1. MAESTRO
En Memoria de mis hermanos maestros
fallecidos de la UGEL IBIR IMAZA.
Un abrazo infinito hasta el cielo eterno.
Tristemente el mundo ha cambiado.
Un funesto virus a la humanidad ha enlutado,
Y ha desnudado enraizadas miserias de la sociedad:
egoísmo, corrupción y maldad
¡¡¡¿Cuántas vidas, Señor, se tiene que perder?!!!
Para tu piedad y perdón el hombre obtener!!!
¡¡Sí¡¡, somos culpables de tantos desastres naturales,
la avaricia…, la ambición… alimentó nuestros males…!!!!
¿¿¡¡¡Hasta cuándo, Señor, tenemos que padecer!!!???
Se oyen llantos y lamentos y dolor por doquier.
Y llora el hombre y llora el anciano y llora el mozuelo
y lloran todos, a sus muertos, sin consuelo.
Y ante el dolor y abandono del Estado Peruano
se yergue el buen Maestro aldeano
Y cual Apóstol del Señor, va por inhóspitos caminos
elevando su voz por sus hermanos…
Y marcha el Maestro por ardientes dunas,
Y marcha el Maestro por frías punas,
Y marcha el Maestro por espesos bosques…
Llevando a los que sufren paz, amor, consuelo…
2. Eres tú, Maestro Peruano, sosiego en esta calamidad
ahogando tus propias y lacerantes penas,
eres la voz de los que sufren…, de los que lloran
pidiendo apoyo a la insensible autoridad.
Hoy que la tierra sumida está en triste oscuridad
Es tu luz, Maestro, consuelo en la humanidad.
Con semblante dulce suavizas penas cual padre,
aunque por dentro tu alma el dolor taladre.
Oh, Maestro querido, vas dejando tu vida,
abrazando con ternura el llanto de un niño
que no comprende, porqué los suyos al cielo han ido;
que no comprende, porqué nadie a su casa ha venido.
Maestro peruano…, son muchos los heridos.,
Son muchos… los hermanos fallecidos.,
Mas, el aciago virus no doblega tu vocación
de llevar a los que sufren, del Señor, su bendición…
Oh, Maestro amado, arriesgando tu propia vida,
vas en busca del dolor humano,
Y en cumplimiento de tu noble misión
Ofrendas tu vida por la Educación del pueblo peruano.
Pedro Enrique León Castillo