3. Los cañones de vórtices son mecanismos (ya sean
muy elaborados o rudimentarios) capaces de
producir estos efectos. Los más comunes
utilizan humo (gris o de colores) para que se
puedan observar mejor los toroides, aunque el
efecto es idéntico si utilizamos aire "transparente"
en su lugar. La potencia que tengan estos aparatos
depende del volumen de fluido que soporte el
mismo: cuanto mayor sea la capacidad, más
energía generará
4. Para que se produzca un vórtice es necesario que
el fluido tenga densidad variable, es decir, que el
fluido sea compresible. Sin embargo, en aquellos
de densidad constante sí se pueden transmitir.
Además es indispensable que exista una superficie
de la que puedan emanar. Ambas condiciones
vienen dadas por el Teorema de Hermann von
Helmholtz, introductor de este problema
matemático. Asimismo, descubrió que las fuerzas
potenciales son las únicas capaces de generarlos,
5.
6. Para hacerlo, sólo basta con una caja
de cartón, la sellas bien con cinta
12. • UNA CAJA
• VASOS
• PAPEL MAYORDOMO
• FOSFORO PARA
PRODUCIR HUMO
13. El teorema de Helmholtz implica dos consecuencias. Por un
lado, los vórtices no pueden nacer o acabar en un fluido de
densidad constante, es necesario que haya una superficie (en
el caso de la caja es la pared); en el caso de un tornado estas
superficies son el suelo y las nubes. Y por otro lado,
Helmholtz descubrió que la generación de los vórtices
requiere una fuerza potencial (fuerzas de presión o fuerzas
gravitatorias en el caso de un fluido); las fuerzas no
potenciales (como la viscosidad) no pueden producir
vórtices. Ambas propiedades permiten explicar la gran
robustez de los vórtices y por qué son capaces de recorrer
grandes distancias.
15. En la 2da. Guerra Mundial hubo
intentos marginales e
infructuosos de construir un
cañón que generara vórtices o
turbulencias que permitiera
derribar a los bombarderos
enemigos