Guía para rezar la Hora de la Misericordia

La Hora de la Misericordia
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I. ORIENTACIÓN E INDICACIONES
Jesús nos ha dicho, en las revelaciones a Santa Faustina,
que desea que todos los días se honre aquel momento de su
agonía en la Cruz, por esto le pidió: “Cada vez que escuches el
reloj a las tres de la tarde, recuerda sumergirte en Mi
misericordia, adorándola y exaltándola; invoca su
omnipotencia para el mundo entero y especialmente para los
pobres pecadores, pues fue en esta hora cuando Mi sacrificio
se llevó a cabo para todas las almas” (Diario, 517). “Es una
hora de grande misericordia para el mundo entero” (Diario,
440). “En esta hora nada le será negado al alma que lo pida
por los meritos de mi Pasión…” (Diario, 1320).
Se trata por consiguiente de un momento más o menos
espacioso dedicado a meditar sobre su Pasión dolorosa, porque
por que precisamente en ella apareció de un modo más pleno y
más claro el amor de Dios para todos los hombres.
Al sumergirnos en la pasión de Jesús descubrimos su
infinito amor misericordioso: “Nadie tiene amor más grande
que el que da la vida por sus amigos” (Jn 15,13). Dando su
vida por nosotros en la Cruz, Jesús nos muestra el amor del
Padre: “Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único, para
que todo el que crea en El no perezca, sino que tenga vida eterna” (Jn
3,16).
Jesús desea que se le adore y se exalte la misericordia de
Dios y que por los méritos de Su Pasión se pidan gracias tanto
para sí mismo como para el mundo entero y sobre todo, para
los pecadores.
Así exhortaba Jesús a Santa Faustina: “En esta Hora,
trata de celebrar el Vía Crucis si tus obligaciones te lo
permiten y si no puedes rezar el Vía Crucis, entra por lo
menos a la capilla y ora por un momento y honra Mi Corazón
que está lleno de misericordia en el Santísimo Sacramento. Y
si no puedes acudir a la capilla, haz por lo menos una oración
por breves momentos en el lugar en el que te encuentres”
(Diario, 517).
Se debe tener en cuenta que la Hora de la Misericordia
está ligada a las tres de la tarde y debe ser dirigida a Jesús y que
la materia de oración y reflexión que nos ocupa es la muerte de
Jesús. El material que presentamos para la meditación son
trozos tomados del Diario. Puede utilizarse una reflexión o
varias, según el tiempo del que se disponga. Al iniciar, estando
de rodillas ante el Santísimo Sacramento, se hace la invocación
que se indica antes de la meditación.
Terminada la meditación se ha de realizar el Vía Crucis
que proponemos, basado en los textos del Diario de Santa
Faustina. Se puede hacer frente a las estaciones que se
encuentran colocadas en el templo parroquial.

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II. GUÍA PARA EL MOMENTO DE ORACIÓN A LA
HORA DE LA MISERICORDIA
1. MEDITACIÓN DE LA HORA DE LA MISERICORDIA.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Acto de contrición
Jesucristo, mi Dios y mi Salvador; yo me arrepiento de
corazón de todos los pecados que he cometido, porque con
ellos ofendí a un Dios tan bueno, antes debería haber muerto
que haberte ofendido. Propongo firmemente no volver a pecar.
Confío en que me perdonarás mis culpas y me llevarás a la vida
eterna, porque eres bueno. Amen.
Jaculatoria:
¡Oh, Sangre y Agua que brotaron del Corazón de Jesús como
una fuente de misericordia para nosotros los pecadores, confío
en Ti!
Enseguida se elige una de las tres oraciones y después se inicia
el vía crucis.
Oraciones:
╬ ¡Oh Jesús, has sufrido por nosotros una Pasión tan
tremenda y únicamente por amor. La justicia de Tu Padre
Celestial pudo muy bien ser apagada con tan solo un suspiro de
Ti, sin embargo toda tu entrega es obra exclusiva de Tu
misericordia y de Tu amor inconcebible. Tú Señor, mientras
partías de esta tierra, has querido dejar Tu misma persona en el
sacramento del Altar y nos has enriquecido con Tu
misericordia. No hay miseria que Tú no puedas borrar y Has
llamado a todos los hombres a esta fuente de amor, a esta
fuente de la divina piedad. Allí está la sede de Tu misericordia,
allí la medicina para nuestra enfermedad. Y cuando expiraste
sobre la Cruz, en ese mismo momento nos diste la vida eterna,
permitiendo que se abriera la sacrosanta herida de Tu costado
como una fuente interminable de Tu misericordia, dándonos
aquello que tenías como lo más precioso: la Sangre y el Agua de
Tu Corazón. He aquí la omnipotencia de Tu misericordia, de la
cual brota toda gracia para nosotros! ( Diario, 575-576).
╬ Jesús, Verdad eterna, Vida nuestra, invoco y pido Tu
misericordia por nosotros los pobres pecadores. Corazón
dulcísimo de mi Señor, lleno de compasión y de insondable
misericordia, te imploro por nosotros los pobres pecadores.
Corazón santísimo, fuente de misericordia, del que brotan
rayos de gracias que son inconcebibles para todo el género
humano, da, te lo imploro, la luz a nosotros los pobres
pecadores. Oh Jesús, recuerda Tu dolorosa Pasión y no
permitas que se pierdan las almas redimidas con Tu
Preciosísima y Santísima Sangre. Oh Jesús, cuando considero el
gran precio de Tu sangre, gozo por su gran valor, dado que una
sola gota hubiera bastado para el perdón de todos los pecados,
y aun cuando el pecado sea un abismo de esclavitud e

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ingratitud, no se compara con el precio pagado por nosotros,
que es absolutamente incomparable. Por lo tanto, que toda
alma tenga una plena confianza en la Pasión del Señor, espere
en Su misericordia pues Tu has dicho: “Mi misericordia es
incomparablemente superior a todos los pecados que puedan
cometer las criaturas”. El Cielo y la tierra podrán cambiar, pero
la misericordia de Dios nunca cambiará. Oh Jesús, con cuanto
gozo arde mi corazón cuando considero esta Tu bondad, Señor
mío. Quiero conducir a Tus divinos pies a todos los pecadores,
para que alaben Tu misericordia por los siglos infinitos (Diario,
39).
╬ Oh Jesús, tendido sobre la Cruz, Te suplico me
concedas la gracia de poder cumplir fielmente con la voluntad
de Tu Padre, en todo, siempre y en cualquier parte. Y cuando
esta voluntad de Dios me parezca pesada y aún difícil de
cumplir, te suplico, Jesús, descienda sobre mi Tu fuerza y Tu
vigor para que mis labios puedan repetir: “Señor, hágase Tu
voluntad”. Oh Salvador de todo el mundo, amante de la
salvación humana, que entre los tremendos dolores de Tu
Pasión y Muerte, te has olvidado de Ti mismo y has pensado en
la salvación de las almas, concédeme la gracia de olvidarme de
mí mismo de modo que viva totalmente para los demás,
colaborando contigo en la obra de la salvación, según la
voluntad santísima de Tu Padre (Diario, 424-425).
2. EL VÍA CRUCIS ( O CAMINO DE LA CRUZ )
Oración de inicio:
¡Oh Señor misericordioso, mi Maestro, quiero seguirte
fielmente e imitarte en mi vida de un modo siempre más
perfecto. Por esto te pido que me concedas, a través de la
meditación de Tu Pasión, la gracia de comprender mejor la vida
espiritual en toda su riqueza! ¡Oh María, Madre de
misericordia, siempre fiel a Cristo, condúceme por el camino de
la dolorosa Pasión de Tu Hijo y pide para mí las gracias
necesarias para realizar este Vía Crucis con provecho, que
ofrezco por la siguiente intención: ................. (en este momento
se menciona la intención personal o comunitaria si se reza en
grupo).
Nos dice Jesús: “Una hora de meditación de Mi dolorosa
Pasión tiene mayor merito que un año entero de flagelaciones
a sangre; la meditación de Mis dolorosas llagas es de gran
provecho para ti y a Mí Me da una gran alegría…” (369)
“..realmente todo esto es sufrimiento, pero no hay otro
camino al cielo fuera del Vía Crucis. Yo Mismo fui el primero
en recorrerlo. Has de saber que éste es el camino mas corto y
el mas seguro.” (1487)

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1ª Estación
Jesús es condenado a muerte
Persona que preside - ¡ Oh Cristo, te adoramos y te bendecimos!
Respuesta: -¡Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo! Y a mí
pecador(a). Amen.
Texto Bíblico: “Los sumos sacerdotes y el Sanedrín entero
andaban buscando un falso testimonio contra Jesús con ánimo
de darle muerte. Pero no lo hallaron a pesar de presentar
muchos falsos testigos […] Entonces el Sumo Sacerdote rasgó
sus vestidos y dijo ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos?
Acaban de oír su blasfemia ¡¿Qué les parece? El Sanedrín
respondió diciendo: ¡Es reo de muerte!” (Mt. 26,59-60. 65-66)
Dice Jesús: “No te maravilles de que algunas veces sobre ti
recaiga una sospecha injusta. Yo, antes, por amor tuyo he
bebido el cáliz del sufrimiento injusto” (130) “Cuando estaba
delante de Herodes, he obtenido para ti la gracia de saberte
levantar sobre el desprecio humano y de seguir fielmente mis
huellas”(395).
Reflexión: Jesús acepta la condena de muerte.
Hoy Cristo es nuevamente condenado a muerte, maltratado y
crucificado en cada uno de nosotros y en cada hombre, cada
vez que pensamos mal, que hablamos precipitadamente,
cuando enjuiciamos y condenamos sin justicia o nos movemos
en el mundo obrando sin amor. Recordemos las palabras del
Evangelio: “Sed misericordiosos como vuestro Padre es
misericordioso.” (Lucas 6,36)
Oración: ¡Oh Jesús misericordioso ayúdanos a saber aceptar
todo juicio humano, y no permitas que jamás, jamás, te condene
a muerte a Ti, en la persona de mi prójimo! Amén.
Persona que preside – Señor pecamos ten misericordia de
nosotros
Respuesta - Señor pecamos y nos pesa; ten misericordia de
nosotros que por nosotros padeciste.
Padre nuestro...
Ave maría...
Gloria...

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2ª Estación
Jesús es cargado con la Cruz
pecador(a). Amen.
Texto bíblico: “Dice Pilato a los judíos: ‘Aquí tienen a su Rey’.
Ellos decían: ‘¡Fuera, fuera, fuera! ¡Crucifícalo!’ Les dice Pilato:
‘¿A su Rey voy a crucificar?’ Replicaron los sumos sacerdotes:
‘No tenemos mas rey que el Cesar’. Entonces se lo entregó para
que fuera crucificado” (Jn. 19, 14-16).
Dice Jesús: “No tengas miedo de los sufrimientos. Cuanto más
y más ames el sufrimiento, tanto más puro será tu amor hacia
Mí. Yo estoy contigo” (127). “Hija Mía, el sufrimiento será
para ti la señal de que Yo estoy contigo” (669)
Reflexión : La cruz es colocada sobre los hombros de Cristo y el
debe llevarla hasta el Calvario. A pesar de su extrema
debilidad, Jesús la recibe. También nosotros recibimos todos los
días una cruz que debemos llevar. Y nuestra cruz no es de
madera sino de pequeñas cosas que forman nuestro día:
trabajo, sufrimientos, enfermedades, incomprensiones,
cansancio, nerviosismos, etc. Recordemos las palabras del
Evangelio: “Si alguno quiere venir en pos de mí niéguese a sí
mismo y sígame”. (Lucas 9,23).
Oración: ¡Oh Jesús misericordioso, enséñame a apreciar el
cansancio de la vida, la enfermedad, todo dolor y sufrimiento, y
a llevar la cruz de cada día! Amén.
nosotros
Padre nuestro...
Ave maría...
Gloria...

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3ª Estación
Jesús cae por primera vez
pecador(a). Amen.
Texto bíblico: “No tenía apariencia ni presencia y no tenía algún
aspecto que pudiéramos apreciar. Despreciable y deshecho de
hombre, varón de dolores y sabedor de dolencias, como uno
ante quien se oculta el rostro, despreciable y no lo tuvimos en
cuenta. ¡Y con todo, eran nuestras dolencias las que él llevaba y
nuestros dolores los que soportaba! le tuvimos por azotado,
herido de Dios y humillado” (Is. 53, 2-4).
Dice Jesús: “Las culpas involuntarias de las almas no impiden
Mi amor […] Ni son obstáculos para unirme a ellas, en
cambio las culpas, aún las más pequeñas, pero hechas
voluntariamente, si obstaculizan mi gracia y no puedo colmar
a tales almas con mis dones” (541).
Reflexión: Jesús cae. Muchos brazos se extienden hacia él, pero
ninguno para ayudarlo. Son manos de hierro, manos pesadas
prontas a golpear... muchas veces a lo largo de nuestro camino
nos encontramos con personas que sufren, que están
desalentadas, abatidas por la pobreza y otros
sufrimientos...¿Qué haré yo para levantar al Cristo caído en las
personas de aquellos que sufren o se encuentran solos?
Oración: Señor misericordioso, protégeme de toda, aún la más
pequeña, pero voluntaria y consciente infidelidad. Amén.
nosotros
Padre nuestro...
Ave maría...
Gloria...

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4ª Estación
Jesús se encuentra con Su Santísima Madre
pecador(a). Amen.
Texto Bíblico: “Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: ‘Este
niño está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y
para ser señal de contradicción, ¡y a ti misma una espada te
atravesará el alma! a fin de que queden al descubierto las
intenciones de muchos corazones’” (Lc. 2, 34-35).
Dice Jesús: “…[en] esta adoración intenta unir tu oración con
Mi Madre. Reza con todo corazón en unión con María,
también trata de hacer el Vía Crucis en este tiempo.”(32) “Sé
bien que todas las obras que vienen de Mi voluntad están
llenas de grandes sufrimientos, sin embargo, considera que
ninguna de ellas ha estado expuesta a mayores obstáculos que
una obra directamente Mía, la obra de la redención. No debes
pues, preocuparte mucho por las contrariedades” (541).
Reflexión: Como seres humanos constantemente nos
interrogamos sobre el sentido del dolor, su validez en la vida
humana. El dolor es condición esencial de vida. El crecimiento
de la persona provoca a cada momento rupturas dolorosas que
son indispensables para desarrollarse. Posiblemente, muy cerca
de nosotros entre los amigos, en nuestra misma casa tal vez,
alguien necesita de nuestros sacrificios como testimonio de
amor solidario.
Oración: María, madre de misericordia, que estás siempre junto
a mí, sobretodo en el sufrimiento, así como estuviste en el
Camino de la Cruz de Tu Hijo, ¡ayúdame a descubrir tu
presencia!. Amén.
nosotros
Padre nuestro...
Ave maría...
Gloria...

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5ª Estación
Jesús es ayudado por el Cirineo a llevar la cruz
pecador(a). Amen.
Texto bíblico: “Cuando llevaban a Jesús al Calvario, echaron
mano de un cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le
cargaron la cruz para que la llevara detrás de Jesús” (Lc. 23,26).
Dice Jesús: “Permito todas las contrariedades para hacer crecer
los méritos. Doy la recompensa, no por el resultado positivo,
sino por la paciencia y la fatiga soportada por Mí” (44).
Reflexión : Simón tomo sobre sus hombros la cruz para ayudar
a nuestro Salvador en la obra de la Redención. Nosotros al
ayudar a nuestros hermanos, también colaboramos en la obra
de la Redención. Cuando prestamos ayuda al prójimo en sus
penas y apuros, es a Jesús a quien ayudamos a llevar su cruz.
En nuestra familia, en nuestra comunidad, en nuestra colonia,
¿somos capaces de regalar un poco de nuestro tiempo y de
nuestro amor? Recordemos el Evangelio: “Tratad a los hombres
como queréis que ellos os traten a vosotros. Si amáis a los que
os aman, ¿qué méritos tendréis?” (Lucas 6,27 )
Oración: ¡Jesús, Señor mío, que todo pensamiento, acción y
palabra se realicen exclusivamente por amor tuyo. Purifica mis
intenciones!
nosotros
Padre nuestro...
Ave maría...
Gloria...

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6ª Estación
La Verónica limpia el rostro de Jesús
pecador(a). Amen.
Texto bíblico: “Él ha sido herido por nuestras rebeldías, molido
por nuestras culpas. Él soportó el castigo que nos trae la paz, y
con sus heridas hemos sido curados […] Fue oprimido y él se
humilló y no abrió la boca. Como un cordero al degüello era
llevado, y como oveja que ante los que la trasquilan está muda,
no abrió la boca” (Is. 53, 5.7)
Dice Jesús: “Has de saber, que todo lo que hagas de bueno por
cualquier alma, lo acepto como si lo hubieras hecho conmigo”
(583).
Reflexión : Jesús sangra por todas partes. Una mujer de entre el
pueblo sale y limpia su rostro. Es una mujer valiente que
afronta la situación cueste lo que cueste. Hoy el hombre no
quiere sencillamente comprometerse con los valores más
comunes de la vida humana. Y así permitimos que el mal
triunfe; el pecado se cierne sobre el mundo y no tenemos el
valor de afrontar cristianamente la situación
Oración: ¡Oh Jesús, Ayúdanos a ser cristianos valerosos como la
Verónica que te honra y te rinde el homenaje sincero de su
amor y gratitud, danos fortaleza para que nuestros ojos,
nuestras manos, nuestros labios, nuestro corazón y todo
nuestro ser sea misericordiosos, Transfórmanos en el amor!
Amén.
nosotros
Padre nuestro...
Ave maría...
Gloria...

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7ª Estación
Jesús cae por segunda vez.
pecador(a). Amen.
Texto bíblico: “Eran nuestros sufrimientos los que llevaba,
nuestros dolores los que le pesaban […] ha sido traspasado por
nuestros pecados, desecho por nuestras iniquidades…”
(Is. 53, 4-5)
Dice Jesús: “La causa de tus caídas, depende del hecho de que
te apoyas más en ti misma que en Mí (493). Sin mi particular
ayuda, no eres capaz de recibir Mis gracias” (276)
Reflexión: Jesús cayó, todos los que caminamos podemos caer.
Nosotros también caemos, por causa de nuestra debilidad, por
nuestra fragilidad, por no saber resistir. Pero después de alguna
falla, si alguien nos da una mano, podemos volver a
levantarnos. ¿Tengo esa actitud de bondad y de amor frente al
que ha fallado o se encuentra desesperado por su situación?
Oración: Que tu gracia me fortifique, Oh Señor, para que no
caiga más en los mismos errores; y si cayera, dígnate ayudarme
a levantarme y a cantar Tu misericordia.
nosotros
Padre nuestro...
Ave maría...
Gloria...

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8ª Estación
Jesús se encuentra con las mujeres de Jerusalén
pecador(a). Amen.
Texto Bíblico: Seguían a Jesús una gran cantidad del pueblo y
mujeres que se dolían y se lamentaban por él. Jesús volviéndose
a ellas les dijo: ‘Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, lloren más
bien por ustedes y sus hijos’” (Lc. 23, 27-28)
Dice Jesús: “¡Oh, cuánto me agrada una fe viva! (469). ¡Cuánto
deseo que en el momento actual se diera en ustedes una fe
más grande!” (149).
Reflexión: Jesús no pide compasión por él. De nada sirve
lamentarse por los sufrimientos de los demás si no hacemos por
ellos algo concreto. Cristo no se sometió a los sufrimientos para
aparentar o pedir compasión. Cristo aceptó el dolor y lo amó
para enseñarnos que por la cruz y el dolor se llega a la
resurrección. Frente al dolor lo importante es asumirlo y
ayudar a los demás a superar los malos momentos, para que la
alegría y el consuelo vuelvan a quienes los necesitan. Cristo
frente a la viuda de Naím no se limito solo a decirle: “no llores”
sino que hizo algo muy concreto por ella devolviéndole la vida
a su hijo.
Oración: ¡Jesús misericordioso, te doy gracias por el santo
Bautismo y la gracia de la fe. De nuevo te pido que refuerces mi
fe! Padre de bondad, ilumina nuestra mente y nuestro corazón
para que comprendamos todo lo que Tu quieres y otórganos el
perdón y la paz que Cristo nos ha ganado con su entrega
generosa! Amén.
nosotros
Padre nuestro...
Ave maría...
Gloria...

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9ª Estación
Jesús cae por tercera vez
pecador(a). Amen.
Texto bíblico: “Vengan a mí todos los que están cansados y
oprimidos y yo los aliviaré. Carguen mi yugo sobre ustedes, y
aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón, y
encontrarán descanso para sus almas” (Mt. 11, 28-29).
Dice Jesús:”Tú debes saber que el obstáculo más grande para
toda santidad, es la cobardía y la inquietud injustificada que
te quita la posibilidad de ejercitarte en la virtud […] Yo
siempre estoy dispuesto a perdonar. Cada vez que me lo
pidas, exaltas Mi misericordia” (493).
Reflexión : Pensando en Cristo maltratado... nosotros nos
escandalizamos. Pero escenas semejantes ocurren todos los
días, Cuantas veces nosotros mismos permanecemos
indiferentes frente al sufrimiento de otros que están a nuestro
lado, y nos escondemos o escabullimos por temor a
comprometernos y tenderles una mano...Y ¿Cuantas veces no
habremos sido nosotros mismos causa de caída de otras
personas? Recordemos que lo que hacemos al prójimo se lo
estamos haciendo a Dios mismo.
Oración: Padre santo, haznos comprender que no importa caer
mil veces cuando se ama la lucha y no la caída; danos fuerza
para luchar continuamente seguros de que esto le agrada más a
Cristo que la posesión pacífica y cómoda de una victoria fácil.
Jesús misericordioso, te ofrezco esto que es solamente mío, es
decir mi pecado y debilidad humana. Te suplico que mi miseria
desaparezca en tu insondable misericordia. Amén.
nosotros
Padre nuestro...
Ave maría...
Gloria...

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10ª Estación
Jesús es despojado de sus vestiduras
pecador(a). Amen.
Texto Bíblico: “Los soldados, después de crucificar a Jesús,
tomaron sus vestidos –con los que hicieron cuatro pedazos uno
para cada soldado- y la túnica. La túnica era sin costura, de una
sola pieza tejida de arriba abajo. Por eso se dijeron: ‘No la
rompamos, echemos a suerte a ver a quien le toca’. Para que se
cumpliera la Escritura: ‘Se han repartido mis vestidos han
echado a suerte mi túnica’” (Jn. 19, 23-24).
Jesús: “Hija Mía, medita frecuentemente sobre Mis
sufrimientos que padecí por ti y nada de lo que tu sufres por
Mi te parecerá grande. Me agrada mas cuando contemplas Mi
dolorosa Pasión; une tus pequeños sufrimientos a Mi
dolorosa Pasión para que adquieran un valor infinito ante Mi
Majestad.”(1512)
Reflexión: Jesús termina de recorrer el camino que lo conduce
hasta el lugar de su martirio final. Al llegar es despojado de sus
vestiduras ante la mirada angustiada e impotente de su madre.
Jesús calla. No se queja ni se altera. Ha aceptado todo esto y por
amor. Nosotros en cambio, a veces aceptamos el dolor con los
labios, y cuando llega nos asustamos y ponemos el grito en el
cielo. Jesús nos dice “Nadie tiene mayor amor que el que da la
vida por sus amigos.”
Oración: Padre nuestro, clava en nuestra conciencia la certeza de
que a medida que la vida avanza y la eternidad se acerca, solo
el amor de Cristo queda; haz que este amor sea nuestro tesoro
por el cual vendamos todo hasta llegar a sentir gusto y alegría
de ser semillas caídas en el surco junto a Él. Amén.
nosotros
Padre nuestro...
Ave maría...
Gloria...

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11ª Estación
Jesús es calvado en la cruz
pecador(a). Amen.
Texto bíblico: “Cuando llegaron al lugar llamado Calvario,
crucificaron a Jesús y a dos malhechores, uno a su derecha y
otro a su izquierda” (Lc. 23,34).
Dice Jesús: “Cuando agonizaba en la cruz, no pensaba en Mí,
sino en los pobres pecadores y rogaba al Padre por ellos.
Quiero que también tus últimos momentos sean
completamente semejantes a los Míos en la cruz. Hay un solo
precio con el cual se compran las almas, y éste es el
sufrimiento unido a Mi sufrimiento en la cruz. El amor puro
comprende estas palabras, el amor carnal no las comprenderá
nunca” (324) “Mi discípula, debes de tener un gran amor para
todos aquellos que te hacen sufrir y haz el bien a todos los
que te odian” (535) “Deseo, deseo la salvación de las almas;
ayúdame, hija Mía, a salvar las almas. Une tus sufrimientos a
Mi Pasión y ofrécelos al Padre Celestial por los
pecadores.”(1032)
Reflexión : Ha llegado el momento más doloroso para Cristo,
ser clavado en la cruz. A pesar de todo el odio y el desprecio,
Jesús encuentra palabras de perdón para los responsables de su
muerte : “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”. Y
para hacer más palpable su perdón y amor nos regala a su
madre, para que ella nos guíe hacia Dios. ”He aquí a tu madre”
Una herencia de perdón y de amor. Cristo perdona, disculpa y
dona lo mejor que tiene: su Madre. No hay otro camino. El que
ama de verdad, sabe perdonar, disculpar... Cristo perdonó
porque amó. Esa es nuestra vida si nos consideramos hijos de
Dios, unos cristianos.
Oración: Padre Santo, viendo a tu Hijo en la cruz, maltratado
por sus enemigos, negado por los suyos, callando y sufriendo
por nuestro amor, infúndenos valor para que llevemos nuestra
cruz con el optimismo del cristiano que por la fe conoce la
trascendencia de su vida frente a la eternidad, y ayudemos a
otros a llevarla, como buenos samaritanos. Por Cristo nuestro
Señor. Amén.
nosotros
Padre nuestro...
Ave maría...
Gloria...

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12ª estación
Jesús muere en la cruz
pecador(a). Amen.
Texto Bíblico: “…Y Jesús, dando un fuerte grito, dijo ‘Padre, en
Tus manos pongo Mi espíritu’, y dicho esto, expiró” (Lc. 23, 46);
“…al llegar a Jesús, viendo que estaba muerto, no le quebraron
sus piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado
con una lanza y al instante salió sangre y agua” (Jn. 19, 33-34).
Dice Jesús: “Todo esto por la salvación de todas las almas.
Reflexiona hija mía lo que haces tú por su salvación” (398).
‘Ve aquellas almas que son semejantes a Mí en el sufrimiento
y en el desprecio; ellas serán semejantes a Mí también en la
gloria. Y aquellas que se asemejen menos a Mí en el
sufrimiento y en el desprecio, también se asemejarán menos a
Mí en la gloria” (184). “Hija Mía, escribe que cuanto mas
grande es la miseria de un alma tanto mas grande es el
derecho que tiene a Mi misericordia e [invita] a todas las
almas a confiar en el inconcebible abismo de Mi misericordia,
porque deseo salvarlas a todas. En la cruz, la fuente de Mi
Misericordia fue abierta de par en par por la lanza para todas
las almas, no he excluido a ninguna.” (1182)
Reflexión: Jesús finaliza su misión. Muere para salvarnos, para
quitar de nosotros la muerte eterna merecida por el pecado.
Ahora la muerte y el dolor se hacen más llevaderos porque
Cristo los venció. Después de la cruz llega la gloria. El dolor de
Cristo nos redime, nos hace mas humanos y nos lleva a
comprender mejor el misterio de Dios
Oración: Haz Señor, que nuestros sufrimientos no nos alejen de
Ti, sino que nos hagan comprender mejor los sufrimientos de
Tu Pasión y nos acerquen más a Ti. Amén.
nosotros
Padre nuestro...
Ave maría...
Gloria...

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13ª Estación
Jesús es bajado de la cruz
pecador(a). Amen.
Texto bíblico: “...José de Arimatea, discípulo de Jesús, aunque en
secreto por miedo a los judíos, le pidió permiso a Pilatos para
quitar el cuerpo de Jesús, y se lo dio. De modo que fue y quitó
el cuerpo.” (Juan 19,38)
Dice Jesús: “El alma que me es más querida es la que cree
firmemente en Mi bondad, y está llena de plena confianza en
Mí: le renuevo Mi confianza y le doy todo lo que me pida”
(186). “Por ti bajé del cielo a la tierra, por ti dejé clavarme en
la cruz, por ti permití que Mi Sagrado Corazón fuera abierto
por una lanza, y abrí la Fuente de la Misericordia para ti. Ven
y tomas las gracias de esta fuente con el recipiente de la
confianza. Jamás rechazaré un corazón arrepentido, tu
miseria se ha hundido en el abismo de Mi misericordia”
(1485)
Reflexión: Jesús es descolgado de la cruz. María recibe en sus
brazos a Jesús. María sufre por la muerte de su Hijo y de otra
parte se alegra porque la muerte de su Hijo da vida a la nueva
Humanidad, a la humanidad redimida. El Hijo inocente muere
para dar vida y salvar al hijo que estaba perdido. Cristo nos
salva muriendo por nosotros. María acepta el dolor de recibir
muerto a su Hijo. Y en su hijo nacemos o volvemos a vivir
todos nosotros.
Oración: ¡Oh Jesús misericordioso, multiplica en mí cada día la
confianza en Tu misericordia, para que siempre y en todas
partes dé testimonio de Tu infinita bondad y amor!
nosotros
Padre nuestro...
Ave maría...
Gloria...

18
14ª Estación
Jesús es colocado en el sepulcro
pecador(a). Amen.
Texto bíblico: “José tomó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una
sabana limpia, y lo deposito en su propio sepulcro nuevo, que
había hecho cavar en la roca. Hizo rodar una piedra grande a la
puerta del sepulcro y se retiró.” (Mt. 27,59-60)
Dice Jesús: “Todavía no estás en la patria, por lo tanto, camina
fortificada con Mi gracia y combate por Mi reino en las almas
humanas, combate como hija amada del Rey y recuerda que
los días del exilio pasarán rápido y con ellos la posibilidad de
adquirir méritos para el cielo. De ti espero un gran número de
almas que glorificarán Mi misericordia por toda la eternidad”
(496).
Reflexión: Jesús no tuvo ni siquiera un sepulcro donde
descansar. Necesito de sus amigos para que le prestaran una
tumba. Allí fue enterrado esperando la gloriosa resurrección, el
final de todo camino doloroso. Pero Jesús, como lo había
prometido, no se queda en la tumba fría. Resucita gloriosos,
dando así un sentido de esperanza a toda muerte. Como Jesús,
no estamos condenados a permanecer muertos sino a vivir para
siempre porque Cristo resucitó y nosotros un día también
resucitaremos como Él.
Oración: Señor, que no tengamos miedo de morir porque la
muerte es un paso a la vida que eres Tú. ¡Haz, Oh Señor
misericordioso, que de las almas que nos haz confiado, ninguna
perezca!
nosotros
Padre nuestro...
Ave maría...
Gloria...

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15ª Estación
La Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo
pecador(a). Amen.
Texto bíblico: “¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?
No esta aquí, ha resucitado.“ (Lc. 24,5)
Jesús: “No estarás sola, porque Yo estoy contigo siempre y en
todas partes; junto a Mi Corazón no tengas miedo de nada.
Yo Mismo soy el artífice de tu salida. Has de saber que Mi
ojo sigue con atención cada movimiento de tu corazón.”
“Hija Mía, Me das la mayor gloria a través de la paciente
sumisión a Mi voluntad, y te aseguras meritos tan grandes
que no alcanzarías ni con ayunos ni con ningunas
mortificaciones. Has de saber, hija Mía, que si sometes tu
voluntad a la Mía, atraes sobre ti Mi gran complacencia; este
sacrificio Me es agradable y lleno de dulzura, en él tengo
complacencia, él es poderoso.”(904)
Reflexión: “Cristo resucitado de los muertos ya no muere” En la
mañana de Pascua la tristeza se ha tornado en alegría: para la
Madre, para los discípulos, para todos nosotros los cristianos.
“Si padecemos con Cristo, seremos glorificados con Él.” “¡Jesús
ha resucitado!”Que todos vivamos intensamente este misterio
Pascual.
Oración: Señor, haz que conozcamos mejor a Jesucristo, que
comprendamos Su resurrección, que participemos de Sus
dolores e imitemos Su muerte para llegar un día a vivir
eternamente con Él. Amen.
Padre nuestro...
Ave maría...
Gloria...

20
3. ORACIÓN AL TERMINAR EL VÍA CRUCIS.
Señor, hemos llegado al final de este camino doloroso
que Tú recorriste. No sabemos Señor, si admirar mas Tus
dolores o el grande amor que has tenido con nosotros.
Tu nos conoces. Sabes como somos. Tu conoces el
camino que llevamos recorrido. Tú vez nuestros esfuerzos por
querer hacer el bien a pesar de nuestras debilidades.
Queremos ser fieles a la voluntad de Dios sobre nuestra
vida. Aceptamos las alegrías y las cruces que nos ofrece, pero
bien sabes que solos nada podemos. Señor, queremos que tu
cuentes con nosotros. Pero sobre todas las cosas queremos
contar contigo, Señor.
Y queremos recordar las palabras de Tu Evangelio: “No
busquéis entre los muertos al que esta vivo” No buscaremos en
el pasado lo que debemos construir para el futuro. Te lo
pedimos por los dolores de Tu Madre la Virgen María.
¡Oh mi Jesús, mi única esperanza, te doy gracias por este
gran libro que has abierto delante de los ojos de mi alma. El
gran libro es Tu Pasión soportada por amor mío. De este gran
libro he aprendido como amar a Dios y a todas las almas, en el
que están escondidos inagotables tesoros. Oh Jesús, cuan pocas
son las almas que comprenden Tu martirio de amor. Feliz el
alma que ha comprendido el amor del corazón de Jesús! (134).
Conclusión: Padre nuestro, Ave maría y Gloria, por las
intenciones del Sumo Pontífice.
Nota: Esta versión del Rezo de las 3 de la tarde es realizado
partiendo de dos libros:
 LA DEVOCIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA o cómo
tener el mejor modo de acercarse a Dios. Autor: Cango.
Dr. Sergio Ruiz Moctezuma. Comisión de Piedad y
Religiosidad popular Arquidiócesis de México. 2001.
Editorial Kyrios.
Nihil Obstat: Cango.Dr. Jesús Herrera.
Imprimatur: Norberto Card. Rivera. Arzobispo Primado
de México.
 El libro de mis oraciones. Autor: Heriberto Jacobo M.
Ediciones San Pablo.
Reflexiones para el Vía Crucis.

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