2. Incendios en valparaíso
Los incendios forestales se extendieron este viernes en diferentes lugares de la Región de Valparaíso, mientras la
Dirección Meteorológica de Chile anunciaba que el fin de semana se registrarán altas temperaturas en la zona central.
El intendente regional Raúl Celis informó vía Twitter que la región sufrió 20 siniestros, sumando unas 900 hectáreas
destruidas y que por la tarde-noche aún cuatro de ellos permanecían activos.
Una de las áreas más comprometidas era Quebrada Escobares en Villa Alemana. La gobernación de la provincia de
Marga Marga implementó un plan de evacuación de los pobladores de la zona cercana al fuego.
En Placilla se mantenían activos tres focos en sector de tranque La Luzz. Por la tarde noche comenzó otro foco en los
alrededores de Curauma. Las comunas de Valparaíso y Viña del Mar están bajo Alerta Roja.
3. Incendios Bio Bio
Los 18 incendios forestales en diferentes zonas de la región del Bío Bío obligaron a que la Intendencia Regional
declarara alerta roja para la región.
La Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) informó que, según datos entregador por Conaf, hay peligro de que dos
de ellos se propaguen a sectores habitados, esto hizo que la intendencia tomará la medida que se extenderá hasta
que mejoren las condiciones.
La Onemi, señáló que la alerta roja ayudará a una movilización más rápida de los recursos para extinguir las llamas,
"con la declaración de esta Alerta Roja, se movilizarán todos los recursos necesarios y disponibles para actuar y
controlar los incendios, dada la extensión y severidad de los eventos".
Según lo publicó el Diario Concepción, hasta la noche del sábado se consumieron 300 hectáreas, siendo los
principales brotes en el Lago Lanalhue y el Valle Nonguén.
Otro lugar en el que se decretó alerta roja, fue el la Región del Maule, donde uno de los 16 focos de incendios activos
consumió seis casas en la costa de Constitución.
4. Incendios en Araucania
Un incendio actualmente descontrolado afecta este sábado la plantación de pinos y eucaliptus al interior de la
comunidad Temucuicui Tradicional, en el ex fundo Alaska, comuna de Ercilla.
La información fue entregada a Radio Bío Bío en Temuco por el lonko Juan Catrillanca, quien pidió el auxilio de
las brigadas de Conaf para detener las llamas las que -según describió- avanzan de forma descontrolada,
destruyendo hasta el cierre de esta educación unas 50 hectáreas de plantaciones y poniendo en peligro la casa
de una familia.
Catrillanca fue enfático en no atribuir responsabilidades sobre el siniestro, indicando que este se había
generado espontáneamente al interior del bosque.
Nuestra emisora pudo confirmar que personal técnico de Conaf ya se comunicó con el dirigente Mijael Carbone,
puesto que si bien ya enviaron brigadas al lugar, quieren dialogar para asegurarse de que estas podrán
trabajar de forma tranquila al interior del predio.
El intendente de la región de La Araucanía, Andrés Molina, confirmó pasadas las 14:00 horas que fue declarada
Alerta Roja en la comuna de Ercilla producto del siniestro, con lo que se aumentan a 7 las brigadas para el
combate de las llamas, a las que se suma la presencia de un helicóptero de emergencia más.
5. Mono cultivo NO ES BOSQUE
Este fin de semana, en la Región del Bío bío, los incendios forestales han provocado cuantiosas pérdidas que se
suman a las que ya habían ocasionado en Arauco y en Quillón. Según CONAF han surgido 18 focos. Entre estos,
uno en Florida que incineró una casa en el sector San Lorenzo, otros dos incendios cerca de Quirihue, otro en el
sector del lago Lanalhue, provincia de Arauco, también se tuvo que combatir un foco camino a Santa Juana,
además en el cerro Chepe y en el valle Nonguén de Concepción.
Todos estos siniestros, menos el del cerro Chepe, han surgido en medio de plantaciones forestales de pinos y
eucaliptos, incluso en predios de grandes forestales. En el caso del incendio de Lanalhue y Valle Nonguén aun no
pueden ser controlados, amenazando a los vecinos del lugar.
Histéricamente, las autoridades gubernamentales acusan a terceros de ser quienes provocan estos
incendios, ocultando una verdad que los obliga a dar explicaciones: el apoyo y la no regulación a la
industria forestal.
Desde 1974, a través del dercreto 701, el Estado de Chile ha subsidiado la plantación y el manejo de
plantaciones a las grandes empresas forestales. Junto con CONAF, estas empresas (ARAUCO, MININCO y
MASISA, como las más grandes) han mentido, diciendo que lo que han plantado son bosques, lo han
hecho en terrenos erosionados inservibles y que son cultivos inocuos para los terrenos. Falacias como
éstas se develan ahora.
6. Un brigadista de CONAF que el pasado sábado trabajaba en el incendio del Valle Nonguén, planteó que en un terreno
con plantaciones de pino o eucalipto era mucho más difícil de extinguir el fuego, sobre todo por su sequedad. Lo
planteado por el brigadista expresa lo denunciado por diversas comunidades a cerca del alto consumo de agua por parte de
estos árboles.
Como hemos dicho en otros artículos, una plantación forestal no es un bosque, pues no se permite la diversidad y
los ciclos propios de estos ecosistemas, entre ellos, el del agua. Un monocultivo forestal tiene plantaciones de la
misma especie que, plantadas a una razón de 1600 árboles por hectárea, extraen agua como si fueran verdaderas bombas,
ya que todos están en periodo de crecimiento hasta que son talados. Y así, cada 9 u 18 años, según según sea eucalipto o
pino, estas rotaciones van menguando las capas freáticas, hasta llegar a las circunstancias que hoy nos afligen.
Se juntan a éstas razones, los nulos resguardos, tales como cortafuegos que en países como Canadá son de 1.6
kilómetros de ancho y aquí las confunden con las vías de saca (caminos para sacar los troncos talados en
camiones). Por otra parte, éstos árboles contienen y exudan trementina, una sustancia inflamable que con la
exposición al calor puede propagar o iniciar incendios.
Todos estos hechos orientan a explicar la ocurrencia y aumento de incendios forestales por el mismo modelo
que se expande en los lugares afectados. Los incendios se han propagado por la zona centro sur y por la
cordillera de la costa, precisamente el escenario de los monocultivos de pino y eucalipto que ya suman casi 3 millones de
hectáreas.
Quienes se han beneficiado de este nefasto negocio ya han mentido bastante, hoy la comunidad puede tomar la palabra y la
iniciativa. Limitar y sustituir los monocultivos forestales por usos que provean de bienestar a la población es un
objetivo que urge cumplir y es condicionante en la recuperación de nuestra calidad de vida, amenazada por la
escasez hídrica. Las precipitaciones han disminuido en un margen del 40% al 50% entre 1900 y 1999. En este
contexto, los bosques son fundamentales en la provisión de agua en calidad y cantidad, por lo que la
recuperación de éstos es fundamental.
Un brigadista de CONAF que el pasado sábado trabajaba en el incendio del Valle Nonguén, planteó que en un terreno
con plantaciones de pino o eucalipto era mucho más difícil de extinguir el fuego, sobre todo por su sequedad. Lo
planteado por el brigadista expresa lo denunciado por diversas comunidades a cerca del alto consumo de agua por parte de
estos árboles.
7. Como hemos dicho en otros artículos, una plantación forestal no es un bosque, pues no se permite la
diversidad y los ciclos propios de estos ecosistemas, entre ellos, el del agua. Un monocultivo forestal
tiene plantaciones de la misma especie que, plantadas a una razón de 1600 árboles por hectárea, extraen agua
como si fueran verdaderas bombas, ya que todos están en periodo de crecimiento hasta que son talados. Y así,
cada 9 u 18 años, según según sea eucalipto o pino, estas rotaciones van menguando las capas freáticas, hasta
llegar a las circunstancias que hoy nos afligen.
Se juntan a éstas razones, los nulos resguardos, tales como cortafuegos que en países como Canadá son
de 1.6 kilómetros de ancho y aquí las confunden con las vías de saca (caminos para sacar los troncos
talados en camiones). Por otra parte, éstos árboles contienen y exudan trementina, una sustancia
inflamable que con la exposición al calor puede propagar o iniciar incendios.
Todos estos hechos orientan a explicar la ocurrencia y aumento de incendios forestales por el mismo
modelo que se expande en los lugares afectados. Los incendios se han propagado por la zona centro
sur y por la cordillera de la costa, precisamente el escenario de los monocultivos de pino y eucalipto que ya
suman casi 3 millones de hectáreas.
Quienes se han beneficiado de este nefasto negocio ya han mentido bastante, hoy la comunidad puede tomar la
palabra y la iniciativa. Limitar y sustituir los monocultivos forestales por usos que provean de bienestar
a la población es un objetivo que urge cumplir y es condicionante en la recuperación de nuestra
calidad de vida, amenazada por la escasez hídrica. Las precipitaciones han disminuido en un margen
del 40% al 50% entre 1900 y 1999. En este contexto, los bosques son fundamentales en la provisión
de agua en calidad y cantidad, por lo que la recuperación de éstos es fundamental.