El aire se contamina principalmente por las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero procedentes de la quema de combustibles fósiles. El radón, un gas radioactivo que se genera de forma natural, también contamina el aire y puede causar cáncer de pulmón si se encuentra en altas concentraciones. La contaminación del aire puede clasificarse según su origen y es importante sensibilizar a la población sobre los riesgos que conlleva y controlar las emisiones contaminantes.