La evolución de la web ha permitido que se desarrolle de una colección de documentos estáticos a un universo interconectado y dinámico de aplicaciones, páginas web, videos, fotos y contenido interactivo. Los navegadores y tecnologías web interactúan para hacer posible que los usuarios accedan y compartan información en la web de forma sencilla, aunque no se vea cómo funciona internamente.