y todas la actitudes que tomabas frente a todos los golpes que nos íbamos dando contra la vida, para mostrarnos siempre lo mejor de ti y darnos siempre las más dulce de las enseñanzas. Hoy quiero demostrarte a través de mis letras, lo orgulloso que me siento de ti, lo impresionado de tu capacidad para realizar mil cosas a la vez sin notar tu agotamiento y la forma que tienes de cautivar a la gente que te rodea con tu encantadora personalidad. Hoy me siento orgulloso mamita querida, de haber nacido en tu seno, de haber recibido tu educación de la que me has hecho cómplice y quiero darte infinitas gracias por seguir estando a mi lado sin haber mermado un ápice esa habilidad de seguir ayudando y entregando tu corazón y tu vida por cada uno de nosotros. Creo que en pocas palabra he definido la gratitud por tantas cosas maravillosas que jamás sabré como recompensar, aunque también se que jamás sería lanzada una palabra tuya para reprochar nada. Por eso hoy y ahora quiero que siempre recuerdes que solo a ti madre y a Dios, les debo la vida.