La riqueza cultural y natural de países en desarrollo como México y Sudamérica podría ayudar a mejorar la calidad de vida de sus habitantes y disminuir la necesidad de emigrar si se aprovechara para el desarrollo del turismo. El turismo, cuando está bien desarrollado, genera empleos, mayores ingresos económicos para las comunidades locales, e intercambios culturales; todo lo cual mejora el nivel de vida y disminuye la emigración.