2. San cucufate
Cucufato o Cucufate, santo cristiano que predicó por la Península
Ibérica alrededor del siglo III.
Nacido en Sicilia (Provincia romana de Cartago) en el año 270, predicó
el cristianismo en Cataluña (donde es conocido como Sant Cugat), entre
otras en la ciudad de Ampurias, hasta que el imperio romano le condenó
a la muerte.
La leyenda dice que primero le abrieron el vientre y le sacaron las
tripas, pero que él se las metió de nuevo dentro del abdomen que se
cosió con un cordón. Luego el emperador Galerio lo condenó a
la hoguera, pero supuestamente el soplo de Dios apagó las llamas.
Después lo encerraron en una mazmorra, pero los carceleros se
convirtieron al Cristianismo. Finalmente la leyenda dice que Dios
permitió a San Cucufato -cuyo deseo era acceder al cielo por la vía
del martirio- que lo degollasen.
En su nombre se han bautizado la localidad de San Cugat del
Vallés (Provincia de Barcelona, Cataluña, España) y el Monasterio de
San Cucufato de la mencionada localidad.
3. Según una tradición antiquísima documentada ya en el siglo IV,
San Cucufate (Santo Cugat en catalán) y San Félix, eran
misioneros -posiblemente diáconos- de la Iglesia de Cartago
(Túnez) que llegaron a Barcelona a finales del siglo III para
proclamar la buena nueva del Evangelio. San Cugat desarrolló su
labor evangélica en Barcelona y sus alrededores y falleció
mártir en el Castrum Octaviana (hoy San Cugat del Vallés) en el
304. San Félix, por su parte, evangelizó en Girona y allí
fallecería también mártir en el 304. Cabe recordar que Cartago
fue conquistada por los romanos en el 146 antes de Cristo y que
era la capital de la provincia imperial romana del mismo nombre
al norte de África, a 17 kilómetros de la actual ciudad de Túnez.
4. Sus milagros
Habéis oído hablar alguna vez del misterio del
Cucufato este?
Pues resulta que cuando se te pierde algo, si no lo
encuentras, pillas un trapo y haces un nudo
diciendo "san cucufato san cucufato, los cojones
te ato, hasta que no encuentre X no te los desato"
y entonces sigues buscando y al momento aparece.
5. El testimonio de Prudencio sobre la verdad
del martirio de San Cucufate adquiere un
valor muy especial si se le considera
juntamente con los demás que presenta el
poeta en el mismo himno. Pues bien; así como
debemos decir que todos esos mártires a que
alude Prudencio son realmente históricos,
aunque tal vez en las Actas o Pasiones
correspondientes se hayan mezclado rasgos
legendarios, lo mismo debemos decir de San
Cucufate.
6. Obras
Por todo esto fue santificado, pero finalmente fue
destituido de su plaza en el santoral. No se sabe si
fue debido a que su comportamiento celestial no
fue el mas idóneo, quizás se montó con Baco-
Dionisos unas buenas Melopeas y no era buen
ejemplo. Vamos que lo expulsaron de clase. O sea
que se puede ser Santo y después dejar de serlo!!
7. Tan pronto como el Sr. Gobernador de
la provincia transcribió á esta Comisión
de Monumentos el oficio de la Real
Academia de su dignísima presidencia,
referente al estado de inminente ruina
en que se supone hallarse el Monasterio
de San Cugat del Vallés, se ocupó de
nuevo esta Corporación en un asunto
que no ha dejado nunca desatendido y
que ha motivado repetidas gestiones
suyas en distintos centros.