Los biocombustibles más usados son el bioetanol y el biodiésel. El bioetanol se obtiene de la fermentación de azúcares de plantas como la caña de azúcar y el biodiésel se fabrica a partir de aceites vegetales. El uso de biocombustibles reduce las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 50% en comparación con los combustibles fósiles. Sin embargo, la producción y el consumo de biocombustibles en España ha disminuido a pesar de alcanzar una participación del 6,8%