2. • La misericordia es la disposición a compadecerse de los sufrimientos y miserias
ajenas. Se manifiesta en amabilidad, asistencia al necesitado, especialmente en el
perdón y la reconciliación. Es más que un sentimiento de simpatía, es una práctica
• La misericordia es también un sentimiento de pena o compasión por los que sufren,
que impulsa a ayudarles o aliviarles; en determinadas ocasiones, es la virtud que
impulsa a ser benévolo en el juicio o castigo.
• Su etimología, del latín misere (miseria, necesidad), cor, cordis (corazón) e ia (hacia
los demás); significa tener un corazón solidario con aquellos que tienen necesidad.
5. • Este Año de la Misericordia es también esto: que
recordemos que el Señor nos está esperando, a cada
uno de nosotros. ¿Para qué? Para abrazarnos. Nada
más. Para decir: hijo, hija, te amo. He dejado que
crucificaran a mi Hijo por ti; éste es el precio de mi amor;
éste es mi regalo de amor». el Papa reflexionó asimismo
sobre la compasión de Jesús, recordada en la liturgia del
día, en la multiplicación de los panes. «Jesús vio una
gran muchedumbre y se compadeció», que no quiere
decir que tuvo pena, advirtió el Santo Padre, para luego
reiterar que no es lo mismo compadecer y tener pena.
Porque el amor que Jesús siente hacia quienes lo rodean
«lo lleva a padecer con ellos, a implicarse en la vida de
la gente»
Dios es amor, él nos amó primero, nos ama siempre
6. • El Año Santo o Jubilar es tradicionalmente un año de perdon y
reconciliación. Hasta ahora solo se han realizado 26 celebraciones
jubilares ordinarias. La última fue el Jubileo del año 2000 convocado por
san Juan Pablo II. Un jubileo extraordinario puede ser convocado en una
ocasión especial o por un evento que tiene una importancia especial,
como es el caso del Año Santo de la Misericordia.
7. • Durante el Año Jubilar, todos los sacerdotes podrán perdonar el
pecado de aborto, reservado habitualmente al obispo por su
especial gravedad. Cometen ese pecado no solo la mujer
embarazada, sino también todas las personas –médicos,
asistentes, gestores de clínicas especializadas, etc.– que llevan
a cabo materialmente ese procedimiento o lo provocan.
17. ORACIÓN
DE LA MISERICORDIA DIVINA
• Oh Dios, cuya Misericordia es infinita y
cuyos tesoros de compasión no tienen
límites, míranos con Tu favor y aumenta
Tu Misericordia dentro de nosotros,
para que en nuestras grandes
ansiedades no desesperemos, sino que
siempre, con gran confianza, nos
conformemos con Tu Santa Voluntad, la
cual es idéntica con Tu Misericordia, por
Nuestro Señor Jesucristo, Rey de
Misericordia, quien con Vos y el Espíritu
Santo manifiesta Misericordia hacia
nosotros por siempre. Amén.