1. LA FAMILIA SOTO
El señor Raul de 52 años, la señora Cecilia de 48 años y la hija Fiorella de 21 años.
Los padres tienen una empresa. Los tres acuden a consulta, la madre refiere que
Fiorella no se ve bonita y que manifiesta constantemente frases como “yo soy
fea, nadie me va a mirar, soy rara, no tengo amigos, quiero estar sola, no quiero
ver a nadie, ni a los pocos amigos que tengo, solo quiero estar en mi cuarto”;
además que ha cambiado de carrera dos veces y que ésta vez también quiere
cambiarla porque descubrió que no le gustaba un curso. Refieren que han ido a
otros terapeutas que no terminaban la terapia porque el esposo no creía en los
psicólogos. Los síntomas de Fiorella aparecieron en la adolescencia en tercer año
de secundaria, hizo amistad con una chica similar a ella en características
(tímidas), alejadas de los demás compañeros.
La señora Cecilia tiene una buena relación con sus dos hermanas menores, ambas
separadas, se reúnen constantemente, su madre todavía vive y su padre falleció
debido a una cirrosis, en vida tuvo problemas de alcoholismo. Menciona que
anteriormente no se reunía con ellas porque su esposo no lo permitía. Hace
algunos meses tiene una tendinitis en el hombro motivo por el cual no puede
realizar muchas cosas en el hogar y pide apoyo de Fiorella, mientras Fiorella
responde que solo tiene sueño y desea dormir por las tardes.
El señor Raúl mantiene una estrecha relación con su familia de orígen, tres
hermanos varones y una mujer, se reúnen para los cumpleaños, en esas
reuniones la señora Cecilia se va temprano a casa, menciona que luego su esposo
se vuelve “insoportable”, quiere quedarse hasta muy tarde en las reuniones y que
suele beber hasta no recordar algunos episodios, añade que no tiene una buena
relación con sus cuñados. Fiorella se queda con él para que lo acompañe. Ha
habido situaciones en la cual el señor Raúl ha regresado solo y no recuerda cómo.
Fiorella interrumpe la conversación y menciona no dormir cuando papá se reúne
con sus hermanos, por lo tanto, prefiere acompañarlo ya que muchas veces ha
sido asaltado.
Ambas coinciden en que hablar con el Señor Raúl es casi imposible, la señora
Cecilia habla mirándolo constantemente y Fiorella mira al piso durante casi toda
la sesión, hasta cuando interactuaba con la terapeuta. Sin embargo el señor Raúl
tuvo apertura en la terapia respondiendo a las preguntas que se le hacía. Al entrar
en su historia personal se sensibilizó al hablar de su madre que había fallecido
hace algunos años.