4. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
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COMUNICAR
OMUNICAR
OMUNICAR
OMUNICAR
OMUNICAR 9, 1997
9, 1997
9, 1997
9, 1997
9, 1997
4
S u m a r i O
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
•12/13• Presentación
Enrique Martínez-Salanova
•15/22• La Educación en Valores y los Medios de Comunicación
Juan Ramón Jiménez Vicioso. Sevilla
•23/35• El valor de la imagen en movimiento
Enrique Martínez-Salanova Sánchez. Almería
•37/42• Ética y estética de la imagen
Manuel Fandos y María José Martínez. Zaragoza
•43/49• Educación en Valores, transversalidad y medios de comunicación social
Juan Agustín Morón Marchena. Sevilla
•51/59• Los valores de la LOGSE a través de la prensa escrita
Antonio Feria Moreno. Sevilla
•61/68• Valores de la publicidad y publicidad de los valores
José Biedma López. Jaén
•69/76• ¿Puede el periódico educar una sensibilidad solidaria?
Leandro Sequeiros. Córdoba
•77/86• Derechos Humanos y medios de comunicación
José Tuvilla Rayo. Almería
•87/92• La tolerancia de la intolerancia. Los temas transversales en la prensa
Luis Miravalles y Celia Miravalles. Valladolid
•93/96• Los medios de comunicación y la formación democrática
Roxana Morduchowicz. Argentina
•97/104• La mujer en los medios de comunicación
Mª José de los Ríos y Joaquina Martínez. Almería
•105/110• El alcohol en los medios de comunicación: la presión para su consumo-abuso
Amando Vega Fuente. San Sebastián
•111/118• Drogas sintéticas, culturas juveniles y valores sociales
Luis García Campos. Madrid
•119/124• Los medios de comunicación social y las drogas
Rosa del Olmo. Venezuela
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
Temas
Prólogo
Isabel de Haro Aramberri. Consejería de Educación de la Junta de Andalucía
Editorial
J. Ignacio Aguaded Gómez. Grupo Comunicar
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
Preliminares
5. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
5
C
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COMUNICAR
OMUNICAR
OMUNICAR
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OMUNICAR 9
9
9
9
9, 1997
, 1997
, 1997
, 1997
, 1997
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Colaboraciones
•126/129• Historias de la comunicación
Pablo Martínez Peralta. Almería
Experiencias
•130/133• Desmitificar la publicidad: lectura crítica de los medios en el aula
Milagros Barrio y Pilar Pérez. Madrid
• 134/139• Unidad Didáctica en Educación Infantil: «Un día en la tele»
Alicia Calle Tirador. Huelva
•140/143• La Unión Europea y los medios de comunicación
Francisco Breva, Pascual Mezquita y Mercedes Omedas. Castellón
•144/148• El periódico en clase
Mariano Coronas Cabrero. Huesca
Propuestas
•149/152• Aproximación al análisis de películas en las aulas de Ética
Antonio Manuel del Moral Roncal. Madrid
•153/158• Propuestas de enseñanza y aprendizaje con bases de datos
Mª Ángeles Pascual Sevillano. Oviedo
•159/162• Tratamiento del mundo anglosajón en la publicidad televisiva en España: 1996
José Antonio Blanco Artero. Sevilla
• 163/170• La prensa en la enseñanza y el aprendizaje de la lengua francesa
Rosaura Serra y Mª Luisa Villanueva. Castellón
Reflexiones
•171/174• La Educación Audiovisual en la Educación Secundaria Obligatoria
Francesc-Josep Deó. Barcelona
•175/182• La función educativa de la información en el aula
Mª del Mar López Talavera. Madrid
Investigaciones
• 183/190• Nivel de uso pedagógico de los medios de comunicación en Educación Primaria
Heliodoro Manuel Pérez Moreno. Huelva
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
Miscelánea
Informaciones
Fichas didácticas
Plataformas
Apuntes
Reseñas
6. COMUNICAR 9, 1997
6
Prólogo
Prólogo
Prólogo
Prólogo
a influencia de los medios de comunicación en la cultura, en
los estilos de vida, en los comportamientos y, sobre todo, en
la formación de los valores de la población es evidente.
España es el tercer país europeo en tiempo de «consu-
mo» de televisión por habitante. Cada niño o niña de Andalu-
cía suele ver, aproximadamente, unas tres horas y media de te-
levisión al día. A lo largo de un año, un ciudadano medio, re-
cibe más de 14.000 impactos publicitarios por esta vía. El nú-
mero de muertes, agresiones y escenas violentas que contem-
pla un sujeto a lo largo de su vida supera el de cualquier gue-
rra...
En los contenidos televisivos predominan valores tales
como la competitividad, la agresividad a la hora de resolver
los conflictos, el consumismo, la discriminación más o menos
evidente de la mujer y de colectivos sociales. Menor espacio
se les reserva a otros valores, más deseables a nuestro juicio,
tales como la solidaridad, el altruismo o la educación para la convivencia.
En el último decenio nuevos medios de comunicación aparecen –irrumpen según la expre-
sión alarmista de algunos– en nuestras vidas a una velocidad inusitada. Internet (en nuestro país
hay ya más de un millón de personas «enganchadas» a la red), la televisión digital, la informática
interactiva... son algunos de ellos. También en estos nuevos medios se proyectan valores, estilos
de vida, modas y pautas de conducta social que se unen a otros soportes más tradicionales pero
con importante influencia aún en algunos sectores de población: radio, prensa y revistas de diver-
sos tipos, publicidad estática, cine...
Estas son realidades que podemos constatar cotidianamente y refrendar en cualquiera de
los múltiples estudios que sobre los medios de comunicación están a nuestra disposición. Datos
que, siguiendo la terminología de Umberto Eco, pueden ser interpretados desde una perspectiva
«apocalíptica» (la televisión como una clepsidra que se introduce en nuestras vidas y nos absorbe,
manipulándonos hasta extremos inimaginables) o «integrada», observando los medios de co-
municación desde una visión optimista como la gran ventana que nos permite conocer y com-
prender mejor el mundo, que posibilita el intercambio de opiniones y puntos de vista, en los que
se proyectan la multiplicidad y riqueza de valores presentes en la aldea universal que habitamos.
Junto a un posicionamiento más o menos favorable o contrario a la incidencia de los medios
de comunicación en los valores sociales, cabe plantearse, sobre todo por parte de las personas
que de una forma u otra estamos relacionadas con la educación, una reflexión más profunda. Se
plantean en este ámbito cuestiones tales como: ¿cómo son recibidos e interpretados por los niños
y jóvenes los mensajes de los medios de comunicación?, ¿cómo inciden los medios en la forma-
ción global de la persona?, ¿qué papel puede y debe jugar la escuela a este respecto?, ¿qué tipo
de interacción se establece entre la escuela ordinaria y esta otra «escuela paralela» de los medios
de comunicación?, ¿y entre éstas y la educación familiar?, ¿hay algo que pueda hacerse desde las
aulas para mejorar una situación que no nos satisface plenamente?... El debate se sitúa así sobre
L
L
7. 7
COMUNICAR 9, 1997
el complejo triángulo constituido por los tres vértices que aparecen en el título de este número
de COMUNICAR: educación, valores y medios de comunicación.
Situándonos en uno de los vértices de este triángulo, el de la educación, parece cada vez
más claro que la escuela no puede permanecer insensible ante el tema de los medios de co-
municación y la formación en valores. La propia LOGSE recoge como una de las exigencias
básicas del Sistema Educativo la conexión entre la escuela y el medio social en el que ésta se in-
serta, adoptando una posición definida de defensa de los valores democráticos de libertad, so-
lidaridad, no discriminación, etc. También, en esta Ley Orgánica se recoge la necesidad de con-
tribuir, desde la escuela, a la formación del alumnado en la utilización crítica de los medios de
comunicación.
En los últimos años, la Consejería de Educación y Ciencia ha venido realizando, desde el
Plan Andaluz de Formación Permanente del Profesorado, acciones dirigidas a la formación de
profesores y profesoras en materia de medios de comunicación, poniendo a su disposición a través
de los Centros de Profesores el asesoramiento y los materiales necesarios para la introducción de
la tecnología de la comunicación y de la información en el currículum con el objetivo de dar res-
puesta al alumnado en el desarrollo de actitudes críticas ante el impacto de los medios.
A otros niveles, en los Decretos de Currículo de los diferentes niveles educativos, en los Pro-
yectos de Centro, en las Programaciones de Aula, e incluso en la práctica docente cotidiana, se
insiste asimismo en la orientación axiológica que debe estar presente en toda actividad formativa.
El profesorado suele mostrar gran interés y preocupación cuando se plantean estos temas
en actividades formativas o en proyectos innovadores. Pero junto a este interés también aparecen
elementos de inseguridad: ¿Cómo abordar didácticamente la educación en valores?, ¿será efectivo
lo que hacemos en la escuela?, ¿podremos competir con los medios de comunicación?
Desde la Consejería de Educación y Ciencia se está abordando también la Educación en
Valores desde hace algún tiempo. Se han realizado progresos en el campo conceptual, en el cu-
rricular, en el de la formación del profesorado, incorporando la Educación en Valores a los Planes
Provinciales de Formación, en la publicación de materiales didácticos y de apoyo...
Pero también hemos de reconocer que, en este complejo mundo de los medios de comu-
nicación, de los valores que transmiten y su relación con la escuela, aún queda un largo camino
por recorrer para lograr dos importantes objetivos:
1. Que la experiencia escolar suponga una aportación fundamental en la Educación en
Valores del alumnado, dotándole de una mayor autonomía moral, permitiendo así que establezca
su propio punto de vista ante los mensajes que recibe de los medios de comunicación.
2. Que la formación general del alumnado –tanto en lo que se refiere a conceptos como a
actitudes y hábitos– le permita emplear críticamente los medios de comunicación, sea como
emisor o como receptor y utilizar adecuadamente los lenguajes de estos medios.
Considerando que la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía y el Grupo
Comunicar –Colectivo Andaluz para la Educación en Medios de Comunicación– coinciden en
estos objetivos, se ha estimado coeditar este número de la revista, en la confianza de contribuir
a profundizar en el debate anteriormente planteado. La diversidad de enfoques, la riqueza de
experiencias e investigaciones que se plantean garantizan la utilidad de este empeño.
Isabel de Haro Aramberri
Directora General de Evaluación Educativa y Formación del Profesorado
Consejería de Educación de la Junta de Andalucía
8. COMUNICAR 9, 1997
8
Editorial
Editorial
Valores de la comunicación
Valores de la comunicación
y comunicación de los
y comunicación de los
valores
valores
E
l análisis crítico de los medios de comu-
nicación, debe aplicarse tanto para los
contenidos como para los mismos me-
dios. Hemos caído, a veces inconscien-
temente,enlatentaciónderechazarlos
medios, por sus contenidos, llegando a
la conclusión de que los medios tecno-
lógicos son inocuos, y que solamente se hacen dañi-
nos o perversos cuando lo que trasmiten es dañino o
perverso. El medio, como instrumento, no es ni enga-
ñoso ni inocente. Sin embargo, en el compromiso que
la sociedad debe proponerse ante los medios de co-
municación, no puede olvidarse la educación hacia
la utilización del medio, tanto como el análisis de sus
contenidos y la producción de los mismos atendiendo
a los valores fundamentales que la sociedad requiere.
El medio, su misma tecnología, a la que por suerte
podemos hipotéticamente dominar, tiene en su inte-
rior la bondad y la maldad de su utilización. El valor
o contravalor de dedicar horas y horas a Internet, a la
televisión o al ordenador, crea adicción, indepen-
dientemente de sus contenidos. La sociedad pone el
grito en el cielo cuando toma conciencia de que a
través de Internet se hacen negocios sucios, se enseña
a elaborar bombas o se facilita la pornografía. Puede
ser que el principal peligro de los medios sea el
contenido, pero si analizamos el mismo medio apre-
ciaremos que ya ha entrado en nuestra sociedad
como tal y que uno de los desafíos es su propia es-
tructura y utilización. Los medios ya están integrados
en nuestros hogares, sin posibilidad de escapar de
ellos, convertidos en valores impuestos por la socie-
dad.
9. 9
COMUNICAR 9, 1997
«Donde funciona un televisor hay
alguien que no está leyendo», afirma
John Irving, cuestionando el valor «tele-
visión» contra el valor «lectura»; pero ¿y
las personas que leen con exceso? Hace
años nos reprendían por leer novelas o
comics y no ayudar en casa, o no estu-
diar. Hoy daríamos un mundo porque
nuestros niños y adolescentes leyeran
más y vieran menos la tele. Los valores
cambian en función del medio. Arangu-
ren en un juicio a los valores triviales se
expresa: «Hoy ya no hay grandes cientí-
ficos, lo que hay son grandes tecnólogos;
de lo que vivimos hoy es de la aplicación
tecnológica de la ciencia que se hizo en
otra época. Incluso la cibernética es una
ciencia que está destinada a la aplica-
ción. Con estos valores nos ha ocurrido
lo que con los demás: los convertimos en
valores de cada día para lucirnos».
Y por otra parte, el gran reto para
nuestra sociedad es abordar los conteni-
dos que nos aportan los medios de co-
municación, basados en lo económico,
enelconsumoindiscriminado,laviolen-
cia y la competitividad, para transfor-
marlos en valores que
tenganalgomásquever
con la fidelidad, el con-
sumo necesario, la con-
vivencia, la solidaridad
y la estética.
Si los agentes
socializadores –la es-
cuela, la familia y los
medios de comunica-
ción– cambiáramos
nuestros esquemas, nos
podríamos contestar,
como Fiorucci, modis-
to y esteta, que se cues-
tiona así el futuro: «Me
pregunto qué tipo de comportamiento
debería adaptarse en estos tiempos. Los
esquemas se han roto y nada es ya como
antes. Intuyes que está sucediendo algo
muy gordo y te das cuenta de que eso ya
no forma parte de los juegos habituales,
sino que afecta a las ocultas necesidades
de las gentes. Entonces, si la pregunta es
cómo saldremos de esto, la respuesta es
optimista: seremos mejores. Más simples,
más na-turales, más libres. Muy diferen-
tes, en su-ma, de lo que fueron los
sofisticados años ochenta».
COMUNICAR presenta en este número
monográfico alternativas que permiten,
utilizando los medios, sentar las bases
para un análisis más crítico en las aulas;
las posibilidades son infinitas. Podemos
iniciarnos en el estudio, investigación y
logro de los valores a través de lo que
aportan los medios, o disponernos a usar-
los didácticamente, procurando que ni-
ños, adolescentes y adultos descubran el
propio valor de la utilización tecnológica
con fines formativos e instrumentales. O
analizarlosvaloresycontravaloresdesde
la perspectiva de la ética, la sociedad y la
filosofía, en relación y
contraposición al trata-
miento que aportan los
medios de comunica-
ción. Lo importante es
que la sociedad tenga
en cuenta los medios
como transmisores de
valores sociales y cultu-
rales y disponga de los
procedimientos huma-
nos y educativos para
disfrutar y leer crítica-
mente lo que los recur-
sos tecnológicos nos
ofrecenenlaactualidad.
10. COMUNICAR 9, 1997
10
VI Parte
Pablo'97paraCOMUNICAR
26. Derecho de ver al natural los eclipses
de Luna, cometas y otros fenómenos side-
rales, y no solamente en el Telediario.
Derechos del telespectador
27. Derecho a no contestar encuestas
telefónicas sobre programas de la tele.
25. Derecho a definirse como analógico
o digitaliano.
28. Derecho al pataleo.
12. 12
TEMAS
Presentación
Presentación Educar en los Medios:
Educar en los Medios:
valores, democracia y
valores, democracia y
ciudadanía
ciudadanía
in duda, si una gran virtud tiene la Educa-
ción en Medios de Comunicación es su
capacidad para enseñar a chicos y chicas
a descubrir los valores de la sociedad y
tomar actitudes de reflexión, adhesión y
distancia con o frente a ellos. Educar para
la democracia y la ciudadanía exige nece-
sariamente poner en contacto a los alumnos con el
mundo del presente, con la actualidad viva de la calle
que es en los medios donde palpita con toda su inten-
sidad, a veces desfigurada o intencionadamente mani-
pulada, pero unos ojos críticos, educados desde la refle-
xión y el sosiego, son, hoy por hoy, el único instrumen-
to válido en nuestras manos para asumir la trascenden-
cia que el mundo de los valores tiene hoy en la escuela
contemporánea. Caídos los muros de las ideologías y
los referentes tradicionales, es más necesario que nun-
ca impregnar a la escuela y a los medios de valores uni-
versales que sienten el consenso y nos permitan, dentro
de la pluralidad, vivir en paz y democracia. La educa-
ción del ciudadano se abre así como el gran reto de la
escuela y los medios de hoy.
«COMUNICAR», consciente de esta ineludible e im-
portante tarea de educar en valores desde y con los pro-
pios medios, ofrece en este número una serie de inte-
resantes trabajos de profesionales de la comunicación,
docentes y expertos de los medios y la educación que
analizan, desde distintas ópticas y perspectivas cómo
aprovechar el uso de la comunicación para la educa-
ción en los valores democráticos.
«La Educación en Valores y los Medios de Comu-
nicación», de J.R. Jiménez, abre el monográfico con un
planteamiento global sobre los principales valores que
la escuela ha de promocionar, siendo para ello los
medios unos privilegiados instrumentos de facilitación.
«El valor de la imagen en movimiento», de E.
Martínez-Salanova, plantea la importancia de la utili-
S
13. 13
COMUNICAR 9, 1997
zación del cine para una óptima Educación en
Valores, especialmente a través de la explota-
ción de la estética de este medio en la forma-
ción de actitudes morales y éticas de los alum-
nos.
«Ética y estética de la imagen», de M.
Fandos y M.J. Martínez, incide en la influencia
de los mensajes audiovisuales en la Educación
en Valores y nos ofrece recomendaciones para
enseñar y aprender a autoprogramarse el con-
sumo mediático.
«Educación en Valores, transversalidad
y medios de comunicación social», de J.A.
Morón, resalta el papel transversal que tienen
los medios de comunicación y su importante
colaboraciónenel
eje transversal nu-
clear de la Educa-
ción en Valores.
«Los valo-
res de la LOGSE
a través de la
prensa escrita»,
de A. Feria, pre-
senta una inves-
tigación del aná-
lisis de la prensa
escrita para des-
cubrir el trata-
miento que los
medios dan a los
valores de la LOGSE.
«Valores de la publicidad y publicidad
de los valores», de J. Biedma, propone un
análisis de la «sofística publicitaria» para favo-
recer un uso más creativo de los medios, desde
una óptica humanística y ética.
«¿Puede el periódico educar una sensi-
bilidad solidaria?», de L. Sequeiros, es un inte-
rrogante clave si tenemos presente el protago-
nismo de los diarios en la Educación en Valo-
res y concretamente la educación para la soli-
daridad.
«Derechos Humanos y medios de co-
municación», de J. Tuvilla, reflexiona sobre el
papel de los medios en el fomento de la paz y
la comprensión internacional.
«La tolerancia de la intolerancia. Los
temas transversales en la prensa», de Luis y Ce-
lia Miravalles, ofrece los resultados de una in-
vestigación aplicada en el aula sobre las cau-
sas de la intolerancia y las posibles respuestas
didácticas.
«Los medios de comunicación y la for-
mación democrática», de R. Morduchowicz,
vincula estrechamente la democracia y Educa-
ción en los Medios en el contexto argentino,
donde la comunicación desempeña un papel
fundamental en la incipiente democracia.
«La mujer en los medios de comunica-
ción», de M.J. de
los Ríos y J. Mar-
tínez, critica el tra-
tamiento discri-
minatorio de los
medios y realiza
propuestasparasu-
perar estereotipos.
Finalmente,
se incluyen tres ar-
tículos que plan-
tean la necesidad
de superar, desde
la Educación en
Valoresconlosme-
dios de comunica-
ción dependencias,
como las drogas:
«El alcohol en los medios de comunicación: la
presión para su consumo-abuso», de A. Vega;
«Drogas sintéticas, culturas juveniles y valores
sociales», de L. García; y «Los medios de co-
municación social y las drogas», de R. del
Olmo, inciden en la importancia de los medios
de comunicación y su tratamiento transversal
en el aula, para conseguir una educación que
enseñe valores y eduque ciudadanos libres y
democráticos, autónomos y críticos ante los
retos del siglo XXI.
EnriqueMartínez-Salanova
Coordinadorde«Temas»
15. 15
COMUNICAR 9, 1997
COMUNICAR 9, 1997; pp. 15-22
La Educación en Valores y los Medios de
Comunicación
JuanRamónJiménez
JuanRamónJiménez
Sevilla
Sevilla
Así, ya en la antigua Grecia existía la aspi-
ración de alcanzar mediante la educación (pai-
deia) el ideal de integridad humana, que in-
cluía, junto a la formación física e intelectual,
el desarrollo moral. En las escuelas propias de
lassociedadesenlasquepredominabanlosva-
lores religiosos, éstos se situaban en el punto
dereferenciadelosobjetivosycontenidosedu-
cativos. Así, se puede hablar de una escuela
propiadelmundocristiano,odeotracorrespon-
dienteconlosvaloresético-religiososdelmun-
do islámico. También se puede encontrar una
correspondencia de la sociedad autoritaria con
la escuela dogmática.
Mucho más recientemente, las distintas
tendencias agrupadas bajo la denominación
de «Escuela Nueva» también han destacado
entre sus finalidades este aspecto en la forma-
Referirse a los valores en la educación no
es algo nuevo, y sin embargo, está de rabiosa
actualidad. Buena prueba de ello es que un li-
bro que tiene por título El valor de educar
(FernandoSavater)ycuyocontenidoestáestre-
chamente relacionado con esta temática se ha
situado como uno de los best sellers del mo-
mento.
Efectivamente, no estamos hablando de
algo nuevo. El tratamiento de los valores ha
sido, tradicionalmente, una preocupación de
los sistemas educativos y de las corrientes de
pensamiento pedagógico. A lo largo de la
historia de la educación se ha podido estable-
cer un nexo de relación entre las propuestas
ético-filosóficas de las diferentes corrientes y
sus correspondientes planteamientos pedagó-
gicos.
Temas
Eltratamientoeducativodelosvaloresesunapreocupaciónprioritariatantopara
los sistemas educativos como para las distintas corrientes del pensamiento pedagógico.
El autor de este artículo, reconociendo que son múltiples las variables que inciden en la
educación en valores a través de complicadas interacciones entre las mismas, destaca
la importancia de la influencia intencional ejercida por la práctica educativa y analiza
las posibilidades que brindan los medios de comunicación para favorecer el diseño,
desarrollo y evaluación de los planteamientos didácticos para educar en valores.
16. 16
TEMAS
ción de las personas, al subrayar como objeti-
vos de la educación, entre otros, la tolerancia,
la igualdad y la solidaridad.
Sin embargo, la complejidad del mundo
actual, con la aparición de determinados ele-
mentos nuevos y de crucial importancia para
la vida social de las generaciones futuras –la
crisis ambiental, el desarrollo de las comuni-
caciones entre civilizaciones, hasta entonces
aisladas entre sí, la creciente emancipación de
la mujer, el rebrote de casos de racismo y xe-
nofobia en algunas sociedades, problemas de
salud pública que se creían superados, la indu-
dable incidencia que ejercen los medios de
comunicación en las personas, etc.– han des-
pertado una mayor sensibilidad por el trata-
miento de los valores relacionados con estos
elementos.
Actualmente, tanto la sociedad, en gene-
ral, como los profesionales de la educación, en
particular, se muestran especialmente preocu-
pados en que la escuela contribuya a la forma-
ción integral del alumnado, permitiéndole res-
ponderdeformaadecuadaaestosnuevosretos
que se le presentan. Una preocupación espe-
cial por la Educación en Valores muestran las
familias, ya que éstas, privadas de su tradicio-
nal autoridad ante las nuevas generaciones, se
encuentran impotentes para abordar por ellas
mismas los procesos de socialización de los
hijos e hijas.
Los valores en el medio escolar
Evidentemente, el centro educativo no es
el único ámbito en el que se produce la forma-
ción en valores. Los familiares, las amistades
y la sociedad en general inciden de forma po-
derosa en la socialización de las personas. En
este sentido, juegan un papel muy destacado
en la transmisión de valores los medios de
comunicación, la denominada escuela para-
lela. En otros artículos de esta misma revista
se aborda en profundidad este aspecto, y por
ello no insistiré en el mismo.
Tampoco entraremos aquí –por estimarla
como estéril– en una polémica sobre cuáles de
estos factores inciden en mayor o menor medi-
da en los niños y jóvenes: si es el de los medios
de comunicación, las familias, los grupos de
iguales o la escuela. Probablemente la resul-
tante sea fruto de las múltiples y complejas
interacciones entre éstos.
Pero sí queremos destacar, frente a algu-
nas posiciones que minusvaloran su papel en
la actualidad, que la escuela, desde los prime-
ros niveles educativos, tiene una enorme po-
tencialidad de influir en el largo camino que se
recorre desde la aparición de las actitudes so-
ciales más básicas a la construcción de escalas
de valores más definidas. En el centro docente
se dan diversas circunstancias que favorecen
este proceso:
•Es un ámbito de convivencia en el que se
pueden experimentar situaciones sociales que
propician la formación en valores: resolución
de conflictos, participación democrática, inte-
gración de la diversidad...
• Ofrece unas condiciones organizativas,
espaciales y temporales que permiten un trata-
miento didáctico sistemático, integrado y con-
tinuado de aquellas temáticas que están direc-
tamente relacionadas con la formación en
valores.
• En los nuevos currículos que se derivan
de la LOGSE, la formación en valores aparece
como contenido educativo a cuyo tratamiento
«transversal» se le concede una extraordinaria
importancia.
• Desde la escuela se pueden aprovechar
aquellas otras vivencias –reflexionando sobre
ellas,intercambiandopuntosdevistaconotros
alumnos, etc.– e informaciones que el alumno
recibe de los otros contextos en los que se
desarrolla. De hecho, desde un enfoque cons-
tructivista,laescuelapuedeydebeaprovechar
didácticamente las experiencias y conocimien-
tos previos –la mayoría no escolares– de que
dispone el alumno o alumna.
Los valores en el currículum educativo
Aunque existen diversas perspectivas en
la priorización de unos determinados valores
sobre otros, existe un amplio consenso sobre
cuáles son los aspectos básicos que, ineludi-
17. 17
COMUNICAR 9, 1997
blemente deben abordarse en el marco escolar.
Estos aspectos, a su vez, se recogen de decla-
raciones y documentos suscritos interna-
cionalmente –Declaración
Universal de Derechos Hu-
manos, Declaración de De-
rechos del Niño– y logran su
máxima expresión en la
Constitución Española.
En los currículos educa-
tivosdeAndalucía(Decretos
105, 106 y 107/92 de 9 de
junio y 126/94 de 7 de junio),
aparecenalusionesdirectasa
los siguientes valores:
• Autonomía moral o
criterio propio.
• Solidaridad.
• Tolerancia, respeto
a diferentes opciones.
• Educación para la
paz, resolución no violenta
de conflictos.
• Igualdad de oportu-
nidades.
• Interculturalidad.
A continuación realizaremos algunos co-
mentarios sobre el significado de estos valo-
res,sobreeltratamientoeducativoque,anues-
tro juicio, puede darse desde la escuela y apun-
taremos algunas ideas sobre cómo pueden uti-
lizarse los medios de comunicación desde la
perspectiva didáctica.
La Autonomía Moral
La Autonomía Moral es la capacidad de
las personas para pensar por sí mismas, para
mantener sus propios criterios ante las presio-
nes externas y para atender a sus necesidades
sintenerqueestablecerdependenciaspsicoló-
gicas y sociales.
Desde el punto de vista educativo, la Au-
tonomía Moral se encuentra estrechamente
relacionada con el aprendizaje de determina-
dos procedimientos, habilidades sociales y
actitudes básicas: autocontrol, cuidado autó-
nomo de sí mismo, la elaboración de juicios
propios, toma de decisiones, asertividad, ca-
pacidad de actuar basándose en las propias
fuerzas, etc.
Contribuyen a la forma-
ción de este valor aquellas
situaciones escolares en las
que el alumnado tiene la opor-
tunidad de reflexionar de for-
ma sosegada sobre las conse-
cuencias de sus propias con-
ductas –asambleas, debates,
coloquios– y de emitir juicios
propios sobre asuntos, con
trasfondo moral, que le afec-
tan directa o indirectamente:
conflictos, dilemas morales,
etc.
Los medios de comuni-
cación pueden emplearse, en
el aula, para fomentar esta
capacidad. Específicamente
estimamosespecialmenteade-
cuado tomar como referencia
los espacios informativos de
los distintos medios (como se
ha hecho ya en múltiples oca-
siones con la prensa) para originar el inter-
cambio de puntos de vista acerca de un deter-
minado acontecimiento. Deben seleccionarse
antetodonoticiasyacontecimientosquefavo-
rezcan diversidad de opiniones y posturas, la
confrontación de ideas y el debate.
La Solidaridad
La solidaridad consiste en hacer causa
común con otras personas, participando con
ellas en la resolución de problemas, conflictos
o anhelos. Supone cierto grado de descentra-
miento y de pérdida del egocentrismo, ya que,
en ocasiones, el sentimiento de solidaridad
puede referirse a grupos o causas que no son
cercanas–pueblosdeotroscontinentes,gene-
raciones futuras...– o, incluso a veces, pueden
entrar en contradicción con los intereses per-
sonales más inmediatos.
El desarrollo de sentimientos de solidari-
dad se propicia desde la primera infancia, me-
Actualmente, tanto
la sociedad, en gene-
ral, como los profe-
sionales de la educa-
ción, en particular,
se muestran espe-
cialmente preocupa-
dos en que la escuela
contribuya a la
formación integral
del alumnado permi-
tiéndole responder
de forma adecuada
a estos nuevos retos
que se le presentan.
18. 18
TEMAS
diante el fomento de conductas prosociales
(aquéllasquepretendenayudaraotrapersona:
cooperar, consolar, facilitar...) y de la empatía
(ponerse en el lugar del otro).
En el centro educativo la solidaridad pue-
de promoverse tanto en la vida cotidiana, co-
mo mediante la organización de situaciones
específicas de sensibilización ante diversos
temas.
Los medios de comunicación pueden con-
tribuir a la formación de la solidaridad. El
conocimiento, a través de los medios, de las
actividades que desarrollan las organizacio-
nes no gubernamentales altruistas y la presen-
tación de testimonios directos (de inmigrantes,
de personas que sufren persecuciones) son
algunas de las vías que pueden explorarse
desde la escuela. También sería conveniente
queelalumnadotuvieseaccesoalosmediosde
comunicación de organizaciones e institucio-
nes relacionadas con la solidaridad: revistas
periódicas que editan, direcciones de Internet,
etc.
La Tolerancia
Una persona tolerante es aquélla que con-
sidera que las ideas, creen-
cias,opcionesyestilosdevida
de los demás son tan respeta-
bles como los propios. La to-
lerancia es un valor estrecha-
mente relacionado con los de
libertad, pluralidad, coexis-
tencia de ideas y respeto mu-
tuo.
La educación para la to-
lerancia se sustenta en dos
ideas-fuerza aparentemente
contradictorias, pero que son
complementarias: la flexibi-
lidad y la firmeza. Por una
parte, hay que promover la
flexibilidad ante posiciones
diferentes, la apertura frente a
lo novedoso, la capacidad de modificar las
propias ideas. Por otra parte, hay que mante-
ner cierto grado de firmeza y de inflexibilidad
en la defensa de los derechos básicos de expre-
sión, de discrepancia, de la diversidad...
Laorganizacióndedebatessobrediversos
temas en el aula, la integración en los centros
de personas con culturas diferentes, el apren-
dizaje de los derechos humanos, son, entre
otras, algunas de las situaciones que pueden
favorecer la educación para la tolerancia en el
marco escolar.
Los alumnos y alumnas deben aprender a
utilizar, en la medida de sus posibilidades, los
medios de comunicación para expresar sus
propias ideas y puntos de vista. Junto al ya
tradicional periódico escolar, pueden aprove-
charse –como emisores activos– las oportuni-
dades que nos ofrecen las nuevas tecnologías:
editar sencillas películas de vídeo, confeccio-
nar una página «web», diseñar campañas de
divulgación de ideas...
La Educación para la Paz
La Educación para la paz y la no violencia
parte del reconocimiento de que, en la actua-
lidad, vivimos en una sociedad compleja en la
que el conflicto está siempre presente, desde
las relaciones interpersonales más elementa-
les a las confrontaciones béli-
cas de carácter transnacional.
Pero se considera que la vio-
lencia no es una característica
inherentealconflicto,sinosólo
una de las posibles respuestas
que pueden darse, existiendo
la posibilidad de canalizar la
agresividad natural por otros
cauces que permitan otro tipo
de respuesta a un tiempo firme
y pacífica a los problemas hu-
manos.
La capacidad de resolver
conflictos de forma no violen-
ta es un contenido clave de la
educación para la vida social.
Esta capacidad permite a las
personassercapacesdeafrontarlosproblemas
de la vida cotidiana, defender en los mismos
sus propios derechos y los de los demás. El
La capacidad de
resolver conflictos de
forma no violenta es
un contenido clave
de la educación para
la vida social, ya que
permite a las perso-
nas ser capaces de
afrontar los proble-
mas de la vida coti-
diana, defender sus
derechos...
19. 19
COMUNICAR 9, 1997
conflicto puede ser un reto, fuente de evolu-
ción y crecimiento si los sujetos saben abordar
los problemas que los enfrentan de forma que
leslleveasolucionesmásjus-
tas y equilibradas, utilizando
medios no dañinos para su
regulación. No quedan, por
tanto, indefensos los alum-
nos y alumnas frente a la pro-
blemática social. Simplemen-
te van provistos de instru-
mentosdeintervenciónenlos
conflictos: capacidades, acti-
tudes y destrezas de gran po-
tencialidad y eficacia.
En los medios de comu-
nicación aparecen con cierta
frecuenciareflejadassituacio-
nesdeguerrasyotrosconflic-
tos violentos. Sin embargo,
las propias características de
los medios hacen que se centren casi exclusi-
vamente en las consecuencias inmediatas de
los conflictos –número de muertos, ejército
triunfador, etc.–, sin profundizar en conse-
cuencias a medio y largo plazo y, en muchos
casos, sin tener en cuenta las raíces históricas
y socioeconómicas de los conflictos. En otras
ocasiones,lasperspectivasquesepresentanen
los medios son muy sesgadas y parciales,
tomando un claro partido por alguno de los
contendientes –recuérdese a tales efectos la
utilización «concienciadora» que se hizo de
los medios en la guerra de Irak–. En ambos
casos, se hace preciso que, desde la escuela, se
proceda a una relectura de los medios, mucho
más sosegada y pluralista, completando las
informaciones con otras fuentes.
La Educación para la Igualdad
La Educación para la Igualdad propugna
el rechazo a las discriminaciones derivadas de
la pertenencia a un determinado grupo social,
sexo, nacionalidad, creencia, etc., y el estable-
cimiento de relaciones sociales más justas y
equitativas.
Desdeelpuntodevistaeducativo,laigual-
dad supera el ámbito de la mera igualdad
formal o igualdad ante la ley. Se pretende
conocer las causas de las desigualdades socia-
les, y apuntar a la búsqueda
de soluciones. La discrimi-
nación positiva y la compen-
sación son dos instrumentos
básicos en este sentido.
El conocimiento de los
derechos,propiosyajenos,el
ejercicio de responsabilida-
des,eldesarrollodeactitudes
de reciprocidad y la supera-
ción de algunos tópicos so-
ciales –sexismo, racismo,
etc.– son algunos de los con-
tenidos básicos de la Educa-
ción para la Igualdad.
Quizás sea la publicidad
el aspecto de los medios de
comunicación en el que se
reflejen con mayor intensidad una imagen
sesgada y discriminatoria de nuestra sociedad.
El sexismo en la publicidad de juguetes, la
preponderancia a destacar las virtudes de de-
terminados grupos sociales y raciales (recor-
demos a tales efectos el anuncio de un gel de
baño en el que una mujer embarazada expre-
sabasusdeseosacercadelcolordelapieldesu
futuro hijo), los tópicos sobre la belleza, la
salud, el consumismo hacia el que incitan,
etc., hacen de la publicidad un objeto de aná-
lisis imprescindible en la Educación en Valo-
res.
La Interculturalidad
La Interculturalidad es una alternativa de
convivencia que emana del reconocimiento de
la coexistencia de culturas distintas y de con-
siderar la diferencia como un valor enriquece-
dor.
Las sociedades actuales y del futuro han
de ser cada vez más interculturales, aceptando
lasaportacionesespecíficasdecadaunodelos
grupos étnicos que las integran y produciendo
nuevas síntesis como fórmulas de conviven-
cia.
Se hace preciso que,
desde la escuela, se
proceda a una
relectura de los
medios, mucho más
sosegada y plu-
ralista, completando
las informaciones
que nos procuran
con otras fuentes.
20. 20
TEMAS
La formación de actitudes que permitan la
convivencia en la diversidad y el enriqueci-
miento mutuo de personas que proceden de
culturas diferentes es la finalidad básica de la
interculturalidad. Estas actitudes implican la
educación de actitudes tales como:
• El respeto y la apertura
a los que son diferentes.
• La valoración de las
aportaciones que los otros
pueden hacer a nuestras pro-
pias concepciones y a nues-
tra forma de vida.
• El interés por lo dife-
rente a lo nuestro.
• La relativización de los
propios valores.
Propiciar experiencias
significativas de conviven-
cia intercultural mediante el
fomento del interés por otros
pueblos, lenguas y culturas,
los viajes, el contacto con
personas de otros lugares, la
correspondencia interescolar,
etc. es la forma más adecua-
da para el tratamiento educa-
tivo de esta temática.
También pueden emplearse los medios de
comunicaciónparafomentaresteenfoqueinter-
cultural. Podemos orientar a nuestros alumnos
y alumnas para que vean determinados repor-
tajes étnicos y culturales de televisión (recuer-
do series como Otros pueblos, Mujeres del
Mundo, La expedición de Malaspina, La Ruta
de la Seda, Alkibla...) o algunas películas es-
pecialmente indicadas para abordar esta temá-
tica(Bailando con lobos, Dersu Uzala, La Sel-
va Esmeralda, Nanouk el Esquimal...).
Tratamiento didáctico de la Educación en
Valores y Medios de Comunicación
Aunque no existe una orientación meto-
dológica exclusiva para la educación en valo-
res, la tendencia actual se sitúa en la perspec-
tiva constructivista, desechándose los enfo-
ques verbalistas y transmisivos. Se sugieren
métodos que ofrezcan al alumnado experien-
cias de aprendizaje ricas en situaciones de par-
ticipación, en las que puedan dar opiniones y
asumir responsabilidades, plantearse y resol-
ver conflictos, formarse, en definitiva, como
seres autónomos y críticos ante las opciones
que la vida les va plantean-
do. Específicamente, gran
parte de las experiencias pe-
dagógicas relacionadas con
este ámbito de trabajo suelen
emplear actividades didác-
ticas de los siguientes tipos:
• La clarificación de va-
lores: Este tipo de activida-
des de educación moral in-
tenta ayudar a los alumnos a
conocer lo que cada uno de
ellos valora. Esta definición
clara de la propia jerarquía
de valores favorece un com-
portamiento personal más
orientado y coherente, y asi-
mismo, facilita la toma cons-
ciente y autónoma de deci-
siones.
• La comprensión críti-
ca:Estosmétodossecaracte-
rizan por un tipo de intervenciones educativas
que pretenden impulsar la discusión, la crítica
y la autocrítica, así como el entendimiento –
que no necesariamente significa acuerdo o
consenso–, entre los alumnos, el profesor, e
imaginariamente con todos los implicados en
el problema real considerado, no presentes en
el aula. Todo ello a propósito de temas perso-
nales o sociales que impliquen un conflicto de
valores; es decir, que sean sentidos como pro-
blemáticos.
• La discusión de dilemas morales: Este
método pretende potenciar el desarrollo del
juicio moral. Consiste en la discusión razona-
da de breves historias que presentan un con-
flicto de valores de difícil solución. La discu-
sión de dilemas morales persigue primero
crear conflicto o producir incertidumbre, y
luego ayudar a restablecer el equilibrio en un
Pueden emplearse los
medios de comunica-
ción para fomentar
este enfoque inter-
cultural. Podemos
orientar a nuestros
alumnos y alumnas
para que vean deter-
minados reportajes
étnicos y culturales
de televisión (...) o
algunas películas
especialmente
indicadas.
21. 21
COMUNICAR 9, 1997
nivel superior de juicio moral.
En todos estos enfoques los medios de
comunicación pueden emplearse de diferentes
formas:
a) Como objetos de conocimiento, es de-
cir, tomando sus contenidos como base para
un análisis de los valores que en la sociedad se
proyectan (por ejemplo, se puede analizar el
tratamiento que dan los medios de comunica-
ción a un determinado fenómeno, como es la
inmigración, los valores que se reflejan, el len-
guaje que se emplea, con qué motivo concreto
se refleja como noticia, qué tipo de imágenes
se proyectan, etc.).
b) Como recurso para la investigación del
alumnado sobre temáticas más o menos reali-
zadas con los valores sociales (la salud, el
medio ambiente, la convivencia, etc.), reco-
giendo datos a partir de reportajes diversos de
televisión (recomendamos a estos efectos pro-
gramastalescomo Línea 900,
o Testigo directo, algunas
ediciones de Los reporteros
e Informe semanal...), de re-
vistas especializadas, de las
consultasabasesdedatosde
Internet, etc.
c) Como apoyo didácti-
co, es decir, emplear los me-
dios de comunicación en el
aula para el tratamiento de
los valores (numerosas orga-
nizaciones no gubernamen-
tales han editado materiales
didácticos adaptados a las
diferentesetapaseducativas).
Evaluación de la Educación
en Valores
En ocasiones se ha cues-
tionado la pertinencia y posi-
bilidad de evaluar la Educación en Valores.
Los valores se pueden enseñar y se pueden
aprender,ysisonobjetodeenseñanzayapren-
dizaje, también pueden y deben ser objeto de
evaluación.
La evaluación de la Educación en Valores
tiene como objetivo comprobar en qué medida
responden los aprendizajes logrados por el
alumnado a los objetivos marcados, así como
en qué medida la actividad docente ha contri-
buido a tales aprendizajes.
Pero este proceso no está exento de difi-
cultades añadidas a las ya propias de cualquier
evaluación, ya que los progresos en este terre-
no son muy poco objetivables. En ocasiones,
las manifestaciones conductuales coherentes
con los propios valores se producen de forma
muy diferida y dilatada en el tiempo, haciendo
extremadamente difícil la apreciación de los
progresos que se producen. Además, la inci-
dencia de la escuela en la formación de valores
es, como ya hemos indicado, sólo parcial y por
lo tanto no podemos llegar a deslindar con
nitidez sus efectos en relación a otros agentes
socializadores básicos (familia, amistades,
medios de comunicación, etc.).
Como consecuencia de
loanteriormenteexpuesto,en
la evaluación de la Educa-
ción en Valores se resaltan
algunos rasgos característi-
cos:
• Es una evaluación emi-
nentemente cualitativa. Se
trata de describir, constatar,
observar, más que cuantifi-
car o medir.
•Es una evaluación cuya
finalidad es constatar y me-
jorar la eficacia y adecuación
de los procesos de enseñan-
za-aprendizaje.
• Es una evaluación con
un fuerte componente auto-
evaluativo por parte del
alumnado y del grupo en su
conjunto.
Para terminar esta breve reflexión –en
gran parte desarrollada a partir de otras más
profundas y anteriores de los autores que se
citan a continuación en la bibliografía– abusa-
ré de la generosidad intelectual de uno de ellos
–Fernando Savater– para tomar prestado un
En ocasiones se ha
cuestionado la perti-
nencia y posibilidad
de evaluar la Educa-
ción en Valores. Los
valores se pueden
enseñar y se pueden
aprender, y si son
objeto de enseñanza
y aprendizaje, tam-
bién pueden y deben
ser objeto de
evaluación.
22. 22
TEMAS
breve texto del prólogo de su última publica-
ción: «Hablaré del valor de educar en el doble
sentido de la palabra ‘valor’: quiero decir que
la educación es valiosa y válida, pero que es un
acto de coraje, un paso al frente de la valentía
humana. Cobardes o recelosos, abstenerse».
Referencias
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Anaya.
GONZÁLEZ LUCINI, F. (1992):EducaciónenValoresy
diseñocurricular. Madrid,AlhambraLongman.
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EducaciónenValores. Madrid,Anaya/Alauda.
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SAVATER, F. (1997): El valor de educar. Barcelona,
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gatoria.Granada,ProyectoSur.
VARIOS (1992):EducaciónenValoresenEspaña. Actas
delSeminariodelaComisiónEspañoladelaUnesco.Madrid,
CIDE.
VARIOS (1995): Guíaeducativaparatrabajarcongrupos
de padres y madres. Navarra,DepartamentodeSaluddel
GobiernodeNavarra.
Reflexiones
desde el butacón
Enrique
Martínez-Salanova
para
C
OMUNICAR
´97
• Juan Ramón Jiménez Vicioso es coordinador del Programa de Educación para la
Salud de la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía.
23. 23
COMUNICAR 9, 1997
COMUNICAR 9, 1997; pp. 23-35
Temas
Necesidad didáctica de la utilización del cine
para una Educación en Valores
El valor de la imagen en movimiento
EnriqueMartínez-Salanova
EnriqueMartínez-Salanova
Almería
Almería
El cine como medio de comunicación se convierte en un elemento indispensable,
tantocomorecursodidácticocomofundamentoeducativoparallegaralainvestigación,
clave metodológica de los diseños curriculares y actividad obligada de la Universidad.
En este artículo se considera la importancia de la imagen en movimiento y se aboga por
su utilización didáctica para una Educación en Valores. Se presentan reflexiones, su-
gerencias y propuestas para explotar la estética del cine en la formación de actitudes
morales y éticas de los alumnos y alumnas.
«Esteojoextrahumanonostraerálaverdad.Vemás
profundamentequenosotros.Másgrande,más
pequeño,másdeprisa,másdespacio.Lohan
prostituidohaciéndolevercomonosotrospensamos.
Pero yo lo dejo solo, libre, y él me trae lo que ve con
precisiónmatemática.Veráustedlascosasdeuna
maneradistinta,connuestrosextosentido»
(Delapelícula«Elsextosentido»(1928),
española,muda,dirigidaporSobrevila).
«Elcinenotienenadaqueverconelteatro;losque
locreenseequivocan.Esabsolutamenteoriginal.
En‘Laquimeradeloro’,destrozouncojín;las
plumasbailan,blancas,enlapantallanegra.Enel
teatrotalefectoseríaimposibledeobtener.Porlo
demás,¿quéhabríaañadidodevivacidadla
palabraaestaescena?Elartecinematográficose
parecemásalamúsicaquecualquierotro.Cuanto
mástrabajo,másmesorprendensusposibilidadesy
másconvencidoestoydequeaúnnoconocemos
nadadeél»(CharlesChaplin,julio1929).
1. La verdad y el engaño de las sábanas
blancas
1.1. La leyenda de Laertes
Cuenta la leyenda que Laertes, hijo de
Príamo y de Artemisa, defendía Atenas, du-
rante la regencia de Pitaco de Mitilene, contra
la incursión de los lacios. Observando la supe-
rioridad numérica de éstos, y sospechando un
ataque nocturno, se le ocurrió una ingeniosa
idea:utilizandolasantorchasqueenelPartenón
iluminaban la estatua de Venus, y recogiendo
por la ciudad de Atenas todas las sábanas de
lino que encontró, hizo una especie de pantalla
que circunvalaba la Acrópolis. Colocó unos
cuantos soldados y varias antorchas por cada
uno. Al moverse los soldados ante las antor-
chas, se creó un efecto visual de tal fuerza, que
24. 24
TEMAS
los defensores parecieron a los asaltantes mu-
chos más que los reales. Las sombras multipli-
cadasengañaronaloslacios,quenoseatrevie-
ron a atacar y se logró que Atenas no fuera
destruida durante esa noche. Al día siguiente,
tras llegar los refuerzos que
esperaba, Laertes consiguió
la victoria. Moraleja de la le-
yenda: Con buenas dosis de
ingenio, antorchas y unos tra-
pospuedesengañaratusami-
gos y enemigos.
De la misma manera co-
mo yo les he engañado a uste-
des, tal vez, con este cuento:
el monumental cuento, que
no leyenda, que les he conta-
do. Si algún lector no ha per-
cibido la patraña que les he
metido es porque estamos
acostumbradosacreernosab-
solutamente todo.
Les refiero lo más paten-
te y grueso del engaño: los la-
cios nunca cercaron Atenas.
Lospobreslaciosfueronante-
cesores primigenios de los ro-
manos y, que se sepa, nunca
invadieron ni siquiera las costas de Grecia.
Laertes, que exista constancia, nunca estuvo
en Atenas; fue rey de Ítaca y padre de Ulises.
A Príamo se le considera como el último rey de
Troya, es decir, enemigo de los griegos; las Ar-
temisas (ya que fueron dos las famosas) reina-
ronenHalicarnaso.Lasegundasedesposócon
Mausolo, el del famoso panteón. Pitaco de
Mitilene, sí vivió en Atenas, pero como legis-
lador y filósofo, no como regente, en el siglo VI
a.C., y no pudo conocer el Partenón, ya que
este se construyó alrededor del quinientos
antes de Cristo, es decir, cinco siglos y medio
después;elPartenón,estabadedicadoaAtenea
y no a Venus. Para que se fíen ustedes de los
autores de artículos. ¿Laertes engañó a los la-
cios como les he engañado yo a ustedes? Es-
pero que no. Algún erudito se habrá dado
cuenta inmediatamente del camelo. ¿O no?
El cine es fantasía y ficción, ilusión y
quimera, sueño y visión, artificio y realidad.
Sus resultados pueden plantear problemas y
cuestiones,cambiarconductas,establecercon-
troversias y originar mensajes. El cine, como
el cuento que he intentado
hacerlestragaraustedes,tam-
bién, además de sábanas y
luces, puede tener moralejas.
El cine se nutre para sus
historias de la realidad o de la
fantasía, e indiscutiblemente
del pensamiento. Mi ficción,
por ejemplo, puede tener su
base en otra realidad u otra
leyenda, o haber recurrido a
una historia parcialmente
existente. En Argentina, sin
ir más lejos, se tiene por cierto
que Lavalle, general rebelde a
la corona española, rodeado
en cierta ocasión por los rea-
listas,yviéndoseperdidodada
su inferioridad numérica, vis-
tió de noche los cactus de la
zona con los uniformes de los
soldados, y puso pies en
polvorosa mientras sus ene-
migos, confundidos, creyendo que eran infini-
dad de soldados de verdad no se atrevieron a
atacar. En la madrugada, cuando se dieron
cuenta, los sitiados tenía ya una noche y mu-
chos kilómetros de ventaja por medio. El Cid
también, según la leyenda, y gracias al enga-
ño, ganó batallas después de muerto.
Esta invención mía sobre Laertes y el
Partenón, hubiera podido ser el guión de una
película, y seguramente la hubiéramos sopor-
tado sin hacer demasiados ascos, sobre todo si
se le hubieran incluido unos cuantos efectos
especiales de categoría.
Además, entre las sábanas, las antorchas
y las sombras chinescas, el cuento chino (por
lo de chinescas) nos da pie para hablar del cine
y de las imágenes, siempre intencionadamente
falsas pero no por ello menos importantes en
su propósito.
El cine es instrumen-
to imprescindible
para analizar la
vida humana, valo-
res y contravalores.
La multiplicidad de
significados del cine,
las posibilidades de
truco que da la
imagen cinemato-
gráfica, convierten
al séptimo arte en
un material didácti-
co impresionante.
25. 25
COMUNICAR 9, 1997
1.2. De la ilusión y el anacronismo al pensa-
miento
Charles Chaplin podía contar en el cine
historias que el teatro no le permitía. Esto se
debe a la fuerza y versatilidad que tienen las
imágenes, a la capacidad de trucar, de super-
poner; en definitiva, de engañar, de crear el
espectáculo y la ilusión que posee la imagen
filmada. Así podía transmitir sus mensajes.
En la película Cleopatra, sus exteriores
fueron rodados en Almería, podemos descu-
brir cómo el interior de un palacio romano en
Egipto, se convierte en su exterior en la Alca-
zaba de Almería, mitad musulmana mitad
cristiana. De un paso se han saltado trece si-
glos. Ocurrió así con el castillo de Peñíscola en
El Cid,o con la ambientación medio gótica, bi-
zantina, renacentista que Pasolini le da a su
Evangelio según San Mateo. El cine es así,
porque lo que importa a mu-
chos directores es la historia,
el núcleo temático, la diver-
sión y el espectáculo. Les pre-
ocupa menos el anacronismo
o la afinidad con la realidad,
que la obra de arte, el espectá-
culo o la transmisión de de-
terminado mensaje. En la ma-
yoríadeloscasos,hayqueser
muy entendido y sagaz para
descubrir los cuentos, las
trapacerías, los embauca-
mientosylosengañosconlos
que nos seduce el cine.
El poder de fascinación
que tiene es el que potencia el
mensaje que sus imágenes es-
conden. El cine juega admi-
rablemente con la verdad y la
mentira. La terrible y apasio-
nante escena de la escalera de
Odessa en El Acorazado Po-
temkim, de Eisenstein, es una
secuencia falsa llena de planos verdaderos.
Una masacre así no pudo durar casi diez
minutos en la realidad. Para mostrar didác-
ticamentealosespectadoreslaterriblesecuen-
cia, el director debe ralentizar, retener, re-
crearse, engañar, para testimoniar eficazmen-
te lo que significa la violencia del poder arma-
do contra ciudadanos desarmados. Si además,
y lo sabemos por la historia, esa matanza
nunca ocurrió en Odessa, más nos incita a la
reflexión el poder de la narración, aunque sea
falsaenestecaso,peroquehahechocorrerríos
detintayhorasdecontroversiasobrelaviolen-
cia contra las masas. Porque estos hechos,
aunque no ocurrieran en Odessa han sucedido
de forma similar y siguen ocurriendo en otros
lugares del mundo. A Eisenstein le cautivó la
plástica de la imagen de la escalera, las luces
y las sombras, el movimiento de las masas, y lo
utilizó para presentar el mensaje que deseaba.
Como dato, quiero destacar que el resto de la
historia, como en la mayoría de los casos, es
casi cierta. Existió realmente el motín del
Acorazado Potemkim, pero la
historia no acabó bien. Los
marinosfueronapresadospoco
después en Ucrania por la ar-
mada del Zar y condenados a
muerte.
2. Un poeta de Almería nos
cuenta cosas sobre el primer
plano de un malvado y Char-
lot el vagabundo
Cuenta Julio Alfredo
Egea, poeta de Almería, en
unadesusmaravillosasprosas,
de cuando era pequeño que
estaba en el cine, en su pueblo,
con sábana de verdad y pro-
yector ruidoso y veían una pe-
lícula de Charlot, perseguido
comocasisiempreporunhom-
brachón mal encarado, de ce-
jas intensamente pobladas de
maquillaje para dar sensación
de mayor maldad. Los peque-
ños estaban de parte de Charlot, el buen hom-
brecillo, y temían por su suerte. El malvado le
estaba alcanzando. De pronto, fuera de la sala
de cine, en las calles del pueblo se oyeron unos
Es difícil descubrir
un solo tema o
núcleo de contenidos
que no esté tratado
de alguna forma en
el cine. Siempre es
posible encontrar
películas o documen-
tales, que permitan
su utilización como
punto de partida en
un debate, o como
rasgo, dato o docu-
mento en una inves-
tigación o estudio.
26. 26
TEMAS
gritos. Algo importante pasaba. El operador
cinematográfico paró la película. La imagen
se congeló ante los niños en un primer plano
de las facciones del grandullón con cara de
odiosa furia. Ésa es la representación que
durante años ha quedado a Julio Alfredo
Egea. Aquella noche era la del 18 de julio de
1936, y en las calles del pueblo ya se mascaba
el comienzo trágico de la Guerra Civil. La
imagen congelada del odio en una película
cómica sirvió a una persona sensible como
punto de referencia reflexiva durante toda su
vida.
3. El engaño de la realidad o la realidad de
la ficción
«Estohadadoextraordinariavitalidadyfecundi-
dadalcine,capazdealiviarlapesadumbredela
vidareal,liberaralhombrehaciaespacios
imaginarios,permitirlevolverseasituaciones
irrealesalavezquelepresentarealidades
inaccesibles.Noolvidemosquelasverdaderas
raícesdelcineseencuentranensufabulosa
capacidadderepresentaciónyrecreacióndela
vidahumana»(JuliánMarías,ensudiscursode
ingresoalaAcademiadeBellasArtesdeSan
Fernando).
El cine es instrumento
imprescindible para analizar
la vida humana, valores y
contravalores. La multiplici-
dad de significados del cine,
lasposibilidadesdetrucoque
da la imagen cinematográfi-
ca, convierten al séptimo arte
en un material didáctico im-
presionante. La imagen, tan
importante en la comunica-
ción,esconvertidaporelcine
en irreemplazable medio de
transmisión, de estudio, de
investigación, de análisis y
de participación en las aulas.
Entodaslasáreasdeestudio,
y en cualquiera de los niveles
de la enseñanza, se hace ne-
cesario el uso del cine como apoyo, comple-
mento o instrumento de trabajo. La trans-
versalidad se hace imposible sin contar con él,
complementado con otros medios, dado el pa-
pel que tiene en la sociedad como generador de
opinión e integrador de cultura.
«La influencia cultural determina el reper-
torio afectivo de una sociedad. Proporciona un
repertorio de significados, expectativas, metas,
intereses y valores. Cada cultura describe un
mundo peculiar, que es el resultado de sus
preferencias, e intenta que cada uno de sus
miembros se amolde afectivamente al paisaje
construido» (Marina).
No hay objeto de estudio que no haya sido
alguna vez expuesto en algún medio de comu-
nicación, ni medio de comunicación que con
mejor o peor fortuna, con seriedad o superfi-
cialmente, no haya tratado los contenidos más
importantes que tienen que ver con todos los
ramos del saber, del arte y de la ciencia. Si la
imagen en movimiento determina en gran
medida la cultura de un pueblo, dada la gran
incidencia que tiene el cine como impacto, ya
sea visto en salas cinematográficas, en vídeo o
en televisión, marca profundamente el reperto-
rio afectivo de una sociedad, de los individuos,
y por lo tanto de los valores
que la hacen reaccionar.
El cine, nuevo arte y tec-
nología del siglo XX, com-
pendia todos los elementos de
la comunicación, convirtién-
dose en elemento indispensa-
ble, tanto como recurso didác-
tico como fundamento educa-
tivo para llegar a la investiga-
ción, clave metodológica de
losnuevosdiseñoscurriculares
y actividad fundamental en la
Universidad.
El cine se convierte en ojo
fiel y memoria crítica de los
hechos del siglo XX. Las pelí-
culas reflejan situaciones,
modos de vivir y de sentir, que
convierten el celuloide en do-
cumental de una época determinada. Las pelí-
culas realizadas desde el nacimiento del sépti-
mo arte, con temática y localización en este
El cine ha hecho
incursión en todas
las materias y cien-
cias y se ha valido
asimismo de todas
ellas para sobrevivir
y crear. Por esta
razón es de relativa
facilidad su utiliza-
ción como elemento
transversal del
aprendizaje.
27. 27
COMUNICAR 9, 1997
siglo, determinan una forma de ver la realidad
en cada momento, se adecuan a las formas,
filosofías y maneras de pensar de cada tiempo
y son, de alguna forma, los cronistas que nos
permiten conocer cómo han
ocurrido los hechos de los úl-
timos cien años. Es impensa-
ble entender lo que ocurrió y
cómo se vivía en la Europa de
la posguerra sin ver películas
como Ladrón de bicicletas,o
Los cuatrocientos golpes.Po-
demos conocer la ideología
dominante en la España del
postfranquismo viendo pelí-
culas de la época. Raza, pelí-
cula cuyo guión realizó el mis-
mo Franco con seudónimo de
J. de Andrade, es de vital im-
portanciaparaconocerlosva-
lores en los que nos movimos
varias generaciones de espa-
ñoles.
De la misma forma, po-
demos entender la propagan-
da de Hitler, la entrada de los
norteamericanos en la Segun-
da Guerra Mundial, la Revo-
lución Rusa (Octubre, de Ei-
senstein), las filosofías exis-
tencialistas,lavidasocialnor-
teamericana, japonesa, vietnamita o británica,
etc.
En cuanto a documentales, el siglo XX lo
ha filmado casi todo. Desde la vida de los es-
quimales en el primer cuarto de siglo –Nanuk
el esquimal, de Flaherty– a los que realiza la
National Geographic, la NASA, y multitud de
organismos, empresas y organizaciones no
gubernamentales en la actualidad.
El llamado «cine de época» intenta reme-
morar épocas y episodios, pensamientos y
sucesos, que pueden también ser analizados y
cotejados con lo que se conoce desde otro tipo
de documentos. Nada hay que descartar, ya
que en cine todo se puede y debe debatir y
cuestionar. La labor del profesor será orientar
los trabajos para que sean eficaces en orden a
la adecuación de currículum, contenidos y
métodos de trabajo. Las obras cinematográfi-
cas basadas en W. Shakespeare, que han teni-
do generalmente muy buena
fortuna en sus adaptaciones,
pueden ser cantera inagota-
ble, no solamente para el es-
tudio de la historia, lengua y
literatura, idioma inglés, etc.,
sino también para analizar va-
lores o contravalores como la
amistad, los celos (Otelo), la
ambición por el poder (Ricar-
do III), o los entresijos de la
política (Enrique V).
4. Cine, televisión y vídeo
Es difícil descubrir un
solo tema o núcleo de conte-
nidos que no esté tratado de
alguna forma en el cine. Siem-
pre es posible encontrar pelí-
culasodocumentales,queper-
mitan su utilización como
puntodepartidaenundebate,
o como rasgo, dato o docu-
mento en una investigación o
estudio.
Sinembargo,elcinecomo
tal, es decir el cine cuyo so-
porte material se basa en el celuloide es cada
vez más difícil de utilizar, dada la dificultad y
coste económico que entraña la búsqueda de
proyectores, operadores y películas. Al mismo
tiempo cada vez se hace más fácil y eficaz la
tecnología que nos permite ver el cine a través
del vídeo o la televisión. Por esta razón en este
artículo, siempre que se hable de cine, se en-
tenderá que indistintamente podemos estar re-
lacionándolo con su sucedáneo el vídeo, y en
un futuro inmediato con cualquier otro soporte
adecuado, como el Cd-Rom, que sustituirá y
superará al vídeo en breve.
En vídeo se ha publicado casi todo lo que
en el cine hay de importante. Podemos anali-
zar la infancia marginada con El chico, de
No cabe la menor
duda de que con una
película en las aulas
pueden realizarse
multitud de activi-
dades. La película
sirve como medio de
iniciación al lenguaje
en general y al
lenguaje cinemato-
gráfico en particu-
lar. Si los alumnos
ya están familiariza-
dos con ello, lo que
se debe hacer es
leer, estudiar e
interpretar la
película.
28. 28
TEMAS
Charles Chaplin, la educación conEl pequeño
salvaje de Truffaut, los valores por los que se
mueve determinado tipo de juventud por His-
torias del Kronen, de Armendariz, o la dureza
de la familia, la educación y la superación
personal en Padre Padrone, de los hermanos
Taviani. Podríamos citar cientos de films de
todas las épocas, algunos que se están estre-
nando actualmente, en los que la historia que
se cuenta y las imágenes que la sustentan se
confunden en un maremagnum de estética,
ideas, arte y contenidos.
5. La vida humana, el cine, y el principio de
la investigación en las aulas
«…Loquealcineinteresa,mu-
chomásquelasrealidadesquemues-
traundocumental,esundramahu-
mano, algo que le pasa a alguien,
con argumento; ficción con los ca-
racteres que tiene forzosamente la
vidahumana»(JuliánMarías).
La imagen en movimien-
to, sus mensajes, sus ideas
técnicasysuscontenidosson
elementos de indiscutible va-
lorydeindispensableestudio
en las aulas. Es una de las
estrategias interdisciplinares
por excelencia, vía para lo-
grar la transversalidad, y al
mismo tiempo base y funda-
mentodeanálisisyestudiode
cualquiera de las áreas de un
programa de trabajo. El cine
refleja la totalidad, pues su
fundamento es contar dramas
humanoscontecnologíasylenguajesdiversos
a los tradicionales. El cine, como comenta Mc-
Luhan en El aula sin muros, complementa co-
nocimientos, integra ideas y lenguajes. El cine
puede hacer comprender mejor una obra de
teatro, un drama escrito, y al mismo tiempo
puede incitar a leer la obra literaria que ha
servido de base al film.
El cine es el gran desconocido por dema-
siado cercano. En los primeros años de su
historia se proyectaban las películas en barra-
cas de feria; por ello era rechazado por la gente
«culta». Más tarde se hicieron cargo de él los
intelectuales, descubriendo las posibilidades
artísticas y culturales, y desarrollando el pen-
samiento cinematográfico. En el cine lo posee-
mos todo: el espectáculo, la aventura, el arte y
el razonamiento. Tenemos dónde elegir, pero
hay que entrar en él con seriedad, con investi-
gación y con esfuerzo, ya que aporta a la
cultura unas formas de comunicación y de
lenguaje que de otra manera y por otros cami-
nos sería imposible conocer y aplicar en las
aulas.
Aún así, los primeros tiempos del cine
sirven para analizar toda aque-
llavidaqueseapreciabadesde
diversas ópticas tras el ojo de
la cámara, esa cámara que pre-
sentalascosasconotravisión.
En El sexto sentido, de Sobre-
vila, la cámara ve la realidad
de modo diverso al del ojo hu-
mano, que hay detalles o si-
tuaciones que no puede apre-
ciar. El cine nos introduce tan-
to en la pequeñez de los ele-
mentos,convirtiéndolosenim-
portantes como en los incon-
mensurablesespaciostransfor-
mándolos en accesibles y en-
trañables.
La tecnología puesta al
servicio del mensaje ha meta-
morfoseado al cine, lo ha he-
cho ineludible para conocer
filosofías, pensamientos, his-
torias, lugares, modos de vida y costumbres.
6. Un pequeño lugar en la oscuridad que
abre muchos mundos
«Podríamosdecirqueelmundo,elmundoreal,seha
idoacercandoaloqueanteshabíasidoelmundocinema-
tográfico,demaneraquevivimoslarealidadconojosque
hansidoadiestradosparaelloporelcine.Elmundoreal
terminaenlapantalla,yenellaempiezanmundosimagi-
narios; pero podemos considerarla también como una
ventanaporlacualpodemosverposibilidadesdenuestra
propia vida y una manera nueva de estar en el mundo»
(JuliánMarías) .
Es conveniente inte-
grar el cine, la ima-
gen en movimiento,
en las actividades de
clase en todos los
niveles, pero es de
fundamental impor-
tancia tenerlo en
cuenta en todas las
enseñanzas medias y
en los niveles supe-
riores de la enseñan-
za primaria.
29. 29
COMUNICAR 9, 1997
En la didáctica de la transversalidad, cual-
quier medio de comunicación, y en concreto el
cine, se hacen necesarios, al aglutinar elemen-
tos de difícil cohesión en otras situaciones y
circunstancias.
El cine posee una historia ligada íntima-
mente al último siglo. Es arte y técnica, len-
guaje e imagen, documento y diversión, fanta-
sía y realidad. El cine es además cantera
inagotable de relatos y de temas, de creativi-
dad y de estética cultural.
El cine es fuente de información y de
cultura, que permite entrar realmente en el
estudio de nuestra sociedad y en el de otras
realidades culturales cercanas o lejanas. Cuan-
do el cine comenzó, los primeros espectadores
tenían la posibilidad de ver París, Roma o
Tokio sin moverse de una butaca. Hoy nues-
tros niños y adolescentes, y nosotros mismos,
llenos de imágenes, saciados de información,
no necesitamos tanto. Por esta misma razón es
cada día más importante realizar nuevas lectu-
Analizar valores a partir de una película
30. 30
TEMAS
ras de la imagen, darle nuevos valores e inter-
pretaciones, enfrentarlas con ojo crítico. Por
otra parte, cada día se realizan más esfuerzos
por presentar al espectador imágenes, ideas,
sentimientos y opiniones que causen impacto
a la cultura de finales de este siglo. La tecno-
logía de la imagen hace posible hoy recrear
situacionesehistoriasimpensableshacepocos
años.
El cine ha hecho incursión en todas las
materias y ciencias y se ha valido asimismo de
todas ellas para sobrevivir y crear. Por esta
razón es de relativa facilidad su utilización
como elemento transversal del aprendizaje.
7. La magia de la imagen en movimiento
integra todos los niveles de la educación
Lo que se puede realizar con el cine en las
aulas no cabe la menor duda de que está en
relación con las aspiraciones de cada grupo de
alumnos y que tiene mucho que ver con el nivel
de los mismos. Es conveniente integrar el cine,
la imagen en movimiento, en las actividades
de clase en todos los niveles, pero es de funda-
mental importancia tenerlo en cuenta en todas
las enseñanzas medias y en los niveles supe-
riores de la enseñanza primaria. No es sola-
mente un juego o un mero entretenimiento, ya
que el cine se ha infiltrado, sobre todo a través
•El Chico,deCharlesChaplin(1921):relaciónconlainfanciamarginada.
•El nacimiento de una nación,deGriffith(1915):apologíadelracismo.
•Calle Mayor, de Bardem (1956): sobre la falta de respeto a la mujer.
•El ladrón de bicicletas, deVitoriodeSica(1948):lasituacióndenecesidad.
•La piel dura,deTruffaut(1976):educaciónymarginación.
•La naranja mecánica,deKubrik(1971):violenciacontraviolencia.
•Ciudadano Kane,deOrsonWelles(1940):elpoderdelaprensa.
•Los cuatrocientos golpes,deTruffaut(1959):juventudyeducación.
•Deprisa, deprisa,deCarlosSaura(1980):marginaciónydelincuencia.
•Historias del Kronen,deMontxoArmendariz(1994):conductasdeciertajuventud.
•Padre Padrone,deloshermanosTaviani(1977):durezadelafamiliayeducación.
•Forrest Gump, de Robert Zemeckis (1994): respeto al desvalido.
•Octubre,deEisenstein(1927):política,historiayconductademasas.
•El Acorazado Potemkim, deEisenstein(1925):violenciapolítica.
•Lawrence de Arabia,deDavidLean(1962):política,unióndepueblosyviolencia.
•Missing,de Costa Gavras (1982): derechos humanos.
•LabatalladeArgel,deGinoPontecorvo(1966):ideologíayderechoshumanos.
•Gandhi,deAttenborough(1982):pacifismoactivo.
•La lista de Schindler,deSpielberg(1994):racismo,solidaridad.
•West Syde Story,deRobertWise(1961):violenciacallejerayamor.
•El manantial de la doncella,deBergman(1959):violaciónyviolencia.
•El Sur, de Victor Erice (1983): relaciones familiares.
•Los santos inocentes,deMarioCamus(1984):dominiodelpoder.
•La Colmena,MarioCamus(1982),deCamiloJ.Cela:varioscomportamientos.
•Otelo,deOrsonWelles(1955),obradeW.Shakespeare:celosyviolencia.
•Philadelphia, deJonathanDemme(1993):sobrehomosexualidad,amistad,sida.
•Penademuerte,de Tim Robins (1995): sobre la pena de muerte y solidaridad.
•Homicidio en primer grado,deMarcRocco(1995):tortura,ley,justicias,etc.
•Elcolorpúrpura,deSpielberg(1985):educaciónyliberacióndelamujer.
Algunas películas sugeridas y una pequeña aproximación al tema
31. 31
COMUNICAR 9, 1997
de la televisión, en nuestra forma de vivir, y no
nos podemos permitir el lujo de dejar de
utilizarlo en las aulas. El profesor responsable
de formar –educar–, debe aprender a «coger el
toro por los cuernos», evitando la fácil y
cómoda postura de tachar de infantil la utiliza-
ción del cine y otros medios de comunicación
o de pensar que son una pérdida de tiempo en
detrimento de la «ciencia pura».
8. Los contenidos y valores que aporta el
cine
Los contenidos que sobre cine se pueden
llevar a las aulas pueden ser tan variopintos y
dispares como el mismo cine. La historia del
cine es la historia del siglo veinte; su base es la
literatura, el cómic y otras artes. Al mismo
tiempo, el cine aporta al cómic, a la literatura
y a otras artes lo que es inherente al cine, el
movimiento, y otras formas de relatar los he-
chos. Aporta el documental, técnicas, ambien-
tación, procesos distintos de trabajo, decora-
dos, vestuario, producción, dirección, in-ter-
pretación, filmación, montaje y sonoriza-ción,
doblajeyefectossonoros,efectosespecialesy
trucos. El cine aporta además contenidos,
costumbres, ciencia y tecnología, arte y pensa-
miento.
9. Caperucita Roja. La estética de la ética
Los valores, las ilusiones, los sentimien-
tos y las opiniones, los presenta el cine con un
lenguaje propio y creativo. Las actitudes no se
presentan de la misma forma en el cine de los
inicios, mudo, estrafalario en gestos, en blan-
co y negro, que cuando llegan el sonido, el
color, y las nuevas técnicas. Cada época tiene
sus propios recursos interpretativos, transmi-
sores de mensajes.
Una nota de color rojo en el vestido de una
niña judía, en la película en blanco y negro La
lista de Schindler, de Spielberg provoca inme-
diatamente preguntas al espectador. La estéti-
ca se pone una vez más al servicio de la trans-
ferencia de mensajes. La pregunta la contesta
el mismo libro que sirve de base a la novela:
una de las niñas protagonistas de toda la
historia, a la que le gustaba vestir de rojo, y una
decisión del director de respetar plásticamente
ese capricho de la pequeña judía. Sin embargo
nadie está imposibilitado para elucubrar por
su cuenta. En esa escena, en el color rojo de
caperucita, como llamaban a la niña sus fami-
liares, hay quien ha visto el deseo de libertad
de un pueblo que, a pesar del llamativo color,
no es visto por los nazis, la libertad, la pureza
de la infancia en medio de la infinita tragedia
de unas gentes perseguidas. Y es que el cine,
como toda obra de arte, una vez que sale de las
manos del autor, su interpretación es de domi-
nio público; la subjetividad, el fenómeno hu-
mano, prima sobre todas las demás considera-
ciones.
Aunque depende fundamentalmente del
nivel de alumnos con el que se trabaja los
procedimientos que pueden utilizarse, deben
Sugerencias
Hacer listas de películas cuyo argumento se base en valores o contravalores:
Pena de muerte, violencia, paz, drogas, hacer el bien, presentar situaciones reales o
ficticias en las que se manifieste el sufrimiento de los pueblos, comportamientos de la
juventud, actividades políticas, derechos humanos, pensamiento o cultura, arte y estética,
discriminación o valoración de marginados, de la mujer, relativo a la educación, a la
libertad, a la religión, respeto y defensa del medio ambiente, racismo o xenofobia, familia...