La guerra civil en Nicaragua en 1982 resultó en la muerte de 72 niños cuando el helicóptero que los transportaba de una zona de guerra a un lugar seguro se estrelló. Los niños habían sido desplazados de sus hogares debido al conflicto entre el gobierno revolucionario sandinista y los Contras financiados por Estados Unidos. Sus muertes representan la pérdida del futuro de Nicaragua y la inhumanidad de la guerra.