2. SUCESIONES
VEGETALES.
PROCES
O
SUCESION
AL.
PRIMARIA
Proceso de incorporación de
microrganismo plantas y
animales a de manera natural,
partir de la no existencia de
biodiversidad en un determinado
sitio.
SECUNDARIA
Es el proceso de la incorporación
de microorganismos plantas y
animales de manera natural a
partir de un sitio que fue alterado
por fenómenos climáticos o
naturales o por acciones
antrópicas.
4. VISION DE
LA
RESTAURACI
ON
MODELO CARACTERISTIC
A
AGUACATE
Establece una
cubierta verde
sobre el sustrato de
roca
CEBOLLA
Se prioriza una capa
del ecosistema sobre
los demas: el suelo,
cubierta de arbole o
animales
MELON
Restauración
ecológica. Se parte
del diagnostico para
conocer el estado
inicial o "caja negra"
del
5. HISTORIA DE
LA
RESTAURACI
ON
PROCES
O
CARACTERISTICA
Revolución
neolítica
Nacimiento de la agricultura
Siglo XIX
Aparece la Ciencia Forestal. Silvicultura.
Ecología de la Restauración. Surge de la
Biología de la conservación y de la ecología
del paisaje.
1978
Aparece la Sociedad para la
RESTAURACION ECOLOGICA,. Es la
integración entre Ecólogos interesados
en la recuperación y técnicos de
recuperación ecológica.
SIGLO XXI
En la restauración emerge la incorporación
holística d e conceptos históricos,
sociológicos, culturales, económicos
como actividades profesionales.
6. ENFOQUES
DE LA
RESTAURACI
ON
AMBIENTAL
proceso consistente en reducir, mitigar e incluso
revertir en algunos casos, los daños producidos
en el medio físico para volver en la medida de lo
posible a la estructura, funciones, diversidad y
dinámica del ecosistema original.
ECOLOGICA
(Restauración)
Iniciar o acelerar procesos de restablecimiento
de un área degradada, dañada o destruida en
relación a su función, estructura y composición.
Introduce variables holísticas como: históricos,
sociológicos, culturales, económicos como
actividades profesionales. Restableciendo en el
lugar el conjunto original de plantas y animales
con aproximadamente la misma población que
antes.
REHABILITACION
Recuperar la productividad y/o servicios del
ecosistema en relación a los atributos
funcionales o estructurales. Usando una mezcla
de especies nativas y exóticas para recuperar el
área.
RECUPERACION
Retornar la utilidad del ecosistema para la
prestación de los servicios ambientales,
diferentes a los del ecosistema original. Es decir,
volver a cubrir de vegetación la tierra con
especies apropiadas
7. Restauración
ambiental
La restauración ambiental es el proceso
consistente en reducir, mitigar e incluso revertir
en algunos casos, los daños producidos en el
medio físico para volver en la medida de lo
posible a la estructura, funciones, diversidad y
dinámica del ecosistema original. Para ello deben
restituirse las condiciones originales y corregirse los
de impactos medioambientales ocasionados por la
actuación llevada a cabo en el entorno.
8. Restauración
ecológica
La restauración ecológica, según la Sociedad Internacional para la
Restauración Ecológica, consiste en “asistir a la recuperación de
ecosistemas que han sido degradados, dañados o destruidos”. El
objetivo de la restauración ecológica es la conservación y reposición
del capital natural, así como la restitución de los servicios
ecosistémicos para su disfrute y aprovechamiento por parte de la
sociedad.
Para que la restauración ecológica sea realmente ecológica debe
realizarse desde una aproximación holística, que contemple
conocimientos ecológicos científicamente contrastados, criterios
socioeconómicos, el contexto cultural en el que se realiza la
intervención, e incluso la emoción y la sensibilidad de cada uno
de los pobladores y usuarios de los ecosistemas o paisajes a
restaurar.
Se distingue de otras prácticas que persiguen objetivos afines en que sus actuaciones se orientan
hacia
un referente histórico, inciden sobre procesos ecosistémicos que regulan flujos de recursos
limitantes, y se implementan de acuerdo con modelos de gestión adaptativa.
9. METOD
O
La práctica de la restauración ecológica consiste en inducir una mínima perturbación (o secuencia
de perturbaciones) en el espacio degradado con el fin de desencadenar un proceso espontáneo de
reconfiguración del sistema en la dirección deseada. No existen recetas extrapolables. Es decir, lo
que resulta exitoso en un enclave puede ser un clamoroso fracaso en otro lugar de características
aparentemente semejantes.
Es por ello que cada proyecto de restauración ecológica se inicia con un diagnóstico ecológico
específico e individualizado.
No existen, tampoco, técnicas específicas de restauración ecológica, y así la solución propuesta
puede ir desde la reconfiguración del relieve hasta simplemente el esparcimiento de piedras, desde
la plantación de ejemplares de especies arbóreas hasta la tala y destoconado de árboles adultos,
desde la siembra a voleo al restablecimiento de las redes de aves dispersoras de frutos y semillas.
Las conclusiones de cada diagnóstico permiten la aplicación de técnicas conocidas o el desarrollo
de otras nuevas.
En definitiva, el método de la restauración ecológica consiste en gestionar el margen de
incertidumbre asociada al manejo de sistemas complejos y dinámicos apoyándose en tres
principios fundamentales:
De esos principios derivan las tres prácticas que conforman el ejercicio de la restauración ecológica: la selección o construcción del referente histórico, el
desbloqueo de procesos ecológicos, y la implementación del proyecto siguiendo un modelo de gestión adaptativa.
10. PRINCIPIOS
FUNDAMENTA
LES DE LA
RESTAURACIO
N
ECOLOGICA.
Referente Historico
El pasado como motor de cambios
presentes y futuros.
Procesos ecológicos
El funcionamiento de los
ecosistemas y paisajes a través de
las escalas espaciotemporales.
Gestion adaptativa
Nuestra capacidad como humanos de
aprender de la respuesta de los sistemas
complejos a manipulaciones
experimentales.
11. Diferencias con otras prácticas
afines
La tala, destoconado, troceado y quema de arbolado pueden ser técnicas de restauración ecológica. En el Parque Nacional de
Doñana (España), estas técnicas fueron empleadas para recuperar las marismas que habían sido desecadas cuarenta años
antes mediante la plantación de eucaliptos.
Las prácticas que más se aproximan al ejercicio de la restauración ecológica son las que se desarrollan en consultoras e
ingenierías ambientales, estudios de paisajismo, empresas de bioingeniería, de jardinería, o viveristas orientadas a la
producción, siembra y plantación de planta autóctona o forestal.
• La diferencia con las prácticas habituales en consultoras e ingenierías ambientales reside en que cada espacio
degradado requiere un diagnóstico previo, holístico (que integre lo científico, lo socioeconómico, lo cultural y lo subjetivo).
Las prácticas convencionales no se apoyan en un diagnóstico ecológico de las afecciones de la estructura y
funcionamiento de los espacios degradados a nivel sistémico, sino que consisten en la aplicación de soluciones basadas
en una batería de “recetas universales”. Además, la restauración ecológica se aleja de la ingeniería ambiental en que su
planteamiento no es finalista. Es decir, no se limita a atender demandas inmediatas de los usuarios, sino que requiere que
sus proyectos se fundamenten en un referente histórico, definido por la memoria ecológica del espacio a restaurar.
• La restauración ecológica se diferencia de la bioingeniería en que ésta última cifra el valor diferencial de sus actuaciones
en la utilización de determinadas técnicas específicas. Sin embargo, los profesionales de la restauración ecológica son
perfectamente conscientes de que lo que diferencia sus actuaciones no son las técnicas empleadas, sino el efecto sobre
los procesos ecológicos que persiguen con su intervención.
• La restauración ecológica se aleja diametralmente de las prácticas de reforestación, jardinería o viverismo que limitan sus
actuaciones sobre el ecosistema al componente vegetal del mismo, subordinando, o simplemente ignorando, el resto de los
elementos que lo integran. La restauración ecológica sólo ofrece soluciones sistémicas.
• Finalmente, la restauración ecológica se aleja de la práctica de los paisajistas en que si bien la restauración puede
incorporar el arte
―especialmente land-art― como vehículo de expresión y comunicación, su reto se encuentra en la reconstrucción de la
estructura y funcionamiento de los ecosistemas. Es por ello, que la restauración ecológica ofrece la restitución de un
amplio abanico de servicios Ecosistémicos, dado que no se centra en el componente estético o emotivo.
12.
13.
14. histori
a
A lo largo de la historia, se ha
intervenido en espacios degradados
con distintas visiones. En el modelo
aguacate, se pretende establecer una
densa cubierta verde sobre el pétreo
sustrato. En el modelo cebolla, se
prima una 'capa' del ecosistema sobre
las demás: el suelo, la cubierta
arbórea, o las comunidades de aves.
Finalmente, el melón representa la
visión de la restauración ecológica que
requiere un diagnóstico previo basado
en pruebas o calas que aporten
información sobre el estado y
evolución de la caja negra que es el
ecosistema degradado.
15. HISTOR
IA
La revolución neolítica, y en concreto el nacimiento de la agricultura, originó una nueva narrativa del
universo, y con ella una nueva interpretación de nuestra relación como humanos con el entorno
inmediato. Esa visión todavía prevalece, y por ello las correcciones de los impactos ambientales no
deseados derivados de la actividad humana suelen apoyarse en siembras y plantaciones
diseñadas en función de la fertilidad de la tierra y de la selección de las especies vegetales. A
mediados del siglo XIX, la ciencia forestal se desarrolla a partir de las disciplinas agronómicas y
cobra entidad propia. La restauración ecológica, sin embargo, no tiene sus orígenes ni en las
aproximaciones agronómicas, ni en las forestales, sino que su visión sistémica es una de sus señas
de identidad, adquirida en los albores de la ecología que nace como ciencia a finales del siglo XIX y
comienzos del XX. Entre los pioneros de la restauración ecológica, el que fuera máximo
responsable del Servicio Forestal de los Estados Unidos, Aldo Leopold, se aleja de la tradición
forestal y sugiere nuevas formas de intervenir en el medio cuando discrimina en 1949 entre “plantar
árboles y cultivarlos como si fueran repollos”, frente a “tratar la tierra como un conjunto de partes
interdependientes que interaccionan entre sí”.5 Como ciencia, la ecología de la restauración
emerge en sinergia con la biología de la conservación y la ecología del paisaje .El hito que marca el
encuentro entre ecólogos interesados en el estudio de la recuperación de espacios degradados y
técnicos de la restauración ecológica es la creación de la Sociedad para la Restauración Ecológica
en 1978. Desde entonces, y especialmente desde el comienzo del siglo XXI, la restauración
ecológica no sólo se ha enriquecido, sino que incluso se ha redefinido al incorporar conocimientos
históricos, culturales, sociológicos, y económicos, adquiriendo una visión holística del tratamiento
de los espacios degradados. En la actualidad, la restauración ecológica es una actividad
profesional consolidada que se presenta a la sociedad como una de las principales herramientas
para articular de manera sostenible y satisfactoria el hábitat y la actividad de los seres humanos.
16. REFERENTE
HISTORICO
La memoria latente de los Incas en los oasis de nieblas del Desierto Pacífico Costero de Perú es esencial para la construcción del
referente histórico que guíe su restauración ecológica.10
La memoria ecológica se almacena en el clima, en el relieve, en el suelo, y en las comunidades de organismos, incluyendo a los
seres humanos. Esta memoria es el componente histórico de la resiliencia de los ecosistemas. Desde esta perspectiva, la
degradación supone una pérdida local de memoria y el objetivo de la restauración ecológica sería recuperar e inducir la expresión
de esa memoria ecológica perdida con el fin de ofrecer soluciones coherentes y fundamentadas a problemas y demandas
actuales. En la práctica, el restaurador ordena y reconstruye con los vestigios de memoria ecológica la secuencia de
configuraciones que ha experimentado el espacio degradado a lo largo de su historia. Esa secuencia constituye lo que se conoce
como ‘trayectoria ecológica” de los ecosistemas afectados. El restaurador debe, entonces, contrastar la trayectoria ecológica
con lademanda social actual de los habitantes y agentes sociales relacionados con el espacio a restaurar. Finalmente de este
contraste debe obtener la configuración diana, denominada ‘referente histórico’, cuyo interés radica en servir como guía para
orientar el diseño y ejecución de las soluciones técnicas desde la fase de redacción hasta la de seguimiento del proyecto de
restauración.
El objetivo de la restauración ecológica no es volver al pasado. No es
recuperar la situación original. Sencillamente porque volver al pasado es
termodinámicamente imposible y toda degradación ambiental severa conlleva
una pérdida neta irreversible. Sin embargo, lo sucedido en el pasado
permanece, al menos parcialmente, codificado y almacenado en la estructura
y funcionamiento de los ecosistemas y de los paisajes. Esa fracción de
información remanente recibe el nombre de ‘memoria ecológica’.9 Parte de
esta memoria puede persistir de forma latente, y expresarse o activarse en un
futuro, y parte perdura en los procesos activos que se originaron en el pasado
y se proyectan hacia el futuro.
17. Procesos ecológicos
críticos
Los espacios severamente degradados no se recuperan espontáneamente.11 12 El
restaurador ecológico interviene en estos medios desbloqueando procesos ecológicos
críticos con la intención de que el sistema tras la actuación evolucione
espontáneamente en la dirección deseada. Así, la estrategia del restaurador no es
imponer una solución acabada, sino que se desarrolla siempre bajo la máxima: “deja
que el sistema haga su trabajo”. Máxima enunciada inicialmente en el contexto de la
restauración ecológica de riberas como “deja que el río haga su trabajo”.13 En este
contexto, se entiende como proceso ecológico cualquier cambio -o conjunto de
cambios- que tiene lugar en el seno del ecosistema. Estos cambios interaccionan con
la estructura ecosistémica, es decir, con los elementos que forman la arquitectura
actual del ecosistema, para generar las funciones de los ecosistemas.2 Los cambios
que afectan a moléculas, están anidados en los que afectan a células, y estos a su vez
en los cambios que afectan a tejidos, y así sucesivamente en órganos, individuos,
comunidades, ecosistemas, paisajes, regiones, etc. De manera general, estos
procesos, o conjuntos anidados de cambios, pueden agruparse en cuatro bloques:
erosión y estabilidad del suelo, flujos y reparto del agua, retención y reciclado de
nutrientes, y captura y transferencia de energía.15 Pero a efectos de diagnóstico
ecológico resulta mucho más explícito agrupar los procesos en función de su papel en
el ecosistema: flujos desencadenantes, de transferencia, de reserva, pulsos, pérdidas y
ganancias.16Este modelo facilita la ‘lectura’ del paisaje y la visualización de las causas
de la degradación del espacio a restaurar.
18. • En la visión de la restauración ecológica, la idea de que
desbloqueando un proceso ecológico crítico se dispara una
secuencia de cambios espontáneos, se apoya en la concepción
de los procesos ecológicos como parte de unsistema integrado y
jerárquico, en el que los niveles que ocupan una mayor extensión
espacial son también los que se reconfiguran más lentamente.18
Es por ello que las posibilidades de que un proyecto concreto de
restauración genere un sistema más resiliente son mayores
cuando se interviene sobre procesos que vinculan funciones
ecosistémicas a través de diferentes escalas
espaciotemporales.19 Por este motivo, se recomienda que antes de
diseñar la intervención a escala local, se analicen y contemplen los
procesos ecológicos críticos siguiendo una aproximación tipo zoom
desde las escalas más gruesas hacia las más finas o detalle.20
• Finalmente, es esencial comprender que la restauración ecológica
de un espacio degradado concreto no dispara una secuencia
lineal, en la que se suceden las etapas de una forma direccional,
única y por tanto predecible. El papel del restaurador no se limita a
acelerar o catalizar una secuencia predefinida, sino que en su
mano está el orientar la evolución del sistema hacia una
configuración o estado seleccionado entre los varios posibles en el
contexto de la metaestabilidad ecológica
19. Gestión
adaptativa
Los proyectos de restauración ecológica se vertebran desde la perspectiva de la gestión
adaptativa para afrontar el reto de trabajar con sistemas complejos cuyos grados de
libertad superan nuestra capacidad para predecir con precisión su comportamiento. La
gestión adaptativa es un proceso iterativo, de toma de decisiones, orientado a gestionar la
incertidumbre asociada a la evolución temporal del espacio restaurado. Desde esta visión,
el proyecto no se articula en función de entregables o de certificaciones de tareas
ejecutadas, sino en fases, cada una de las cuales culmina con un punto de toma de
decisiones acerca de cómo debe afrontarse la siguiente fase descrita en proyecto. La toma
de decisiones se fundamenta en la medida de indicadores específicos que informan sobre
el funcionamiento del espacio a restaurar. Utilizando un símil médico, se trata de evaluar
cómo evoluciona la "salud" del sistema mediante pruebas específicas, como la evolución de
la emisión de sedimentos, del contenido en materia orgánica del suelo, de metales pesados
en los lixiviados, o de la composición de las comunidades vegetales, entre otras muchas
posibilidades a seleccionar para cada caso. Esta toma de decisiones al finalizar cada fase
se apoya en el proyecto de restauración ecológica que debe anticipar las posibles
respuestas, modelos o escenarios que describen la evolución esperada del sistema. Es
evidente que, según la magnitud de los objetivos planteados y el grado de exigencia del
cliente, puede afrontarse la incertidumbre con distintos grados de ambición dentro del
esquema de gestión adaptativa. El reto consiste en encontrar el balance entre adquirir
nuevo conocimiento y acortar el tiempo de ejecución. Este compromiso entre calidad y
plazos genera un rango de aproximaciones que abarca desde la gestión adaptativa pasiva
basada en un único modelo, hasta la gestión adaptativa activa basada en una aproximación
experimental:
20. 1. Gestión adaptativa
pasiva
. De forma general, la gestión pasiva, es la más económica y la que
puede ejecutarse en un menor tiempo. Sin embargo, es la que encierra
un mayor riesgo en cuanto al éxito en la consecución de objetivos y en
cuanto a imprevistos posteriores a la fecha de entrega de la obra
acabada. En el caso de la gestión pasiva, la caracterización del
funcionamiento del sistema no es un objetivo del proyecto. En este
esquema, se pretende restituir el capital natural o los servicios
ecosistémicos, registrando durante el seguimiento las incidencias
inesperadas, e integrándolas durante la ejecución del proyecto de
restauración como correcciones sobrevenidas que condicionan la toma
de decisiones al concluir cada una de las fases. Se trata de una
aproximación semejante a la conocida como “ensayo-error”, en la que
las disconformidades se analizan y sus causas se integran en lo que
se ha denominado un “ciclo de aprendizaje estratégico o continuo”.
Únicamente, se diferencia del ensayo- error en que, el esquema
adaptativo, ― tanto el pasivo como el activo―, se apoya en el contraste
de las hipótesis que se recogen en el modelo de evolución del sistema
restaurado, definido previamente en el proyecto de restauración. Otra
diferencia es que lo aprendido se incorpora durante la ejecución del
propio proyecto y no se reserva para proyectos futuros.
21. 2. Gestión adaptativa
activa
• La gestión activa es la de mayor exigencia en cuanto a la gestión de la
incertidumbre. Lo que caracteriza la aproximación activa es que el
aprendizaje sobre le eficacia y eficiencia de las medidas de restauración es
en sí mismo un objetivo explícito del proyecto. Esto tiene importantes
consecuencias en la estructura y duración del proyecto:
– El proyecto incluye objetivos que se implementan en obra como diseños
experimentales en los que se contrastan hipótesis, se obtienen datos sobre el
funcionamiento del sistema, que se testan estadísticamente, se interpretan y discuten
con el fin de alcanzar sólidas conclusiones sobre las que fundamentar las decisiones
en cada fase.
– Más allá de la zonificación del área a restaurar en función de las distintas medidas
para cada espacio singular, los proyectos que adoptan un esquema de gestión
adaptativa activa definen dentro de una o varias de estas zonas un reducido número
áreas experimentales. Cada una de estas áreas se denominaárea o unidad de
gestión adaptativa (AGA) y en su interior se establecen parcelas a modo de réplicas
en las que se ensayan las intervenciones propuestas.
• E
s
recomendable que el desarrollo del proyecto de restauración
ecológica,
estructurado siguiendo el esquema de la gestión adaptativa, incorpore
desde un principio la participación de los agentes sociales afectados o
interesados. Esta valiosa contribución puede conducir a la identificación de
nuevas fuentes de incertidumbre, a la articulación y visualización de
configuraciones alternativas del mosaico de ecosistemas, e incluso a una
mejor definición de los objetivos del proyecto.