2. Antecedentes
El Cinematógrafo se presenta en sociedad en los últimos años del
siglo XIX. Este nuevo invento, surge a partir de la convergencia de
una serie de progresos científicos que arrancan desde siglos atrás,
a partir de aportaciones habidas en el campo de la Física y la
Química, de la óptica y de las cámaras, y mejoras en terrenos como
la proyección de las imágenes, tanto de aquellas que pueden ser
fijas —la fotografía- como de las que, por aplicación de ciertos
mecanismos, consiguen dar sensación de movimiento.
Desde la teoría de la visión, impulsada por Johannes Kleper en
1602, hasta los inicios de la industria óptica, que consolida Joseph
Fraunhofer en 1807, se confirma la posibilidad de uso de la cámara
oscura que ya había anticipado Leonardo da Vinci, aunque se
atribuya a Giambattista della Porta la invención de dicho
mecanismo. Estos estudiosos e inventores pusieron los cimientos
para el desarrollo de las cámaras fotográficas que impulsarían
hombres como Friedrich Voigtländer en 1841, Thomas Lutton —el
inventor de la cámara réflex- en 1860 y George W. Eastman, quien
en 1888 presentó en sociedad la famosa cámara Kodak.
El nacimiento de la fotografía se sitúa en 1839.
3. Nacimiento del cine
Antes de dar a conocer el Cinematógrafo, en
diversos países de Estados Unidos y Europa
varios inventores están trabajando en varios
sistemas que tenían un objetivo común: el
visionado y proyección de imágenes en
movimiento. Entre 1890 y 1895, son
numerosas las patentes que se registran con
el fin de ofrecer al público las primeras
"tomas de vistas" animadas. Entre los
pioneros se encuentran los alemanes Max y
Emil Skladanowski, los estadounidenses
Charles F. Jenkins, Thomas Armat y Thomas
Alva Edison, y los franceses hermanos
Lumière.
4. Cine en los años 20
Los movimientos artísticos
que se proyectan en la
Europa de los años veinte
influyen de manera
determinante en el cine.
Desde diversas perspectivas
y en casi todos los países,
directores jóvenes y con
grandes ideas teóricas y
creativas, ofrecen un buen
conjunto de películas que
dejarán profunda huellas en
las generaciones posteriores.
5. La MGM
La MGM se hizo con el estrellato cinematográfico
gracias a los temas románticos dirigidos por Clarence
Brown e interpretados por Greta Garbo (Ana Karenina,
1935), las más diversas historias firmadas por Victor
Fleming (La indómita, 1935; Capitanes intrépidos,
1937), en especial dos películas que marcaron una
época de esplendor: Lo que el viento se llevó (1939),
con Clark Gable y Vivien Leigh, y El mago de Oz
(1939), con una jovencísima Judy Garland. Los
hermanos Marx fueron dirigidos por Sam Wood en
sorprendentes películas como Una noche en la ópera
(1935) y Un día en las carreras (1937). La producción
musical del Estudio quiso ser una proyección de los
espectáculos de Broadway, tanto operetas (con
Jeannette MacDonald) como historias con mucho baile
(con Eleanor Powell).
6. El cine contemporáneo
Los cambios que se aprecian en las películas
de finales de los sesenta son suficientes para
que el Hollywood clásico entienda que ha
quemado sus últimos cartuchos. Los
productores tienen otro estilo, los directores
se adentran plenamente en el negocio
audiovisual, los actores demandan mayores
honorarios, el consumo del cine ya no es en
la sala o a través de la televisión, pues el
vídeo ofrece otra ventana de
comercialización. La tecnología avanza tan
rápido que revoluciona el concepto creativo
cinematográfico y ya, a finales del siglo XX,
se ruedan películas en vídeo digital.
7. Bibliografía
Media Cine, acceso Noviembre 2012,
http://recursos.cnice.mec.es/media/cin
e/bloque1/pag1.html