El autor describe una visita a una tienda celestial donde ángeles le dan una cesta para comprar todo lo que necesita un cristiano, como paciencia, amor, comprensión, sabiduría, fe, espíritu santo, fuerza, coraje, gracia, bendición, salvación, oración, paz, felicidad y alegría. Al llegar a pagar, el cajero le dice que Jesús ya pagó la cuenta hace mucho tiempo.