3. Sin lugar a dudas, el conjunto megalítico de
Stonehenge es una de las construcciones más
fascinantes que quedan en pie en el mundo
entero. Datado hacia 1600-1400 a.C., este
conjunto fue construido en la llanura de
Salisbury, al suroeste de Inglaterra, entre
los últimos períodos del Neolítico, finales de
la Edad de Piedra y los primeros de la Edad
del Bronce. Por tanto, su edificación se
prolongó durante un extenso período de
tiempo y es lógico suponer, por tanto, que
debió de sufrir no pocas modificaciones a lo
largo de esos años.
4. Stonehenge esta conformado por
grandes bloques de piedra
distribuidos en cuatro
circunferencias concéntricas. La
exterior, de treinta metros de
diámetro, está formada por grandes
piedras rectangulares
de arenisca que, originalmente,
estaban coronadas por dinteles,
también de piedra, quedando hoy en
día sólo siete en su sitio. Dentro de
esta hilera exterior se encuentra otro
círculo de bloques más pequeños de
arenisca azulada. Éste encierra una
estructura con forma herradura
construida por piedras de arenisca del
mismo color. En su interior permanece
una losa de arenisca micácea conocida
como «el Altar».
5. Stonehenge era parte de un
complejo ceremonial mucho más
grande, que incluía círculos de piedra
y de madera y avenidas
ceremoniales.2 Las excavaciones
realizadas por el
proyecto Stonehenge Riverside,
dirigido por el arqueólogo Mike
Parker Pearson de la Universidad de
Sheffield, permitieron encontrar
muy cerca de Stonehenge, un
asentamiento de cerca de mil
casas.1 De acuerdo con las
evidencias encontradas, estas casas
solamente se usaban unos días al año
y no se trataba de una aldea
habitada permanentemente.