1. LA LUZ DE LA TORAH
Dijo un Un sabio: Cada día la persona se acerca a la muerte.
¿Cómo tiene tiempo entonces para discutir?
Independientemente de cual sea el tipo de discusiónen el cual la
persona se encuentre inmersa, si le avisasen en medio de la
discusiónque sólo le quedan unas pocas horas de vida (hasta los
120 años de todos nosotros y de todo el pueblo de Israel),
seguramente que, o dejaría de discutir y se pondría a pensar en
serio cómo aprovechar mejor el tiempo de vida que aún le queda, o
cambiaría el tono de la discusióny probablemente se modificaría
también la posiciónque tiene en relación a la misma.
Y de alguna manera, el hecho que eventualmente nos tomemos las
cosas tan “a pecho” y que a veces seamos tan rígidos e
intransigentes, tiene que ver con una falta de concienciarespecto
de las cosas que verdaderamente no son importantes; y si bien esto
no quiere decir que a la persona todo le tiene que “rebotar”,en el 95
% de los casos,las discusiones soninjustificadas, o al menos no
justifican la energíay la tensión que “gastamos” en ellas.
Y debemos de comprender,que es la insatisfaccióninterna y el
vacío existencial que el ser humano tiene, aquello que provocaque
la personaesté mucho más expuesta a enojarse y a permitir que las
cosas le “afecten” …
Y por el contrario, cuanto más iluminada y feliz está la personacon
aquello que hace en su vida y más siente que su diario vivir está
conectado con un propósito de caráctersignificativo y trascendental,
mejor será la sensacióninterna que la acompañe en su diario vivir,
y mucho menor será el riesgo que las cosas la alteren, a tal punto
de descontrolarlay hacerla enojar.
Y Janucá es el momento más idóneo del año para entrenarnos en
agregar constantemente luz a nuestras almas … y como dijeron
nuestros sabios “un poco de luz acaba con mucha oscuridad”.
Dijo un sabio: Las discusionesy las peleas solo separan a la gente
en éste mundo. Arriba es todo unidad absoluta, pues todo se
transforma en nulos ante la Presenciade Hashem nuestro Creador.
2. Y sin lugar a dudas, la mayor parte de las peleas tienen su origen
en la falta de proporción,pues las personas se pelean como si el
mundo entero les perteneciese o cual si fuesen a vivir eternamente,
olvidándose que están aquí de manera solamente pasajera, y que si
bien uno tienen derecho a luchar por aquello que -supuestamente-
les corresponde,la paz espiritual y el evitar distraernos de aquello
que realmente es significativo e importante, sin lugar a dudas que
vale mucho más.
¿Y para qué esperaral mundo venidero, cuando todo lo que nos
separa se anule ante la Presencia de Hashem, si podemostener a
Hashem mucho más presente durante nuestra vida en éste mundo-
enfatizando al alma divina que nos mancomuna y nos conduce a la
armonía y la unión, en lugar de permitir que lo material y egoístase
superpongan,conduciéndonos alalejamiento y la separación?
Y cuanto más genuinamente espiritual y altruista es una persona,
mayor es su capacidad para encontrar y fortalecerel amor, la
armonía y la unión, y cuando menos espiritual es una persona,
mayores son las probabilidades que prevalezcan en su interior las
fuerzas de conflicto,tensión y disgregación.