2. La Real Academia define la noción de “identidad” como
“el conjunto de rasgos propios de un individuo o de
una colectividad q los caracterizan frente a los demás;
la conciencia que una persona tiene de ser ella misma
y distinta a las demás”
3. En Internet la noción tradicional de
identidad no tiene cabida...
4.
5. Las nuevas formas de telepresencia complejizan el fenómeno
identitario, difuminan los límites espacio-temporales y la frontera
entre uno mismo y el otro...
en este contexto…
¿Cómo se construye la identidad?
¿Es Internet un lugar donde experimentar y
conformar libremente la identidad,
o es más bien una suerte de universo donde las
identidades y alteridades quedan aniquiladas?
6. Se plantea, pues, la incógnita de si en el ciberespacio las
identidades pueden adquirir un peso ontológico específico que
permita su cognoscibilidad o si, por el contrario la inmaterialidad
y la existencia relacional y en continua redefinición de las mismas
provoca la imposibilidad de distinción entre lo mismo y lo otro.
7. Los nuevos entornos tecnológicos de la telepresencia pueden
contribuir a la comprensión del fenómeno de la identidad fluida,
donde los otros son parte constitutiva del yo, y donde las
fronteras entre el mismo y el otro no están tan claras.
8. En las comunidades virtuales es posible liberarse del anclaje
corporal y experimentar facetas de la identidad que los mundos
físicos no nos dejan experimentar. Deberíamos hablar, en este
caso, más que de “identidades virtuales”, de “representaciones
virtuales de la identidad”