1. MITOS Y REALIDADES DE ASMA
¿Asma o alergia? Es muy común considerar el
asma y la alergia como dos padecimientos
diferentes: el primero grave y la segunda
benigna. La alergia que significa “reacción
diferente”, no es una enfermedad en sí, sino una
condición de algunos individuos que
reaccionan, ante el contacto con sustancias con
las que convivimos continuamente sin
problemas, produciendo en ellos una reacción (la
reacción alérgica), que desencadenará distintos
síntomas o enfermedades según el órgano donde
se produzca la misma. El asma es la enfermedad
en que la “reacción alérgica” se produce a nivel
de los bronquios. Es decir que el alérgico puede
ser asmático o no.
De asma nadie se muere. Hace 30 años se
consideraban los pocos casos de muerte por
asma como debidos a la sobredosis o intoxicación
por exceso de ingesta o de inhalación de las
antiguas drogas antiasmáticas. Ahora se han visto
casos de muerte por asma, cuyo número, si bien
escaso, está aumentando, siendo su causa aún
desconocida. Una posibilidad sería la falta de
tratamiento, o uno inadecuado o insuficiente.
El asma produce insuficiencia
cardíaca. Falso. El asmático tiene las
mismas posibilidades de llegar a tener
insuficiencia cardíaca que una persona
sin asma.
El asma se cura por sí sola, en la
pubertad. Falso. Algunos chicos
asmáticos se curan en la pubertad
espontáneamente. Pero es un error
médico relativamente común no
efectuar tratamiento en niños a la
espera de la pubertad. Esto implica el
que el paciente siga teniendo crisis
durante muchos años, y lo que es más
grave, la posibilidad que de este
modo, cuando llegue a la pubertad, la
enfermedad haya producido
complicaciones que quedarán de por
vida e impedirán una curación.
2. El asma se hereda. Falso. Lo que
se hereda es la predisposición
alérgica. Un niño con
antecedentes alérgicos en la
familia tiene más posibilidades de
llegar a tener asma u otra
enfermedad alérgica. Pero muchas
veces ocurre que un chico de
padres asmáticos y/o alérgicos no
tenga asma.
El asmático no debe practicar
deportes. Falso. Puede y debe
practicarlos. Muchos campeones
olímpicos han sido asmáticos. De
los deportes el más asmógeno es
la carrera y el menos asmógeno la
natación. En los casos de Asma por
Ejercicio, pueden practicarse
deportes, con medicación
adecuada tomada minutos antes
de comenzar éstos, impidiéndose
de este modo la aparición de crisis
durante el mismo.
Adicción y acostumbramiento. Falso. Los nuevos
medicamentos antiasmáticos prácticamente
carecen de estos efectos. El asmático los usa sólo
cuando los necesita (no hay adicción) y
continúan siendo efectivos aún cuando se los use
durante mucho tiempo (no hay
acostumbramiento).
Asma=Invalidez. Falso El asmático, salvo un
porcentaje mínimo constituido por los asmáticos
graves, dista mucho de ser un inválido, ya que
tratado adecuadamente puede desarrollar
cualquier tipo de actividad laboral y deportiva.
El asma es psicológico. Falso. El ser humano es
una unidad psicofísica. El factor psicológico juega
un papel importante en todas las enfermedades
crónicas, desencadenando o exacerbando las
afecciones. Lo mismo sucede en el asma y en
otras enfermedades alérgicas. Esto no significa
que el asma sea una enfermedad psicológica
pura, ya que necesita un terreno alérgico que
permita que el factor psicógeno posibilite la
aparición de las crisis.
3. La embarazada asmática no debe efectuar ningún tratamiento para
su asma. Falso. La asmática que se embaraza debe continuar
efectuando su tratamiento. Ello permite en la mayoría de los casos
que no se produzcan complicaciones y que la criatura no sufra las
consecuencias de una crisis de asma de su madre. Hay algunas
asmáticas que mejoran durante el embarazo y otras que empeoran.
Incluso una asmática puede evolucionar en forma diferente en sus
distintos embarazos. Con control médico, una embarazada puede
seguir con sus vacunas y hasta puede tomar corticoides si ello es
imprescindible para controlar su enfermedad.
Los niños alérgicos no deben vivir con animales. Verdadero.
Sobre todo en los dos primeros años de vida, ya que es muy
común en estos casos que los niños se hagan alérgicos a las
secreciones cutáneas de perros y gatos y en éstos también a
la saliva. Deben evitarse pájaros y otros animales con pelos y
plumas. Si la convivencia es inevitable, debe impedirse que
estén en el dormitorio y además se debe lavar a los animales
prolijamente, una vez por semana. Los mejores animales
para el niño alérgico son los peces.